La campaña de viajes casi gratis para jóvenes atasca la web de Renfe y desata un alud de quejas de viajeros

«Estás en la cola para comprar tus billetes. Cuando sea tu turno podrás continuar con el proceso para hacer tu compra». Desde última hora de este lunes y hasta, al menos, la tarde de este martes, este mensaje ha aparecido en las pantallas de miles de usuarios que querían adquirir un billete con Renfe o tan sólo consultar los horarios de los trenes.

Desde el operador ferroviario aseguran que estas colas virtuales se están creando porque desde que el Ministerio de Transportes ha abierto el formulario para registrarse en el programa de «Verano Joven», con el que los jóvenes de entre 18 y 30 años pueden adquirir billetes para viajar este verano con hasta un 90 % de descuento, son muchos los usuarios que están entrando para consultar cualquier tipo de información. «Cuando hay un gran número de consumidores dentro de la página web, automáticamente esta crea una lista de espera», apuntan desde la compañía.

Desde este ministerio sacan pecho por los más de 300.000 jóvenes que ya se han inscrito al programa. El ministro de Transportes, Óscar Puente, desde su cuenta de X ha alegado que es el doble respecto al día de mayor afluencia de la primera edición del programa en 2023, cuando se inscribieron 121.000 jóvenes. Mientras, Vox ha cuestionado el programa al considerarlo un «ejercicio de propaganda para evitar hablar de las cuestiones que afectan al día a día de los más jóvenes y así comprometer su futuro», en palabras de su portavoz en el Congreso, Pepa Millán.

Más de 338 incidencia en solo 10 días

El deterioro del servicio ferroviario en los últimos tiempos es evidente. Un ejemplo son las más de 338 incidencias que se han producido en tan solo 10 días, entre el 3 y el 13 de junio, afectando a 67.500 viajeros y obligando a indemnizar a 10.300 usuarios.

Desde el Partido Popular afirman que llevan observando desde hace varios meses «incidencias constantes y recurrentes en determinados servicios ferroviarios, sin que se haya producido una explicación rigurosa de lo ocurrido y sin que se adopten medidas».

Sobre este punto, el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, ha incidido en que «debido a la incapacidad del Gobierno de aprobar presupuestos, las partidas de inversión y mantenimiento de la red ferroviaria se han visto seriamente afectadas».

Más de un mes para solucionar el robo de cobre de los Rodalies

Rodalies de Catalunya ha recuperado este lunes su servicio habitual en las líneas R3, R4, R7 y R12 tras el robo de cobre del pasado 12 de mayo, que provocó retrasos generalizados y una reducción importante de la frecuencia de trenes.

Tras lograr resultados satisfactorios en las simulaciones comerciales que se han hecho, estás cuatro líneas volvieron a su servicio habitual. La principal novedad ha sido la recuperación de la R3, ya que en el caso de la R4 y la R7 el servicio estaba bastante normalizado y en la R12 ya se había recuperado.

Así lo daba a conocer Rodalies a través de un comunicado en el que aseguraban que «algunos tramos no se han utilizado desde el pasado 12 de mayo, como es el caso de la R3, así como las vías que dan acceso a la base de mantenimiento situada en la propia terminal de Montcada Bifurcació (Barcelona)».

Empeoramiento de los compromisos

A todo esto, hay que sumarle que a partir del 1 de julio Renfe va a cambiar por completo su compromiso en los trenes de alta velocidad si se retrasan.

Hasta ahora se te devuelve la mitad de tu billete si el Ave llega con 15 minutos de retraso y el 100 % del importe cuando es de una hora. En el caso de los trenes de Alvia, el 50% del reembolso se realiza cuando se llega con 30 minutos de retraso y en su totalidad cuando se demora 1 hora.

Dentro de 12 días, cualquier tren que se coja, ya sea AVE o Alvia, se recibirá el 50 % del precio del billete cuando se llegue con un retraso de 60 minutos o más. Mientras que para recibir el importe completo la demora tendrá que ser de más de 90 minutos. Según el ministro de Transporte, la razón detrás de este cambio es ajustarse a la competencia. Pero la realidad es que supone un empeoramiento en el servicio que se ofrece al consumidor.