El aceite de oliva se encomienda al clima y la reducción del IVA para recuperar su trono en la mesa de los españoles
Los productores de aceite de oliva empiezan a ver la luz al final del túnel. A las buenas condiciones climatológicas de este año se le une la recientemente aprobada reducción del IVA al 0 %, por lo que esperan que este producto vuelva a recuperar su trono como el aceite más consumido tras el sorpasso del girasol.
Los agricultores de aceite de oliva han tenido dos malas cosechas seguidas como consecuencia de la sequía y las altas temperaturas en momentos clave para la floración de la oliva, que ha mermado la cosecha y la calidad del fruto. Junto a la subida del precio de los combustibles y de los costes laborales en el campo, se ha producido una tormenta perfecta que ha disparado el precio de este producto hasta hacer más legítimo que nunca su apelativo de 'oro líquido'.
En el caso del girasol, cuyo consumo es aproximadamente un 50 % importado, el conflicto en Ucrania –principal exportador a España de este producto– provocó un incremento de hasta tres veces más, pero se fue moderando a medida que se restablecía la cadena de suministro, a finales de 2022.
Desde entonces, las ventas de ambos aceites han estado prácticamente a la par hasta el pasado mes de octubre, cuando la oliva se desplomó al tiempo que se incrementaban las de girasol. Según datos de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceite (Anierac), en marzo de 2024, las ventas de aceite de oliva se redujeron a 16.286,4 unidades, frente a las 30.031,51 del aceite de girasol.
«Una buena proporción de los hogares españoles se ha mantenido fiel a la oliva a pesar de los precios», señala Primitivo Fernández, director general de Anierac. «Ha habido otros donde se ha compartido espacio, pero los que han sustituido la oliva por el girasol han sido muy pocos», añade. Estas cifras están condicionadas, puntualiza, por dos cuestiones: no incluyen las ventas directas de la almazara –que suponen un 30 % más–, y el trasvase se ha notado más por el uso de la hostelería.
Fernández calcula que las pérdidas de ventas del aceite de oliva han sido, aproximadamente, del 20 %, «lo que demuestra que el 80 % restante se ha mantenido leal» y confía en una eventual remontada. «Si se cumplen estas buenas expectativas, los precios tienen que ceder. Cuando el aceite de oliva vuelva a los niveles a los que estamos acostumbrados, confío en volver a un cierto equilibrio donde domina sobre el resto», comenta.
Lluvias... e IVA
No le falta razón. Las lluvias de este primer semestre han llenado los embalses españoles, que se encuentran un 48 % por encima de 2023. Si las olas de calor dan un respiro en septiembre, momento clave para el olivo, los productores creen que este aceite volverá a cifras de ventas normales.
Además, el Gobierno acaba de aprobar una rebaja del IVA de este producto al 0 % así como su inclusión en el grupo de productos de primera necesidad como el pan, los huevos, las verduras y las frutas, en una medida que, esperan, fomente un mayor consumo de este producto.
Esta decisión ha sido ampliamente aplaudida por la mayoría del sector, que calcula que supondrá una reducción de casi medio euro en el precio del litro de aceite, aunque algunos, como Unión de Uniones, han denunciado que podría perjudicar fiscalmente al agricultor.