«Los pisos turísticos son un problema más importante de lo que parece, y lo han creado los políticos»

El profesor del IESE José Ramón Pin Arboledas y el de la Complutense Fernando Méndez Ibisate analizan en nuestro podcast por qué el problema de los pisos turísticos va a dar más quebraderos de cabeza de lo que parece: «Obedece a un problema más general y más amplio, y que tiene que ver con la falta de vivienda», apunta Méndez Ibisate. «Los pisos turísticos no son más que una respuesta a los problemas que tiene el mercado: sus restricciones, sus regulaciones, muchas de ellas insensatas, que se han puesto. Ese marasmo de complicaciones y dificultades restringe la oferta. El asunto turístico no sería de tal índole si las autoridades no estuvieran interviniendo el mercado continuamente», añade.

Pin Arboledas estima que «el problema no son los pisos turísticos, sino la falta de oferta de viviendas normales para los ciudadanos normales que no son turistas. ¿Y por qué falta oferta de viviendas? Porque no se está construyendo, y porque la Ley del Suelo es un desastre». Por otra parte, el profesor añade que, «cuando tienes o has tenido el peligro de perder una propiedad porque la has alquilado a un okupa y no puedes echarle, restringes la oferta. El turista, sin embargo, sabes que va a estar un tiempo y se irá».

Los pisos turísticos se han convertido en un problema, y también puede hacerlo la financiación privilegiada que se quiere dar a Cataluña. «Valencia tiene una cláusula Camps en su nuevo estatuto que dice que puede acceder a cualquier competencia que se dé a otra comunidad. Si Cataluña pide, Valencia también lo hará, y Baleares. Ya lo ha pedido el BNG en Galicia. Vamos hacia una confederación de haciendas autonómicas», indica Pin. Evolucionen como evolucionen, Ibisate afirma que lo que no podrá ser es que haya «españoles de primera y segunda en cuanto al pago de ingresos y de servicios que reciben».

Los profesores hablan también sobre la reducción de jornada planteada por Yolanda Díaz. Pin Arboledas la ve como una cuestión propagandística, pues los españoles ya trabajan de media las 37,5 horas que propone.

En cuanto a la carta enviada recientemente por el Ministerio de la Seguridad Social a quienes van a jubilarse próximamente animándoles a que lo retrasen, Ibisate la ve una forma de decirles que «alarguen un poco más su vida laboral y les daremos 13.000 euros brutos o los que le correspondan, pero no les dicen que luego ya se los sacarán en impuestos, porque el sistema no da: cada vez prometen y dan más cosas, los ingresos no dan y los fondos europeos se han agotado».