Entrevista | Jenaro García
Diez años del megafraude de Gowex y aún sin juicio: «Si hubiera triunfado ahora sería el Elon Musk español»
El fundador de la compañía de WiFi gratuito, que confesó haber falseado las cuentas, afronta una petición de cárcel de 18 años por parte de la Fiscalía
era una de las empresas españolas más prometedoras. Su logo, un pulgar hacia arriba –inspirado en la mítica marca de motocicletas Bultaco– aparecía en más de medio centenar de ciudades. De Madrid a Nueva York, de San Francisco a Hong Kong, pasando por Australia o Argentina. El negocio, basado en la prestación de servicios gratuitos de WiFi en espacios públicos, llegó a valer más de 1.400 millones de euros y su fundador, Jenaro García, propietario del 52 % de la compañía, multimillonario. Pero un día de julio de 2014 todo estalló. El milagro en realidad no valía nada, y en el camino, cientos de inversores se quedaron atrapados.
Diez años después, otro tórrido día de julio, García viste una camiseta de Bultaco, casco a juego y chaqueta militar. Con un look alejado de las chaquetas y corbatas de hace una década, rememora el demoledor informe de Gotham que destapó el fraude y su posterior confesión. Volcado ahora en el deporte, en particular el running, la natación y la calistenia, asegura querer entrar en prisión para intentar resarcir a los damnificados. Algo que, reconoce, «económicamente nunca va a ser posible, aunque me tirara cien vidas trabajando tirando pizza».
– Han pasado diez años, pero a nivel judicial el tema permanece estancado. ¿Cuál es hoy su situación?
– La situación del juicio y de mí como imputado, comenzó en el año 2014, cuando yo confesé. Antes no se había abierto ninguna acción judicial contra mí. El 6 y 7 de julio acudí directamente a la Audiencia Nacional. Desde entonces se ha venido realizando la instrucción, que se cerró inicialmente en falso, en tanto en cuanto se mandó a la Sala Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional, tras la instrucción del juez Pedraz. Se cometió el error de no haber dado defensa a las empresas que estaban acusadas, que eran parte del grupo Gowex. Ahora (el problema) ya se ha dado por cerrado y se ha vuelto a mandar a la Sala de lo Penal.
– ¿Cuándo podría ser el juicio?
– Mi abogado me ha dicho que puede ser para este año, finales de octubre, noviembre, una cosa así. O puede ser dentro de un año, o más. La instrucción prácticamente se ha tirado tres años, cuatro años encallada en terreno de nadie. Ahora, después de haber colaborado con la justicia durante todo este tiempo, lo que quiero es ir a juicio y que se vea toda la realidad. Hasta qué punto las cuentas eran falsas y cuánto de ello era falso y cuánto era real, el cómo se hizo todo y cuáles fueron mis colaboradores, etcétera. Porque yo soy el culpable y soy el responsable. Pero ya se ha demostrado jurídicamente que Ernst&Young también es responsable, como han dictaminado las últimas sentencias.
Para mí es el momento más importante de los últimos diez años. Di mi vida por Gowex. Perdí familia, perdí todo mi patrimonio. No me considero una víctima, ni mucho menos. Tampoco porque hayan pasado diez años. Cuando tomaba mis decisiones las tomaba con todas las consecuencias, sabiendo que podía caer en desgracia, y que si era un fracaso yo tenía que reconocer todo y asumir la responsabilidad. Estoy muy contento de que por fin se pueda llegar a la fase oral del juicio. Y también, y muy importante para mí, de que los inversores vean satisfecho su resarcimiento conmigo entrando en prisión. He intentado entrar en prisión en repetidas ocasiones. No me han dejado.
– Pero usted pagó la fianza (600.000 euros)
– En un principio no quería ni depositar la fianza. Yo quería entrar en prisión el mismo día que hice la confesión. Esta cadena que llevo aquí, de oro, me la quité en el taxi cuando iba para allá. Yo soy la primera persona que reconoce que, aunque mi fin fuera otro, el que todo fuera un éxito y que todos salieran ganando dinero, etcétera, si salió mal, fui yo el responsable. No quería pagar la fianza, pero mi esposa la pagó. También dimos los 5 millones de euros, que era el único patrimonio que teníamos en ese momento, aparte de las acciones de Gowex, que también entregué como parte de compensación.
– Antes de esa confesión hubo un factor clave. El informe de Gotham
– Precipitó todo. Gotham tenía un interés de hundir la empresa, como se ha demostrado. Utilizó falsedades unidas a realidades. Hay mezcla de ambas, como ha pasado con Grifols. Yo descubrí y lo trasladé en mis mis redes que Daniel Yu era un delincuente y que utilizaba de forma habitual esos análisis supuestamente venidos de un justiciero para hundir empresas exclusivamente buscando su beneficio. Nada de ningún tipo de leyenda, de benefactor de la ley, de la justicia y demás. Pero da igual. Él hizo bien su trabajo. Convenció al mercado de que Gowex estaba vacío, cuando no era real. Pero lo hizo. Igual que yo mentí cuando falsee parte de las cuentas, él mintió y convenció al mercado. Yo convencí al mercado durante diez años. Él convenció al mercado durante unas pocas horas. Ese informe precipita los precios de forma extraordinaria. Y yo, viendo que no podía hacer que el proyecto saliera adelante, dimití y confesé para que cayeran sobre mí todas las culpas, y que el proyecto pudiera seguir adelante, aunque fuera de forma menguada.
– ¿Creía que Gowex podía seguir adelante?
– Por supuesto, absolutamente. Muchas empresas lo han hecho después de ataques como el de Gotham, por ejemplo Grifols, por ejemplo, Carbures. Los proyectos no tienen por qué ser malos aunque se haya descubierto una falsificación de cuentas. Hay millones de empresas que falsifican cuentas. Y así lo digo, claramente. La mayoría de las compañías falsifican cuentas. Me van a insultar por decir eso. ¿Por qué? Porque lo que tratan es de ahuyentar la duda. Pero es la realidad. Por supuesto, el que hace la ley hace la trampa. Durante muchos años logré pasar todas las investigaciones e inspecciones de Hacienda. A mí me inspeccionaba la Agencia Tributaria cada dos por tres y nunca logró encontrar nada. ¿Quién lo encontró? Alguien que estaba incentivado para ganar cientos de millones de euros para decir que yo había falsificado cuentas. Aunque fuera en parte una mentira. No es cierto es que hubiera un 80 % de falsificación de cuentas. Eso va a haberse visto en el juicio, que para mí es mucho más importante que si yo soy culpable o no. Yo ya he reconocido que soy culpable y por eso es por lo que tengo una gran motivación para llegar al juicio.
Durante muchos años logré pasar todas las investigaciones e inspecciones de Hacienda
– Dice que hay empresas que falsifican cuentas, pero hay reguladores que velan para que esto no pase. ¿Qué falló con Gowex?
– Estoy convencido de que existe un desincentivo importante para que la CNMV no entre a inspeccionar a fondo todo aquello que es sospechoso de manipulación. En Estados Unidos, en la SEC, hay una cuenta de correo que es totalmente anónima para aportar esa información en un entorno de anonimato total. Está incentivado con bonus. Eso se podía hacer perfectamente en España. Se podía haber hecho desde Gowex o desde mucho antes, cuando Abengoa empezó a ser sospechosa.
(En España) existe un desincentivo total para que los whistleblowers, los soplones, puedan aportar esa información. Vamos al caso de Grifols, que no ha quedado resuelto. Llegó una acusación por parte de Gotham. Grifols cayó un 60 % y todavía está abajo un 50 %. ¿Cómo lo resolvió la CNMV? Recogiendo una información que se le pidió a Grifols, manteniéndola durante meses de forma anónima bajo su poder, supuestamente estudiándola. Cuando la publicó, lo que dio fueron unas recomendaciones basadas en lo que había dicho Gotham. Reconoce que ha habido un fraude, pero no condena a la compañía. ¿Cuántas decisiones de inversión se han tomado sin tener esa información en la mano? ¿Cuántas pérdidas de gente que ha vendido porque esa información no estaba en su mano? ¿Cuánto de responsabilidad hay en la CNMV? Por supuesto que muchísima. Y ha hecho otra cosa muy grave, y es que no suspendió la acción de la misma forma que no lo hizo con Gowex cuando nosotros se lo reiteramos. No quería. ¿Por qué? Porque su incentivo es que se mantengan las compañías cotizando para poder recabar comisiones, que además son de récord cuando se producen ataques en corto. Por eso yo digo de que soy el culpable y el responsable. Pero también hay otros.
Yo soy el culpable y el responsable. Pero también hay otros
– En 2019 lanzó otra empresa, Gow2ex
– Bueno, en el 19 la puse en comunicación, pero ya venía trabajando desde el 16.
– Esa empresa ha sido catalogada como chiringuito financiero por la CNMV
– Evidentemente la CNMV tiene derecho a calificar de chiringuito lo que ella quiera y, como me respondieron ellos, cuando nosotros deseemos lo quitaremos de la lista de chiringuitos. Yo les proporcioné toda la información y tengo el correo electrónico que dice que por su parte, como es una lista no oficial, pueden meter y sacar a quien les dé la gana y sacarlo cuando les dé la gana. Mi empresa tenía muy pocos recursos. El correo electrónico al que llegó la petición de información no fue contestado porque no lo recibió nadie. Así se lo comuniqué a la CNMV. Acto seguido mandé la información que se requería. Esa compañía era para poder compensar en parte a todos los accionistas que de alguna forma habían demostrado que tenían acciones. Estamos hablando de no más de 700 accionistas. Además fue el mismo día que el fiscal sacó mi petición de condena de 18 años y medio. Después, puedo decir que me siento muy orgulloso de ese proyecto pero no fui capaz de sacarlo adelante. Se llamaba Gow2x porque yo quería dejar muy claro que era yo el que estaba detrás, sin necesidad ni interés de ocultar absolutamente nada. Si yo hubiera querido ocultar, lo habría llamado de otra manera.
– ¿Qué le diría a todos esos accionistas que se vieron perjudicados por Gowex?
– Que estoy deseando que se llegue al juicio para que ellos reciban el resarcimiento. Porque, por un lado, los cinco millones y 600.000 euros que yo entregué no se les han entregado a los accionistas. Van a tocar a muy poco. Por supuesto que estoy muy contento de que podamos llegar al juicio. Sé que soy una persona que ha cometido el error más garrafal que se puede hacer y no es falsificar cuentas, sino traicionar la ilusión de mis inversores. Pensaban estar apoyando una empresa española para ser un líder mundial, en un proyecto que era absolutamente único y diferente. Eso es lo que yo traicioné de verdad. Quiero que se vean resarcidos en la medida de lo posible, porque económicamente no va a ser nunca posible, aunque me tirara 100 vidas trabajando tirando pizza.
He cometido el error más garrafal que se puede cometer, y no es falsificar cuentas, sino traicionar la ilusión de mis inversores
– ¿Cómo han sido estos diez años desde que todo estalló?
– No han sido, ni mucho menos, los más duros de mi vida. Me han ayudado a saber dónde está la trascendencia de nuestras vidas. Somos lo que realmente logramos hacer de lo poco que tenemos. Si logramos una empresa de 2.400 millones partiendo del Rastro, bien, pero si logramos vivir dignamente y ser orgullosos de lo que hacemos y ser comprometidos y fieles a nosotros mismos, porque no tenemos ni donde caernos muertos, pues también. La dignidad la ponemos cada uno de nosotros. Yo he puesto dignidad.
Tengo escrito en mi DNI 'de profesión, delincuente'
Yo tengo escrito en mi DNI «profesión, delincuente». Todo el mundo sabe que yo soy un delincuente. En Twitter me desayuno cada día casi con amenazas de muerte. Y no bloqueo a nadie porque sé que tienen derecho a decir eso. Lo que tengo muy claro es que yo me merezco lo que tengo. Desde el momento en que yo reconocí a mí mismo que yo era el culpable de todo, que era mucho antes de haber explotado Gowex, me estaba preparando para la siguiente etapa. Sé que voy a ser libre incluso en prisión.
– ¿Cómo encaja el calificativo de estafador confeso?
– Al principio me hacía sentir fatal. Me planteó muchas cosas tremendamente graves. He destruido mi familia ¿Ha sido el fin del mundo? No. Es algo que me ha hecho sentir muy mal. Pero es parte de lo que sucede a una persona que está creciendo, si asume eso como un activo para reconstruir su renacimiento. Hablo de mí como renacido porque ha renacido ya tres veces, en el accidente en el que murieron mis padres y cuando me intenté suicidar. Para mí, es una gran oportunidad de vivir una vida todavía más singular de la que había vivido antes. Sin duda, visto con perspectiva, me alegro de haberlo pasado. Creo que puedo ayudar a la gente a que conozca cómo salir adelante con una situación tremendamente jodida, a estar en el fango, el fango de verdad y no el supuesto fango. Se puede salir y se puede salir tremendamente fuerte y renacido. Es mi tributo. Sé que ha tenido un sentido el estar pasando por todo lo que estoy pasando. Y si hubiera triunfado ahora mismo sería el Elon Musk español.