El INE se rectifica y sube una décima la inflación
La inflación en España está completamente descontrolada y el Gobierno no sabe realmente qué hacer, está totalmente perdido y solo ocupado
por primera vez en los dos últimos años, el Instituto Nacional de Estadística (INE) se ha rectificado para perjudicar al Gobierno y no beneficiarle, como había hecho hasta ahora, cada vez que se rectificaba.
El inaudito hecho ha acontecido con el IPC definitivo de junio, que en lugar de subir en el mes tres décimas lo ha hecho en cuatro décimas y el acumulado anual en lugar de estar en 3,3 % ha pasado al 3,4 %, llevando en los seis primeros meses del año una inflación del 2,7 %.
La inflación en España está completamente descontrolada y el Gobierno no sabe realmente que hacer, está totalmente perdido y solo ocupado, ni siquiera preocupado, por algo que para 2025 puede ser su puntilla.
Lo que digo es que como la inflación supere el 4%, el gasto se le va a poner muy complicado a este Gobierno, porque si este año con un 3,3 % las pensiones nos van a costar 11.000 millones más y los salarios públicos pueden llegar a costarnos otros 10.000 millones más, que unido a los intereses de la deuda que van a sumar alrededor de otros 6.000 millones, es decir con solo tres partidas nos vamos a gastar 27.000 millones más que en 2023, imagínense lo que puede pasar con una subida del IPC del 4 %.
Las pensiones podrían llegar a suponer otra subida de 12.500 millones y los salarios públicos no menos de otros 10.000 millones, las finanzas públicas pueden volverse en contra de un Gobierno que va a tener que estar cumpliendo las normas de la convergencia fiscal y que va a estar obligado a bajar del 3 % de déficit y a estar muy cerca del 100 % en deuda sobre el PIB.
Por eso me sorprende la tranquilidad de un gobierno al que parece que le da lo mismo todo, salvo salvarle la cara a Pedro Sánchez.
Pero el problema está en que los precios solo se van a parar si se toman medidas o si la economía entra en recesión.
De momento vamos así:
Hay cinco de los subíndices que están por encima de la media del 3,4 %: la energía con una subida anualizada del 5,1 %, los restaurantes y hoteles con un 5 %, los alimentos con una subida del 4,2 %, las bebidas alcohólicas con un 3,7 % y los otros bienes y servicios que tiene una subida del 3,4 %.
Por encima del 2 %, que es el objetivo que tienen todos los países serios, tenemos otros 4 subíndices: el ocio y la cultura con un 3,0 %, la enseñanza con una subida acumulada del 2,8 %, el trasporte con un 2,7 % y la sanidad con un 2,0 %.
Y, por último y bajo control, solo hay tres subíndices: el vestido y el calzado que está sufriendo claramente en una crisis de venta porque solo ha subido un 0,7%, los muebles y artículos de hogar que sólo sube un 0,4% y las comunicaciones lo hacen un 0,1%. Está claro que en las comunicaciones hay una guerra comercial que hace que los precios estén estables, en cambio en muebles y artículos de hogar y en vestido y calzado, está claro que los consumidores con dificultades para llegar a fin de mes son donde están frenando su consumo.
Por otro lado, los productos que más han subido en el último año, y que son de primera necesidad, son el aceite de oliva, que tiene una subida del 53,7 %, los zumos de fruta, con un 18%, las frutas frescas, con un incremento del 14,4 %, y la electricidad, con una subida del 14,0 %.
En total hay 55 productos, de una cesta de 200, que está por encima del 3,4 % de media y algunos tan preocupante como la enseñanza primaria, que sube un 4,3%, y la enseñanza secundaria, que lo hace un 4,6 %, y los aparcamientos y parquímetros, que en las grandes ciudades supone un gasto importante, que han subido un 3,8 %.
El Gobierno mira para otro lado y lo hace porque a corto plazo la inflación le beneficia para recaudar más y como este Gobierno nunca piensa a medio y mucho menos a largo plazo, le viene bien la inflación aunque si mirase a medio y a largo, se daría cuenta de que esto es insostenible y que el problema va a ser muy difícil de corregir.
Es preciso recordar que si las pensiones y los salarios llegan a los 200.000 millones al año, cada una de estas partidas, ese momento estaremos a punto de entrar en default.