La trampa de Pedro Sánchez en el debate antibulos para tapar el alza de las okupaciones durante su mandato

En pleno debate para presentar su ley contra los supuestos bulos de lo que denomina «pseudomedios», el presidente del Gobierno aprovechó para cargar contra las informaciones que ponen en relieve el incremento de las okupaciones de viviendas producido desde que llegó al poder.

«El promedio de condenas por ocupación ilegal de vivienda habitual de los últimos cinco años del gobierno de coalición progresista es casi un 30 % inferior al de los cinco años de promedio del gobierno del Partido Popular», aseguró Sánchez desde la tribuna parlamentaria. Y añadió que «las condenas de ocupación de inmuebles, que no son vivienda habitual, se han reducido en un 32,53 %».

Estas cifras reflejan una verdad a medias, porque, aunque sean datos reales, las condenas solo se imponen si el afectado ha presentado una denuncia penal. «Pero en la gran mayoría de los casos, al tratarse de okupaciones de inmuebles pertenecientes a personas físicas, estas recurren a la vía civil, que es el procedimiento más rápido para recuperar su vivienda», ha explicado Julio Naveira, abogado experto en derecho inmobiliario y expresidente del Consell de la Abogacía Catalana.

La realidad es otra muy diferente: las okupaciones sí han aumentado. Solo hay que fijarse en los datos difundidos por el Ministerio de Interior, en los que se refleja que, en los cinco años de legislatura del gobierno socialista, el número de allanamientos y de usurpaciones de inmuebles ha aumentado un 17 % en comparación con los siete años que estuvo Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo. Ha pasado, en total, de 67.263 registrados entre 2012 y 2018 (Sánchez tomó posesión en julio) a 78.741 allanamientos o usurpaciones entre 2019 y 2023.

Si comparamos los cinco años que lleva Sánchez en el Gobierno, con los últimos cinco años del Gobierno de Rajoy –los referidos por el presidente en el Congreso– esta variación es aún mayor. Las cifras absolutas han pasado de 53.291 (de 2014 a 2018) a 78.741 (de 2019 a 2023). Es decir, un 47,7 % más.

4.000 euros para abandonar la vivienda

En los últimos días hemos conocido varios casos de okupaciones. El más llamativo ha tenido lugar en La Coruña. Y le ha ocurrido a una familia propietaria de un chalet en el municipio de Cambre. El abogado que defiende los intereses de los afectados, Raúl Pérez, de un bufete de Lugo, explicó, en declaraciones a la Cadena Cope, que un día los propietarios se llevaron una «sorpresa» cuando acudieron a la vivienda y se encontraron «una cadena y un candado en el cierre, con una persona en el interior» tras unas jornadas previas en las que habían estado «preparando» la casa para «disfrutar del verano». Ante esta situación, se pusieron en contacto con la Guardia Civil.

Pese a la presencia de los agentes, el okupa se negó a abandonar el recinto e incluso entregó a un vecino «un documento sin firmar para indemnizar a la persona que estaba dentro para irse de esa casa» en concepto de «gastos de traslado», según explicó el abogado. Exige una cantidad de 4.000 euros para dejar libre esta propiedad.

Pisos en venta con okupas dentro

Si echamos un vistazo a los portales inmobiliarios, entre las numerosas viviendas que hay a unos precios insostenibles, en ocasiones nos topamos con inmuebles con un coste muy por debajo del valor de mercado. Esto puede llamar la atención, pero si nos fijamos tienen descripciones muy llamativas, como, por ejemplo: «La vivienda está ocupada. No se garantiza el acceso a ella.» «No se pueden realizar visitas. El piso se encuentra ocupado».

Ese precio tan bajo puede atraer a muchos jóvenes y familias, que, por el elevado incremento de los precios, no pueden permitirse el acceso a una vivienda. Pero adquirir un inmueble ocupado trae consigo tres grandes problemas.

El primero es que hay que desocuparla y la actual legislación ha ampliado los tiempos. La segunda dificultad es el estado en el que se va a encontrar la casa cuando se consiga desalojar. «Es probable, que si la situación se alarga durante mucho tiempo la vivienda haya sufrido desperfectos considerables. Por lo que el futuro comprador va a tener que hacer reformas, que pueden rondar los 1.000 euros por metro cuadrado», explica Julio Naveira.

El inmueble puede acabar costando 40.000 euros másJulio NaveiraAbogado experto en derecho inmobiliario y expresidente del Consell de la Abogacía Catalana

A este gasto se le suma el derivado del lanzamiento, como es el del abogado —como mínimo cuesta entre 3.000 y 4.000 euros–, o el de posibles multas por coacciones al tratar de negociar con los okupas. Por lo que, el presupuesto total puede ascender a los 30.000 o 40.000 euros, siempre va a depender de cada circunstancia.

El último problema que nos podemos encontrar es la dificultad para acceder a la financiación. Los bancos pueden ser reacios a otorgar préstamos o hipotecas para la compra de viviendas okupadas debido al riesgo asociado. Además, al no poder entrar en la casa, no se podrá tasar.

«A un particular no le sale rentable comprar una vivienda okupada», aconseja Naveira. Pero, «si tienes un gran capital y liquidez suficiente para afrontar estos gastos, piénsatelo. Porque puede ser una inversión a largo plazo», añade.