Naturgy prepara su nuevo plan estratégico para calmar a su accionariado y sin noticias «ni de la Sepi ni del Gobierno»
La energética extiende la mano «a todos los accionistas que quieran seguir» tras la ruptura de Criteria y Taqa para reordenar su capital
Naturgy trabaja con la idea de poder hacer público antes de final de año su nuevo plan estratégico. La energética que preside Francisco Reynés busca que la nueva hoja de ruta «aglutine a todos aquellos accionistas que quieran estar con nosotros», después del intento fallido de Criteria y Taqa para reordenar su accionariado, que culminó en una espantada por parte de la emiratí.
«Nosotros no somos nadie para decir quién se tiene que ir o que quedar, sino que nuestra intención es hacer un plan que sea atractivo para quien quiera estar en el accionariado», aseguró este martes Reynés, durante la presentación de los resultados de la compañía, que registró. Naturgy registró, en el primer semestre del año, un beneficio de 1.043 millones de euros en plena normalización de precios en el sector.
Los fondos CVC y GIP mantienen sus intenciones de abandonar el accionariado tras dar por concluido su ciclo. Pero por ahora la compañía no ha recibido ningún tipo de contacto ni de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) ni de ningún otro organismo del Gobierno con intención de entrar en su accionariado, como ha ocurrido con Telefónica. «Ni se nos ha dirigido el gobierno ni la Sepi», afirmó Reynés, que recordó que en una empresa como la suya, cuyo negocio está fuertemente regulado, «los gobiernos mandan mucho a través de la legislación y eso hay que tenerlo siempre presente».
El directivo adelantó que la futura hoja de ruta, vigente para el período 2025 - 2030, pivotará en torno a seis puntos clave. En primer lugar, la inversión en redes eléctricas, que cobrará un peso cada vez mayor para satisfacer la creciente industria de los centros de datos y la Inteligencia Artificial. Pero también en redes gasistas, con vistas, en el caso de las segundas, al incremento de su uso como canalizaciones para los gases renovables.
En paralelo la compañía busca incrementar la participación del mix renovable dentro de su portfolio, en particular el biometano. Mientras, su capacidad de generación eléctrica renovable ha alcanzado los 6,6 GW, con proyectos en construcción en España, Estados Unidos y Australia que añadirán otros 2,2 GW.
Los gobiernos mandan mucho a través de la regulación y eso hay que tenerlo presentePresidente de Naturgy
Además, Naturgy confía en poder seguir apoyándose en el negocio de los ciclos combinados, hoy deficitario pero que podría dejar de serlo en el corto plazo. En este sentido, la compañía confía en que pronto se alcance una solución para los pagos por capacidad, con el reconocimiento, por parte de Bruselas, de la necesidad de retribuir adecuadamente este tipo de instalaciones para garantizar que el sistema puede hacer frente a picos concretos de demanda.
Los pagos por capacidad, «una necesidad»
Estos pagos «son necesarios para la supervivencia del sistema, como vamos a ver estas semanas (en plena ola de calor)», aseguró Manuel García, secretario del consejo de la compañía. García se mostró confiado en que dichas retribuciones, largamente reclamadas por el sector, se materialicen a lo largo de los próximos meses.
En paralelo, Naturgy quiere seguir trabajando en las soluciones de almacenamiento y, sobre todo, evitar descuidar su negocio tradicional, de ahí la actualización de su acuerdo con Sonatrach. Los argelinos son, según trasladan desde la energética, «un socio confiable y seguro». Este martes ambas compañías pactaron el precio del contrato de suministro de gas para 2024, una continuación de una relación comercial que se remonta a 1965.
Lo que no parece tener un gran papel en su estrategia futura es la energía nuclear, pese a que la compañía mantiene aún porcentajes de gestión en algunas de las centrales españolas. «Partimos respecto al cierre nuclear de que se cumplen los compromisos alcanzados. El acuerdo de 2019 sigue vigente y nadie nos ha dicho que no pueda ser así», aseguró Reynés, a pesar de que la empresa no descarta, eso sí, recurrir el fuerte alza de la tasa Enresa que Teresa Ribera ha impuesto a las energéticas para financiar el desmantelamiento de las plantas. Un alza que, según el sector, desborda lo acordado previamente con Transición Energética.
Lo que permanece encerrado en un cajón es el denominado proyecto Géminis, que preveía la escisión en dos compañías para separar los negocios del mercado libre y los regulados. El plan, anunciado pocas semanas antes de la invasión rusa de Ucrania –que revolvió completamente el sector energético– no está descartado «pero no se dan hoy las circunstancias para llevarlo a cabo», según Naturgy.