Los sindicatos se movilizan para forzar a la patronal a que acepte la reducción de jornada

Los sindicatos están dispuestos a hacer el trabajo sucio a Yolanda Díaz para conseguir que se apruebe la reducción de jornada laboral por lo que han convocado concentraciones el próximo 26 de septiembre frente a las sedes provinciales de la patronal para que esta acepte la propuesta del Ministerio de Trabajo.

En sendos vídeos remitidos a los medios, los líderes de CCOO y UGT han anunciado las protestas ante el bloqueo de la negociación. «Hay que reducir la jornada de trabajo para todos. Hay que reducir la jornada de trabajo para generar más empleo. Hay que reducir la jornada de trabajo para distribuir los beneficios que están acumulando en los últimos años las empresas. Toca hacerlo en la negociación y ahora también toca hacerlo en la calle. El 26 de septiembre nos vemos delante de las organizaciones empresariales», ha señalado Unai Sordo.

Pepe Álvarez, por su parte, ha asegurado esta reducción es «una necesidad» para los trabajadores y para el sistema productivo. «Los partidos políticos, los grupos parlamentarios tienen que saber que la inmensa mayoría de los ciudadanos quiere vivir mejor, quiere reducir el tiempo de trabajo y que, además, eso redundará en una mejora desde el punto de vista de la eficacia económica y desde el punto de vista de la creación de empleo», ha añadido.

Las palabras de los líderes sindicales son un calco de lo expresado por el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, que aseguró el pasado lunes tras la inane reunión para abordar el asunto que dicha reducción «no solo será un elemento que nos permita incrementar la productividad, el bienestar de trabajadores y empresarios, sino que también nos permitirá crear empleo».

Lo cierto es que el Ministerio que dirige Díaz ha utilizado todo tipo de estrategias para forzar a la patronal a aceptar una reducción de la jornada a las 37,5 horas para 2025. Hace solo unos meses, el propio Pérez Rey elevó un ultimátum que fue rechazado por las organizaciones empresariales, que amenazaron con un paro patronal. La tensión fue tal que obligó al Ministerio de Economía a intervenir para pedir «un punto de equilibrio» entre todas las partes.

No sorprende, por tanto, que sean los sindicatos los que hayan decidido hacerle el trabajo sucio a la gallega, a pesar de que estas mismas organizaciones ya han firmado acuerdos para la reducción de jornada en los convenios, actualmente en las 38 horas de media. Como deslizan desde la patronal, «si en algunos sectores no se ha reducido es, simplemente, porque no se ha podido».

La patronal ya ha advertido que no se pronunciarán hasta que reciba por escrito la propuesta final del Ministerio de Trabajo. Según Pérez Rey, el texto estará «en breve» y que cuenta con el apoyo «de la mayoría de los ciudadanos y respaldo parlamentario», salvo Vox. En cualquier caso, las movilizaciones no ayudan a que se produzca un acercamiento.