Elecciones EE.UU. Donald Trump o Kamala Harris: ¿Qué candidato a presidente será mejor para la bolsa y la economía?
El magnate podría continuar en la senda de bajadas fiscales de su primer mandato, pero su promesa de aranceles despierta temores entre los inversores
Las elecciones norteamericanas están cada vez más próximas. Y llegan en pleno cambio de escenario, después de que la Reserva Federal (FED) americana haya optado por bajar los tipos de interés medio punto esta misma semana, iniciando un ciclo de recortes. Un retroceso mayor de lo esperado que en parte se justifica por el calendario ante la cercanía de la cita electoral, el 5 de noviembre, con la próxima reunión del supervisor bancario, el 6 y 7 de noviembre, hubiera podido despertar suspicacias.
Jerome Powell evita así cualquier posible suspicacia. Lo hace a costa de adelantar los recortes de tipos, poniéndose así a la par del Banco Central Europeo, que en dos reuniones, junio y septiembre, ha recortado la tasa igualmente en medio punto. Ambos se adaptan así al panorama descendente de la inflación y cortan de raíz una posible recesión que llevará la economía hacia un aterrizaje suave, en palabras de Joan Bonet Majó, director de Estrategia de Mercados de Banca March.
«Venimos de tipos altos. Bajarán, pero no debemos tener vértigo», apunta Bonet Majó. Ahora bien, considera que«las expectativas de recortes de tipos descontadas por el mercado son demasiado precipitadas. Hay una discrepancia. El mercado sobreestima la velocidad de los recortes de tipos, está siendo demasiado agresivo el mercado», considera.
Bonet Majó sitúa como una de las grandes incógnitas del trimestre el resultado de las próximas elecciones americanas y su impacto en los mercados financieros. «Las elecciones de noviembre pueden también influir en la senda de bajadas de la FED», opina también Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión.
Mientras Trump aboga por prolongar los recortes impositivos puestos en marcha durante su anterior mandato, Harris aboga por incrementar Sociedades del 21 al 28 % y gravar las plusvalías no realizadas. A cambio, apuesta por no aumentar impuestos a aquellos que ganen menos de 400.000 dólares al año, lo que, según el instituto de investigación Brookings, le obligaría de facto a extender al menos algunas de las disposiciones de este paquete.
En concreto, los debates se centrarán en el final de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos (TCJA, por sus siglas en inglés). Aprobada en 2017, y prevista para expirar en 2025, incluye un aumento de las deducciones impositivas en el impuesto sobre la renta y en los tributos estatales y locales, además de un aumento de los créditos fiscales por cada hijo menor de 17 años y deducciones empresariales.
Trump vs. Biden: 39 normas frente a 65
También estará en discusión la modificación de la Inflaction Reduction Act (IRA), promulgada en 2022 para combatir la inflación y con importantes incentivos para las energías sostenibles. Y, por supuesto, los aranceles, dado que Trump aboga por elevarlos hasta el 60 % para los productos chinos, y fijarlos en el 10 % para los productos procedentes del resto del mundo.
«Eso en la práctica no suena muy bien y sería difícil de implementar», considera el experto de Banca March. «Nuestra conclusión es que a nivel interior un republicano sería mejor, pero desde luego Trump no sería muy bueno para el comercio global. Desde luego, la UE y China no saldrían muy bien favorecidos», abundó, en un reciente encuentro con medios de comunicación.
Otro punto clave será la regulación, un tema puesto también en la picota en Europa por el informe Draghi, que apunta a los excesos regulatorios europeos como una de las causas de la pérdida de peso del Viejo Continente en el mundo. Al respecto, baste un dato: mientras que con Trump se aprobaron 39 nuevas normas de alto impacto al año, durante la legislatura de Biden la cifra ha escalado hasta las 65.