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Carlos Cuerpo y José Luis Escrivá, en una rueda de prensa del Consejo de Ministros.EFE

La mala relación entre Cuerpo y Escrivá sale por fin a relucir tras la extraña injerencia en el Banco de España

Las desavenencias entre ambos, existentes desde hace tiempo, y también con Nadia Calviño, pueden seguir creciendo

La mala relación entre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, se ha hecho aún más patente a raíz del encuentro entre el primero y la consejera Judith Arnal, a quien animó a dimitir de nuestro banco central para poder poner a otra persona en su lugar.

Aunque Cuerpo se empeñó en calificar como «idóneo» a Escrivá para el puesto de gobernador, fuentes conocedoras señalan que la relación entre ambos es muy mala, como también lo era entre Escrivá y Nadia Calviño. La ex ministra de Asuntos Económicos no quiso que el nuevo gobernador fuera ministro de Economía, y desde entonces la tiene aún más enfilada.

Lo que es más extraño es la entrada en esta ecuación de Judith Arnal. La consejera del Banco de España era jefa de gabinete de Nadia Calviño cuando esta era ministra, y en ese momento Carlos Cuerpo era secretario general del Tesoro. Todos formaban parte del mismo equipo, y la relación entre ellos era excelente. De hecho fue Calviño quien propuso a Arnal como consejera y a Cuerpo como ministro.

Por todo ello a diversas fuentes les parece muy extraño que Cuerpo haya llamado a su excompañera Arnal para que dimita. Las razones para que lo haya hecho pueden ser dos: que todo responda a una maniobra propagandística del Gobierno para reforzar la imagen de independencia de Escrivá (que ha actuado negándose a la dimisión de Arnal que le piden desde el ministerio saltándose la Ley); o que Moncloa ha impuesto la decisión a Cuerpo, algo que encajaría también con la idea que transmiten algunas fuentes de que las políticas se imponen desde Moncloa y los ministros son meros seguidores de ellas. De hecho, se dice que el peso político de Cuerpo es cero.

Sea lo que sea, el ministro tendrá que explicar su intento de modificar el consejo de gobierno del Banco de España sin que existan las razones legales previstas en la Ley de Autonomía de la entidad para despedir a un consejero y sin aparentemente haberlo hablado con Escrivá, ya que es una injerencia grave en esta institución que está dentro del Banco Central Europeo (BCE).