La semana económica
El PNV, muy pendiente de las decisiones de Moncloa sobre sus intereses en la CNMC, las energéticas o Talgo
Aunque se les ha relacionado con Telefónica, les interesan más otras cuestiones
Esta semana salía publicado en el medio digital Hispanidad el supuesto interés del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en ocupar puestos de relevancia en el organigrama de Telefónica. Según este medio, la idea sería que Laura Abasolo, directora financiera y número tres de la compañía, ascendiera a consejera delegada en sustitución del catalán Ángel Vilá, y que el licenciado en Deusto Sergio Oslé pasara a ser presidente de Telefónica de España como relevo de Emilio Gayo.
El medio apuntaba que los nombramientos serían el pago de Moncloa al PNV por darle su apoyo, pero la operación no está nada clara. Abasolo está casada con Antón Arriola Boneta, presidente de Kutxabank e hijo de Inmaculada Boneta, que fue diputada del PNV tras las primeras elecciones democráticas, pero eso no quiere decir nada. Abasolo, que es una gran profesional, lleva en Telefónica desde el año 1999.
Tampoco se conoce conexión de Oslé con el PNV. Por otra parte, las empresas que cotizan en mercados como Telefónica pueden buscar ciertos enlaces con el Gobierno, pero no les interesa que estén demasiado expuestos políticamente porque los reguladores pueden llamarles la atención. Un ejemplo es la distancia que ha marcado Josu Jon Imaz con el PNV desde que es consejero delegado de Repsol.
Fuentes cercanas al PNV confirman que no les interesa Telefónica
Fuentes cercanas al PNV confirman a El Debate que Telefónica no les interesa nada, pero sí están pendientes de otros frentes económicos. Lo que más les interesa es su presencia en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y en la futura Comisión Nacional de la Energía (CNE), si finalmente se aprueba y se pone en marcha. Como es conocido, Iberdrola tiene la sede social en el País Vasco y Petronor, filial de Repsol, es la principal contribuyente a la Hacienda Foral de Vizcaya. Por estos motivos, al PNV le interesa mucho estar en los organismos reguladores para defender los intereses de estas empresas. En la CNMC ya tiene un consejero, y en la CNE espera estar si sale adelante.
En esta línea, el PNV está muy pendiente de si se prorroga o no el impuesto a las empresas energéticas. La revisión o no de la prórroga de este impuesto aún no ha sido planteada por el Gobierno, pero, si se planteara, el PNV tendría que mojarse. Según fuentes bien informadas, la revisión del impuesto podría plantear dejar fuera de él a las empresas con predominio de producción de energía renovable y se centraría en las que tienen una mayoría de producción con combustibles fósiles, que básicamente son Naturgy, Cepsa y Repsol. Es una idea que está en el ambiente.
La prórroga o no del impuesto a las empresas energéticas podría hacer que el PNV tuviera que mojarse
En cuanto a otras empresas, el partido aún liderado por Andoni Ortuzar tiene interés en Talgo. Primero intentaron fusionarla con la vasca CAF, que no quiso. Después probaron con Ingeteam, que también se negó. Cabría la posibilidad de que el Gobierno Vasco invirtiera en Talgo, pero seguiría existiendo el problema de la ausencia de un socio industrial.
El PNV se ha visto también sobresaltado recientemente por la noticia de que Moncloa ha pedido al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que les abra un hueco a ellos o a Bildu en el consejo del Banco de España. Si se lo dan a Bildu, el PNV lo vetará.
Mientras el PNV está pendiente de sus intereses empresariales, el Gobierno sigue moviéndose para impulsar los suyos. Todo apunta a que tratará de tener un tercer consejero en Telefónica. Probablemente será Carmen Artigas, ex secretaria de Estado de Digitalización y gran amiga de Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez. Todo dependerá de lo que decida el Gobierno, que sigue siendo quien manda en la compañía a través de tres personas: Javier de Paz, el hombre de Zapatero en la firma desde hace dieciséis años y ahora también de Sánchez, y que cada vez parece más inverosímil que salga de ella, como se ha publicado en algunos medios; Eduardo Navarro, director de Estrategia y Asuntos Corporativos y hombre de Lula da Silva en España; y Rosauro Varo, nuevo hombre fuerte de la firma.
Parece descartado que el Gobierno vaya a tener cuatro consejeros en Telefónica, como se ha publicado en algún medio. Serán tres o dos, si Javier de Paz finalmente sale. CriteriaCaixa, accionista principal de Telefónica junto con la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), no se resistirá a que el Gobierno tenga un consejero más. Tampoco BBVA, que aunque tenga un 4,8 % de las acciones, no participa para nada en la gestión de la compañía.