Fundado en 1910
Fernando Rayón
Fernando Rayón

La solución de Talgo pasa por amarrar al PNV en lo que quede de legislatura

La clave estará en la participación que tome la SEPI… que será la que decida el Gobierno. Invertir en empresas para salvar la legislatura. Todo un síntoma de donde estamos

Actualizada 09:22

Tren de Talgo en Alemania.

Tren de Talgo en Alemania.Sergio García Moñibas

La empresa vasca Sidenor comunicó esta semana al Consejo de Administración de Talgo que está dispuesta a hacerse con una participación mayoritaria de su empresa, llegando incluso el 100 %. Al Gobierno español le ha faltado tiempo para bendecir la compra. Como consecuencia, la acción de Talgo se revalorizó hasta los 3,82 euros por título, lejos aún de los 5 euros que puso sobre la mesa el consorcio húngaro Ganz Mavag en la OPA que vetó el Gobierno a finales de agosto.

Pero Sidenor se lanzó a la compra del 100 % con dos condiciones: que el Gobierno apoyara económicamente la operación y dos, que el Gobierno Vasco hiciera lo propio. Como dicen los expertos, ¡así cualquiera! En caso contrario, el fabricante de aceros especiales se quedaría con un 29,9 %; siempre que el Gobierno español ponga un 5 % y el Vasco otro 5 %. Veremos.

José Antonio Jainaga, el presidente de la acería vasca, llevaba tiempo buscando diversificar su negocio. Actualmente está concentrado peligrosamente –más de un 70 %– en la automoción. Y ya sabemos que el mercado automovilístico está raro con lo de los híbridos, eléctricos y los aranceles a los fabricantes chinos. Por eso ha visto en las necesidades del Gobierno y de los accionistas de Talgo una oportunidad para hacerse con la empresa y cambiar su modelo de negocio. El fondo estadounidense Trilantic, con casi el 30 % de Talgo es el más interesado en vender, pero también Torreal, la sociedad de inversión de la familia Abelló, y otro tanto la familia Oriol. El empeño del Gobierno español en cargarse la OPA de Ganz Mavag y empeñarse en el comprador de pega checo Skoda, les ha hecho exigir ahora que la compra sea por el 100 % del capital y visto lo visto, podrían salirse con la suya.

El Gobierno vasco, dispuesto a sacar tajada de la operación, ya ha dicho que «valora positivamente que exista una carta oficial de interés por parte de un empresario vasco de acreditada trayectoria industrial para la adquisición total o parcial de Talgo». Y por si había dudas, el lehendakari Imanol Pradales «muestra su disposición a favorecer la operación, siempre que la misma conlleve un proyecto industrial sólido y de futuro que favorezca el arraigo de la empresa y el empleo industrial en Euskadi». Pero estos buenos deseos son algo más que una disposición. La operación ya estaba diseñada desde semanas.

Hace solo unos días, María Ubarretxena no tuvo más remedio que reconocer la existencia de «conversaciones discretas» en el caso de Talgo

A principios de septiembre la portavoz del Gobierno Vasco ya empezó a hablar de que estaban dispuestos a repetir con Talgo la operación que habían hecho hace tiempo con ITP Aero, una empresa en la que compraron el 6 % a través del fondo público Finkatuz. Pues bien, hace solo unos días, la misma portavoz, María Ubarretxena, no tuvo más remedio que reconocer la existencia de «conversaciones discretas» en el caso de Talgo. Y añadió algo más: «Tiene que haber un socio industrial con un plan industrial sólido y de futuro». «Si se dan esas condiciones, el Gobierno vasco analizará y acompañará, en su caso (…). Por lo tanto, a favor de la industria en Euskadi y a favor del empleo en Euskadi». Mucho socio industrial y mucho Euskadi como ven. Y efectivamente, la operación ya estaba diseñada a través de Finkatuz, con el que el Ejecutivo de Vitoria también entró en la ferroviaria CAF con un 3 % y un puesto en el consejo de administración.

Imagínense al Gobierno Vasco controlando los trenes y ahora las locomotoras. Solo les falta que se acabe el AVE del País Vasco y Navarra e ir sustituyendo vagones a precio de oro en el resto de España. Como a Óscar Puente no le funcionan ni los túneles, ni las locomotoras, ni le entregan los vagones… El cupo vasco va a ser una broma comparado con la nueva empresa estratégica vasca. Vasca porque Talgo tiene una planta de fabricación en Rivabellosa (Álava) con 700 empleados además de la de Las Matas, en Madrid, donde trabajan otros 500 más.

Como a Carlos Cuerpo lo tienen castigado después de la cagada –con perdón– del Banco de España, ahora han sacado del fondo de armario a Hereu, que para eso es ministro de Industria y Comercio

Y donde también están felices es en Moncloa. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo armado del Gobierno, no quería comprar el 100 %, fundamentalmente por falta de liquidez, pero habrá que sacar el dinero de donde sea. Los cinco votos del PNV son fundamentales para Pedro Sánchez y decisivos en esta y en las próximas batallas. Por eso ha salido uno de los ministros fantasma del Gobierno, Jordi Hereu, valorando «muy positivamente el que gente con una gran tradición industrial apueste e invierta como grandes accionistas de Talgo». Como a Carlos Cuerpo lo tienen castigado después de la cagada –con perdón– del Banco de España, ahora han sacado del fondo de armario a Hereu, que para eso es ministro de Industria y Comercio.

Queda para el futuro saber cómo Talgo se enfrenta a unos contratos, valorados en más de 4.000 millones de euros, pero imposibles de asumir con las fábricas actuales trabajando a tope. Será necesario construir nuevas plantas, pero muy distintas a las que el Ministerio de Transportes quería prestar y que posee Adif en toda España. Aquí también va a hacer falta dinero. El Consejo de Talgo ya ha dicho que eso no soluciona ningún problema.

Y a la capacidad de fábrica habría que añadir la fuerza comercial. Pero ahí también tenemos al Gobierno español preparándose diplomáticamente para lo que haga falta. Si nos hemos convertido en el octavo exportador mundial de armas –en Indra lo saben muy bien– ¿por qué no vamos a vender también tecnología y aves en el mundo? Talgo ya tenía negociaciones abiertas con Polonia y es fácil cambiar cromos con otros países de Europa, ahora que fabricar trenes se ha convertido en algo estratégico. La clave estará en la participación que tome la SEPI… que será la que decida el Gobierno. Invertir en empresas para salvar la legislatura. Todo un síntoma de donde estamos.

comentarios
tracking