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Un panel de viajes cancelados de tren, en una imagen de archivoEuropa Press

El tiempo de retraso en los trenes de alta velocidad ha aumentado un 21 % desde que gobierna Sánchez

Tres de cada diez trenes de Renfe sufrieron retrasos en 2023, el doble que antes de la pandemia y que las demoras de Ouigo e Iryo en ese mismo año

La noche de este sábado en la estación de trenes de Atocha (Madrid) ha estado marcada por el caos y la confusión tras el descarrilamiento de un tren vacío que interrumpió el tráfico ferroviario entre Puerta de Atocha y Chamartín, provocando largas demoras y la paralización de múltiples servicios de alta velocidad. De hecho, Renfe tuvo que cancelar el domingo 22 servicios entre Madrid, Comunidad Valenciana y Murcia, y modificar otros 26, viéndose afectados 13.700 pasajeros.

Este caos ferroviario no pilla por sorpresa a nadie, porque las incidencias en la red ferroviaria española son noticia día sí y día también. Para Óscar Puente, el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, el colapso que sufre el sistema ferroviario es consecuencia de la falta de inversiones antes de la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa, y también achaca esta situación a Talgo, la empresa responsable de los Avril que tantos fallos han provocado.

Pero la realidad es que antes de que la compañía ferroviaria recibiera este tipo de trenes, Renfe era el operador que más retrasos sufría en los servicios de alta velocidad. En torno al 7 % (6,95 %) de los trenes tenían demoras superiores a los 15 minutos, mientras que en Iryo y Ouigo ese tiempo disminuyó al entorno del 5 % (4,95 % y 4,89 % respectivamente), según refleja el Balance de la Liberalización Ferroviaria del año 2023 publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

De acuerdo con la información que aporta el sistema de incentivos, el número de trenes retrasados más de 15 minutos en los servicios comerciales de alta velocidad se ha incrementado en 5 puntos porcentuales y el tiempo de retraso promedio ha aumentado un 21 % en 2023 con respecto a 2019 –primer año completo de Pedro Sánchez en el Gobierno–.

Renfe vs. Ouigo e Iryo

Si nos fijamos en Renfe, tres de cada diez trenes sufrieron retrasos en 2023, el doble que antes de la pandemia, según se refleja en el Informe de Gestión de Renfe. El 25,76 % de los trenes de Alta velocidad y de Larga Distancia operados por Renfe sufrieron hasta una hora de retraso, una cifra que es casi el doble que la de 2019. Las incidencias más graves –aquellas que implican retrasos superiores a una hora– casi se han duplicado.

En los trenes de media distancia o Avant la situación no mejora porque, en total, el 29,77 % de los trenes llegaron con retraso, casi diez puntos más que antes de la pandemia.

Desde la CNMC consideran que en la mayoría de los casos todas las operadoras del sistema ferroviario español –Renfe, Ouigo e Iryo– son los culpables de estos retrasos, y que se acaban perjudicando unas a otras. «El 63 % de los trenes retrasados lo son por causas de responsabilidad de las empresas ferroviarias, debido a problemas con el material rodante o a decisiones comerciales», asegura el Balance de la Liberalización Ferroviaria del año 2023 de la CNMC.

Lo cierto es que las demoras en el caso de Renfe son muy superiores a las registradas en Ouigo e Iryo. El 16,71 % de los trenes del operador francés (Ouigo) llegaron, en 2023, con retraso, la mitad que en Renfe. Una cifra similar se registra en Iryo: el 14,75 % de los trenes de la compañía italiana llegaron el año pasado con retraso.

Compromiso de Puntualidad

En 2023, Renfe recibió 353.665 reclamaciones, casi un 87 % más que en 2019. Además, las devoluciones e indemnizaciones automáticas casi se duplicaron desde antes de la pandemia, pasando de 783.762 a 1.364.997. De hecho, la compañía dirigida por Raül Blanco reconoció que en 2023 se abonaron 42 millones de euros en indemnizaciones por retraso, aunque si todos los viajeros que tenían derecho a ella la hubieran pedido, el importe habría llegado incluso a los 60-70 millones de euros.

Esto obligó a la compañía a modificar su política de puntualidad. Hasta el pasado 1 de julio, Renfe tenía condiciones más ventajosas que las actuales. Hasta esa fecha abonaba el 50 % del billete de alta velocidad o larga distancia cuando el retraso superaba los 15 minutos y el 100 % del precio si era mayor de 30 minutos.

Con este nuevo sistema, las compensaciones pasan a ser del 50 % para retrasos de más de 60 minutos y del 100 % para aquellos superiores a 90 minutos, en las mismas condiciones que establece la norma general.

AVE, Avlo, Alvia, euromed, intercity y larga distancia

  • Retraso igual o superior a 60 minutos: devolución del 50 %
  • Retraso superior a 90 minutos: devolución del 100 %

Avant

  • Retraso superior a 15 minutos: devolución del 50 %
  • Retraso superior a 30 minutos: devolución del 100 %

Media distancia

  • Retraso superior a 15 minutos: devolución del 25 %
  • Retraso superior a 30 minutos: devolución del 50 %
  • Retraso superior a 60 minutos: devolución del 100 %

regional y regional express

  • Retraso superior a 30 minutos: devolución del 25 %
  • Retraso superior a 45 minutos: devolución del 50 %
  • Retraso superior a 60 minutos: devolución del 100 %

Además de la posibilidad de reembolso en metálico (o a la tarjeta bancaria) actual, Renfe suma otras dos: la devolución del 200 % del importe al que se tenga derecho en función de la demora, pero en puntos, a los que ha llamado «renfecitos», a través de la tarjeta de fidelización Más Renfe, para usar en otros viajes.

La tercera posibilidad es la compensación en un vale de compra para otro billete, con la que el reembolso en euros será el equivalente al 150 % del importe indemnizable tanto para retrasos de 60 minutos como para los superiores a 90 minutos.