La semana económica
Los saudíes ganan poder en Telefónica coincidiendo con la salida de Javier de Paz, el hombre de Zapatero en la compañía
El consejo de administración y el comité de dirección, los órganos que mandan en la empresa, serán renovados para dar un impulso a la firma. Empieza una nueva era marcada por el peso de los árabes y el PSOE.
Trece meses después de que Saudi Telecom Company (STC) invirtiera 2.100 millones de euros para hacerse con el 9,9 % de Telefónica y provocara un gran revuelo en nuestro país, finalmente se le ha autorizado a que llegue a ese porcentaje, ya que el 5 % estaba pendiente del permiso por parte del Ministerio de Defensa. Telefónica gestiona datos y comunicaciones sensibles, y el Gobierno parecía querer asegurarse de que podía fiarse de los saudíes.
Al parecer ha considerado que puede fiarse, y el ascenso de la participación de los saudíes al 9,9 % de Telefónica se aprobará definitivamente dentro de dos consejos de ministros, según han asegurado a El Debate fuentes conocedoras del proceso.
Con ello los saudíes se situarán entre los principales accionistas de Telefónica, ligeramente por debajo del 10 % que tienen el Estado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y CriteriaCaixa, la sociedad que gestiona las inversiones empresariales de la Fundación La Caixa.
Javier de Paz saldrá hacia la Fundación Telefónica cobrando en principio lo mismo que como consejero: 611.000 euros
La jugada significa que el consejo de administración de la compañía va a cambiar. No solo lo hará porque tendrá que entrar un representante de STC. También porque el presidente de la firma, José María Álvarez-Pallete, aprovechará para remodelarlo y para cambiar el comité de dirección.
Como ya contábamos en este artículo, quien manda en Telefónica es el Gobierno a través de la SEPI. Rosauro Varo es ahora su hombre fuerte y quien mueve los hilos, y Carlos Ocaña es quien actúa en el consejo de administración. Varo es vicepresidente de Movistar Plus, hijo de la ex diputada andaluza Amalia Rodríguez, íntima amiga de María Jesús Montero, y amigo también de Javier Hidalgo, ex consejero delegado de Air Europa relacionado con Begoña Gómez. Varo sacó adelante Pepephone con Javier Hidalgo. El vicepresidente de Movistar Plus está bajo la lupa de la unidad antifraude de la Guardia Civil (la UCO) por algunos de sus negocios, según escribía hace unos días Jesús Cacho en Vozpópuli, y eso puede mermar su posición.
Por su parte, Carlos Ocaña, el economista que ayudó a Pedro Sánchez con su tesis, sigue creciendo en peso en Telefónica tras entrar en mayo en el consejo de administración. En él y en Rosauro Varo se apoyará sobre todo el Gobierno, pues ya se ha comunicado a Javier de Paz que saldrá del consejo de administración. El hombre al que puso José Luis Rodríguez Zapatero en el consejo hace dieciséis años abandona su puesto enfadado, pero algo menos, porque en principio seguirá cobrando lo mismo en la Fundación Telefónica (en 2023 percibió 611.000 euros: era el consejero de Telefónica mejor pagado).
Junto a Varo y Ocaña está por ver si el Gobierno también consigue colocar en la compañía a Carmen Artigas, ex secretaria de Estado de Digitalización y gran amiga de Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez. Podría ir al consejo de administración.
Los vascos Sergio Oslé y Laura Abasolo podrían subir posiciones en el organigrama
Los movimientos del PSOE dentro de Telefónica parecen muchos, pero aún hay más. Tras la salida de Javier de Paz, su sustituto en el consejo podría ser Sergio Oslé. Quienes no le aprecian mucho dicen que no es un gran trabajador, pero es muy cercano a Rosauro Varo, es vasco y próximo al PNV. Sustituiría a Emilio Gayo al frente de Telefónica España.
El Gobierno también premiará a los vascos, según fuentes conocedoras, con el ascenso a número dos de la compañía de Laura Abasolo, actualmente número tres y directora financiera de la firma. Sustituiría en su puesto y en el consejo de administración al catalán Ángel Vilá. Con ello aumentaría la cuota femenina en el consejo, que ahora anda algo escasa. Abasolo está casada con Antón Arriola Boneta, presidente de Kutxabank e hijo de Inmaculada Boneta, que fue diputada del PNV tras las primeras elecciones democráticas. Lleva en la compañía desde el año 1999, cuando entró para trabajar en Terra, el desaparecido portal de Internet de Telefónica. La trajo César Alierta. Curiosamente siempre ha trabajado desde Bilbao, algo que muchos en Telefónica nunca han entendido.
Los cambios en el consejo se avecinan, y pueden traer también la salida de José María Abril, que representa a BBVA. El banco tiene un 4,8 % de las acciones de la compañía, y podría quedarse sin representación al entrar nuevos componentes como los saudíes. También se contempla que puedan salir algunos de los miembros más veteranos, pues se considera que ya no aportan tanto a la empresa.
Álvarez-Pallete acometerá la remodelación del consejo de administración y del comité de dirección en no mucho tiempo, si le deja la SEPI. Con ello podrá demostrar que sigue con fuerza al mando de la compañía y liderando el plan estratégico de una firma con muchos desafíos, entre los que resaltan problemas importantes en Argentina y Perú, un mercado alemán que no va especialmente bien, al igual que el inglés, y un mercado español que a ver cómo evoluciona. De momento a la compañía no le va mal en nuestro país, y ahora la incógnita será ver cómo se entienden la SEPI, CriteriaCaixa y los saudíes con Álvarez-Pallete al frente de la nave, si es que no le dan una sorpresa desagradable y le sustituyen. De momento el presidente está haciendo sus deberes: aunque no se ha publicado en ningún sitio, fuentes bien informadas confirman que los saudíes no solo vieron a ministros en su reciente visita a España, sino que también se vieron con él. El nuevo plan parece que ya está en marcha.