«Es nuestro momento»: unos contando víctimas y otros diseñando estrategias para los Presupuestos

Seguíamos tan impactados con lo de Valencia que, aunque ya estamos acostumbrados a todo, las anotaciones en su cuaderno de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que vimos en una de sus reuniones sobre la DANA, nos devolvieron a la realidad. «Es nuestro momento» decía. Unos contando víctimas y otros diseñando estrategias de futuro. Pero es lo que hay… y es bueno que sepamos donde estamos. También Carlos Mazón, al que muy probablemente acusen mañana de haber nombrado al jefe de la Sección de Delitos Económicos de Madrid y haber ayudado a emparedar los 20 millones que tenía en su casa. Al tiempo.

Pero mientras el Gobierno se dedica a lo suyo: al fango, la vida sigue. Y también la economía con novedades de calado. La primera es que en apenas unos días la CNMC decidirá sobre la OPA del BBVA al Sabadell. Y la segunda es que el otro organismo regulador, la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) cambiará de Presidente. Rodrigo Buenaventura se incorpora como secretario general al Iosco, la organización mundial de las comisiones nacionales de los mercados de valores. Los dos años que el Gobierno podía haber prolongado su mandato se quedan en nada: antes del 16 de diciembre, Carlos Cuerpo deberá sustituirlo; posiblemente por Montserrat Martínez Parera, la actual vicepresidenta de la CNMV.

Estos cambios son relevantes porque antes de esa fecha, la CNMV podría también decidir sobre la OPA del BBVA y, como hemos dicho, esta próxima semana, lo hará la CNMC en una primera fase. «¡Atenta la compañía!» que decía Juan Pablo Colmenarejo. Pero mientras tanto, y sin querer ser exhaustivos, conviene recordar que en la etapa Buenaventura, la CNMV bendijo la entrada del Gobierno tanto en Indra como en Telefónica. ¿Y ahora que puede pasar con la OPA del BBVA? Pues que mucho me temo que Competencia ponga tantas condiciones al banco de origen vasco que este decida suspenderla. Algo así vino a decir Onur Genç, el CEO del BBVA, cuando le preguntaban por los tiempos que podían llevar la OPA hasta la primavera de 2025. No está el banco para muchas bromas con lo que se le viene encima en México y Donald Trump.

Por cierto que la elección del empresario como nuevo presidente de Estados Unidos va a tener muchas repercusiones para España, pero una inmediata: el incremento de 10.500 millones en el presupuesto español de Defensa. Trump ya advirtió en su campaña que retiraría el apoyo a los países de la OTAN que incumplieran el compromiso de destinar un 2 % de su PIB al gasto militar. Y España, aunque ha hecho algún esfuerzo, sigue siendo el país de la Alianza que está a la cola de esta directriz. No quiero ni pensar lo que tendría que compensar Pedro Sánchez a sus socios de investidura para que le apoyaran en esta medida. Pero como decía al principio, hemos visto ya tantas cosas…

Como puede verse, la negociación de los Presupuestos, sigue adelante como pedía Ana Redondo. Y siguen los movimientos empresariales para colar lo que puedan en este mercado persa que cada vez es más chino. Chino por lo barato, no crean ustedes. El último movimiento ha sido el de los bancos que no se conforman con su impuestazo. Y claro, el más activo es Caixabank, que ha aprovechado el trámite parlamentario para decirles a Junts que quiten el gravamen o, al menos, reduzcan los tipos impositivos. Las relaciones de Carles Puigdemont con el banco catalán se encargan del resto. Y algo parecido pasa con el PNV que, aunque tampoco quieren ser convidados de piedra en la negociación, ya advierten que su pacto con el PSOE es firme, pues incluye, en sus acuerdos con las diputaciones vascas, que el Gobierno les permita bonificarlo y que no sufran ni el BBVA ni Kutxabank.

Lo de «reducir los tipos impositivos» tiene su historia, pues en el pacto del PSOE con PNV y Junts no solo se impuso un tipo impositivo mínimo para las multinacionales, sino que se estableció un sistema progresivo para los bancos que tienen más negocio en España. Empezaba en el 1 % para los primeros 750 millones, que se convertía en un 6 % a partir de los 3.000 millones. Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank ha llamado a este impuesto la «tasa Caixabank» pues es la entidad que más dinero mueve en el mercado español y, por ende, la que más impuestos paga. Y encima les hace sus favores al Gobierno…

Ya verán como al final los ricos pagan lo que quieran y el resto pagaremos incluso lo que no tenemos

Pues bien, y aunque en esto de los dineros no hay profecías posibles, me atrevo a decir que al final los partidos nacionalistas conseguirán lo que los bancos les piden: que, como ocurre en el resto de Europa, esta nueva tasa se imponga a los ingresos y no a los beneficios. Ya verán como al final los ricos pagarán lo que quieran y el resto pagaremos incluso lo que no tenemos.

Y algo similar pasará con las pequeñas y medianas empresas. Los aranceles que prometió Trump están al llegar. Si usted no tiene una tecnológica o no se dedica a la defensa, le sugiero que vaya buscando mercados alternativos. Recuerde que Volkswagen ya anunció un recorte histórico en fábricas y personal y, tras la victoria de Trump, las acciones de BMW, Volkswagen, Mercedes-Benz y Porsche cayeron entre un 5,2 % y un 7,7 % solo en la jornada del miércoles pasado. Otras joyas de la corona industrial alemana como BASF, Bosch y Bayer también han anunciado fuertes recortes en su plantilla.

Y, por si éramos pocos, se deshace la coalición de gobierno en Alemania y se prevén nuevas elecciones. El cohete de Sánchez empieza a griparse a toda velocidad.