BBVA y Sabadell o cómo cargarse una opa por aburrimiento
La decisión de la CNMC debía haberse producido un mes del anuncio de la OPA, pero aquel mes se convirtió en cuatro
Hay muchas formas de cargarse una OPA, pero sin duda la más efectiva es retrasarla hasta que el que la pone se canse y se vaya a su casa. Es la estrategia del Gobierno y de la CNMV, esta vez utilizando a la CNMC. Ayer la Sala de Competencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acordó pasar a segunda fase la operación de concentración entre el BBVA y Banco Sabadell, que implicará nuevos estudios y análisis en profundidad que, en el mejor de los casos, concluirían en una resolución en 2025.
El comunicado de la CNMC señala que «a la vista de las circunstancias de la operación y su afectación potencial al mantenimiento de la competencia efectiva, la Sala de Competencia ha resuelto, en aplicación del artículo 57.2.c) de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia, profundizar en el análisis del expediente en la segunda fase del procedimiento».
Profundizar dice la CNMC pues «el sector económico afectado por la operación es el financiero, especialmente el de servicios bancarios y el de servicios de pagos», y además «las partes están simultáneamente presentes en el mercado de producción y distribución de seguros, en el de fondos y planes de pensiones y en el mercado de gestión de activos». Pues si después de cuatro meses la CNMC se ha percatado de que la OPA afecta al servicio de pagos y al mercado de seguros es que merecen ser contratados por Agatha Christie para colaborar con Hércules Poirot en su nueva novela desde el Cielo.
La decisión de la CNMC debía haberse producido un mes del anuncio de la OPA, pero aquel mes se convirtió en cuatro. En estos encuentros en la segunda fase, el plazo es de tres meses, pero ya saben que estos plazos se los pasa Competencia por donde quiere. Es pertinente recordar que en las dos anteriores concentraciones bancarias -la de CaixaBank con Bankia y la de Unicaja con Liberbank- la CNMC decidió en la primera fase. Pero claro, eran otros actores y, sobre todo, el Gobierno –posicionado en contra de esta OPA desde el minuto uno– pueden seguir poniendo nuevas condiciones gracias al Ministro de Economía y al Consejo de Ministros.
¿Y ahora que? El BBVA ha dicho que «continuará colaborando estrechamente con la CNMC para culminar cuanto antes el acuerdo de compromisos y la aprobación del expediente». Es decir, que se va a pensar si tira la toalla. Cuando anunciaron su OPA se dieron un plazo de entre seis y ocho meses para lograr todas las autorizaciones y, de momento, no tienen nada.
Por no tener, ni siquiera la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó el folleto para el lanzamiento de la OPA pues su presidente, Rodrigo Buenaventura, quiso esperar a la decisión de Competencia. Ahora podrá esperar en su nuevo cargo internacional y que el que venga arree… si es que al BBVA aún le quedan ganas de pegarse con todos menos con la libertad de mercados