Estas son las dos condiciones del PP europeo para apoyar el nombramiento de Teresa Ribera en Bruselas
La vicepresidenta tercera del Gobierno comparecerá en Congreso de los Diputados el miércoles 20 de noviembre para dar explicaciones sobre su gestión en la DANA
El Partido Popular Europeo (PPE) ha aceptado apoyar la candidatura de Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea y responsable de Transición Limpia, Justa y Competitiva con dos condiciones: que la actual vicepresidenta tercera de España y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de las explicaciones pertinentes en el Congreso de los Diputados sobre la gestión de la DANA y que se comprometa a dimitir si es imputada por la misma.
EL PPE ha asumido así el discurso nacional de los populares españoles, que el martes ya elevaron a nivel comunitario sus críticas a la gestión de Ribera, a quien acusan de inacción y de estar más centrada en pasar su examen ante el Parlamento Europeo que en ocuparse del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
La líder del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat, ya pidió a Ribera durante su audiencia que aclararse si dimitirá como responsable en el Ejecutivo comunitario si llega a verse «involucrada judicialmente». «Estoy segura de que la historia, y quizás también los jueces, la juzgarán por su inacción y su incompetencia», ha remachado la eurodiputada popular, quien le ha afeado que tras la catástrofe haya optado por permanecer «escondida» en Bruselas en lugar de comparecer en el Congreso para explicar la situación.
También el portavoz del PPE en el examen, el alemán Markus Ferber, afeó a Ribera que haya tenido palabras de solidaridad con las víctimas en el Parlamento europeo mientras rehúye la comparecencia ante el español, unos reproches a los que se sumaron, además, otros populares europeos como el italiano Fulvio Martusciello o el francés François-Xavier Bellamy, entre otros.
Frente a estas criticas, la vicepresidenta tercera del Gobierno informó que acudirá al Congreso de los Diputados el miércoles 20 de noviembre, tal y como anunció en la noche del lunes, para dar explicaciones y argumentó que antes no fue posible porque no hubo actividad parlamentaria la pasada semana y esta debía estar en Bruselas para comparecer ante la Eurocámara.
El bloqueo sobre Ribera ha causado un efecto cascada en el resto de nombramientos de vicepresidentes europeos. Se trata de Raffaele Fitto, propuesto por el gobierno de Giorgia Meloni para ocupar la cartera de Cohesión y Reformas; la estonia Kaja Kallas como Alta Representante de Política Exterior de la UE; la finlandesa Henna Virkkunen para Soberanía tecnológica, Seguridad y Democracia; la rumana Roxana Mînzatu para empleo, asuntos sociales y educación; y el francés Stéphane Séjourné para Estrategia Industrial y Prosperidad.
Este efecto cascada añade presión sobre Ursula von der Leyen, si bien, si finalmente la evaluación se produce la semana próxima, aún tendría margen para cumplir su objetivo de tener operativa la nueva Comisión el próximo 1 de diciembre. Tras la conclusión de las audiencias, la presidenta electa de la Comisión, Ursula von der Leyen, debe presentar a su equipo y su programa en sesión plenaria, seguido de un debate con los eurodiputados. La Comisión en pleno necesita la aprobación del Parlamento, por mayoría de los votos emitidos, mediante votación nominal. La votación está prevista en la sesión plenaria del 25-28 de noviembre en Estrasburgo. Tras recibir la aprobación del Parlamento, la Comisión debe ser nombrada formalmente por el Consejo Europeo por mayoría cualificada.