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Gautam Adani.AFP

Gautam Adani, el controvertido multimillonario indio acusado de fraude y sobornos por Estados Unidos

Gracias a una mezcla de contactos políticos, determinación y prácticas corporativas cuestionables, su crecimiento ha sido imparable con presencia en sectores como la energía, las infraestructuras o los medios de comunicación

El Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos ha acusado al conglomerado indio Adani Group, propiedad de Gautam Adani, de orquestar una trama de sobornos a funcionarios indios para defraudar a inversores estadounidenses.

Según la Fiscalía, Adani y otros ejecutivos pagaron 250 millones de dólares en sobornos para obtener contratos de energía solar con un retorno estimado de 2.000 millones de dólares en 20 años. Se trata de un duro golpe para uno de los empresarios más importantes de la India.

Nacido en una familia de comerciantes textiles de clase media de Ahmedabad, al oeste del país, Adani abandonó pronto sus estudios de Comercio para trabajar en el negocio de los diamantes. Posteriormente entró a trabajar con su hermano en una pequeña empresa de plásticos hasta 1988, año en el que lanzaría una compañía familiar que acabaría convirtiéndose en el actual conglomerado Adani Enterprises Ltd.

Su gran oportunidad llegaría siete años después, aprovechando el desmantelamiento del ‘Raj de licencia’, la compleja regulación estatal que había controlado el comercio durante décadas. Adani obtuvo una autorización para operar el puerto de Mundra, en el Golfo de Kutch, donde comenzaría a expandir su fortuna.

El siguiente punto de inflexión se produjo en 2001, con el ascenso al poder del controvertido Narendra Modi, que se convirtió en ministro principal de Gujarat, una región de 60 millones de habitantes. Adami se posicionó a favor del actual primer ministro cuando este fue acusado de mirar para otro lado durante los graves disturbios de 2002 que dejaron más de un millar de musulmanes asesinados. Desde entonces, se convirtió en su hombre de confianza.

El periodista James Crabtree lo resumía en el libro The Billionaire Raj como un «matrimonio de conveniencia». «El político obsesionado con megraproyectos y el ambicioso joven industrial, ambos volviéndose gradualmente indispensables el uno para el otro», señaló.

La victoria de Modi en las elecciones generales de la India en 2014 fue un nuevo impulso para Adami, que comenzó una reestructuración de su conglomerado para beneficiarse de los ambiciosos planes del nuevo primer ministro, que incluían grandes inversiones en infraestructuras de transporte y energía.

Gracias a una mezcla de contactos políticos, determinación y prácticas corporativas cuestionables, el crecimiento de Adani ha sido imparable con presencia en sectores como la energía, las infraestructuras o los medios de comunicación. Según Forbes, Adani tiene un patrimonio de 69.800 millones de dólares, lo que le convierte en la vigesimosegunda persona más rica del mundo y la segunda de la India por detrás del presidente de Reliance Industries, Mukesh Ambani.

Pero su figura también ha estado presente en varios escándalos. Según ha relatado el mismo, el día de Año Nuevo de 1998 fue secuestrado junto a un socio por hombres armados que exigían un rescate de 1,5 millones de dólares para ser liberado poco después. Una década después, quedó atrapado en el hotel Taj Mahal Palace de Bombay cuando fue atacado por terroristas, en un atentado que dejó más de 170 muertos.

En 2013, un informe de Hindenburg Research le acusó de «fraude descarado», afirmando que su conglomerado había participado en «un plan de manipulación de acciones y fraude contable a lo largo de décadas» gracias a la «indulgencia gubernamental». La investigación provocó la caída de las acciones de la empresa de Adani, aunque no tardó mucho en recuperarse. Habrá que ver si se recupera de las acusaciones de la Justicia estadounidense.