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El consejero delegado de Sabadell, César González Bueno, y Carlos Torres, presidente de BBVA.Lu Tolstova

BBVA y Sabadell aceleran la conquista de accionistas que se pongan a su favor en la operación de compra

Desde el 12 de noviembre está en marcha el reloj de los tres meses de tope para que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decida definitivamente sobre los riesgos para el mercado de la posible operación de compra hostil de BBVA sobre Sabadell. Las partes implicadas trabajan a toda máquina para acabar de convencer a los accionistas: el BBVA para que la operación salga adelante y Sabadell para que no lo haga.

En este contexto están surgiendo historias que pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado. La más reciente es la que ha intentado implicar al Banco Sabadell en una posible infracción de su deber de pasividad al supuestamente recomendar a varias asociaciones que no se retrasen en sus personaciones contra el BBVA en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según informaba El Mundo el domingo.

El Debate ha podido saber que esto no fue así. Lo único que ha habido ha sido una respuesta a una asociación que solicitó información al banco sobre cómo debía acudir a la personación, dónde debía hacerlo y les pidió un modelo de carta. Fuentes bien informadas señalan que quien filtró a El Mundo la información fue CECOT, una importante asociación de empresarios de la comarca catalana del Vallés cuyos miembros están, curiosamente, mayoritariamente en contra de la operación de compra.

Desde ámbitos financieros sospechan de la implicación de un miembro actual de la junta directiva de CECOT que antes fue directivo de BBVA. Al parecer este directivo pactó con Carlos Torres, el presidente de BBVA, las preguntas que se le harían en una reunión que tuvo lugar con los miembros de esta asociación, que no pudieron preguntar lo que quisieron. Se especula con que quizá este miembro actual de la junta directiva de CECOT y ex de BBVA pueda estar detrás del lío con la pregunta desde la asociación y la respuesta desde Sabadell.

El hecho es que el tiempo sigue corriendo, y el presidente de BBVA, Carlos Torres, está volcado en convencer a los empresarios catalanes de que la operación no supone ningún riesgo de reducción del crédito, que es su gran temor y su principal motivo de oposición a que se lleve a cabo la compra de Sabadell por parte de BBVA. Torres está viajando con cierta frecuencia a Cataluña para reunirse con diversos grupos.

Para Torres es muy importante que salga esta operación. Es su principal impulsor, porque sobre el banco planea la amenaza de lo que quiera hacer la presidenta Claudia Sheinbaum con las entidades financieras extranjeras en México, en donde está Bancomer, el banco que da a BBVA más del 50 % de su beneficio. Además, el banco turco Garanti hace tiempo que le da problemas por la inestabilidad del país. Necesita diversificar el negocio.

Por eso intensifica sus contactos, a la espera de que la CNMC decida si hay o no daño para la competencia, y por consiguiente, un posible encarecimiento del crédito para empresas y ciudadanos. Expertos financieros estiman que habrá daño sobre la competencia y sobre el empleo. Corroboran los temores de los empresarios de que normalmente en estos procesos, cuando el centro de decisión se aleja (que es lo que ocurriría si compra BBVA), las condiciones de los créditos empeoran.

Técnicos en el mercado afirman no ver daño en la competencia, salvo en algunas zonas. Creen más bien que el retraso en la toma de decisión de la CNMC tiene por objeto lanzar una señal de que se está estudiando concienzudamente una oferta de compra que ha sido lanzada de manera hostil por parte de BBVA y de la que está en contra el Gobierno. Piensan que Santander, CaixaBank y otros bancos podrían crear la oferta necesaria para competir la nueva entidad. Sin embargo, la realidad a día de hoy es que CaixaBank y una nueva entidad BBVA-Sabadell acapararían el 70 % del crédito que se concede en la actualidad en España. Sumándole Santander, llegarían al 74 %.

Si la CNMC aprobara la operación, aunque fuera con condiciones, al Gobierno no le quedarían muchos argumentos para vetarla, algo que podría hacer. La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, es conocida por no aceptar presiones, pero también es verdad que su cargo depende del Gobierno. Habrá que ver qué decisión toma al final; también si la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprueba el folleto de la operación o espera al dictamen de la CNMC, como todo apunta a que va a ser.

Si se pasaran estos filtros, tan solo quedaría que los fondos institucionales accionistas de Sabadell y los minoritarios decidieran si venden o no sus acciones a BBVA. Hasta el momento el argumento para no vender es que la prima inicial ofrecida por el BBVA prácticamente ha desaparecido, algo que es cierto, pero fuentes bien informadas aseguran que el banco presidido por Torres elevará al final la oferta entre un 10 % y un 20 % y les conquistará.