Lo que nunca te han contado sobre instalar placas solares en casa

La energía solar fotovoltaica ha ganado popularidad en los últimos años como una solución económica y ecológica para abastecer el hogar. Sin embargo, como explica Jesús Soto, ingeniero y experto en energía, optimizar una instalación solar requiere comprender bien el propio consumo eléctrico y tomar decisiones estratégicas. Desde estudiar el consumo horario hasta elegir los componentes adecuados, consejos esenciales para sacar el máximo provecho a esta inversión.

Patrón de consumo

Antes de instalar paneles solares, Jesús recomienda «realizar un análisis detallado de los hábitos de consumo». Es crucial saber en qué horas se concentra la mayor parte del uso energético para que la instalación solar se ajuste a las necesidades del hogar. Por ejemplo, «si nadie está en casa durante las horas de mayor producción solar (como la mañana y el mediodía), la instalación puede no ser tan rentable, ya que el exceso de energía tiene una rentabilidad económica muy baja».

Este análisis es especialmente importante para quienes buscan cargar un coche eléctrico. Jesús destaca que «si el coche se carga por la noche, cuando no hay producción solar, sería más conveniente negociar una tarifa eléctrica nocturna en lugar de depender exclusivamente de la energía solar». Para hacer una oferta personalizada, «el instalador debería analizar la curva horaria de consumo del hogar, es decir, la distribución del uso eléctrico durante el día». Esa curva horario es particular por lo que está protegida por la LOPD y debe ser el propio usuario el que la proporcione.

El tamaño de la instalación

Una instalación fotovoltaica debe estar dimensionada adecuadamente para maximizar el rendimiento. Según Soto, «los instaladores suelen recomendar paneles adicionales, ya que obtienen un margen por cada panel vendido». Sin embargo, él aconseja buscar un equilibrio: «evaluar cuánto cuesta la instalación inicial y ajustar el número de paneles a las necesidades reales».

Los instaladores suelen recomendar paneles adicionales, ya que obtienen un margen por cada panel vendido

Para hogares que requieran solo dos módulos, por ejemplo, «podría ser conveniente añadir algunos más para amortizar los gastos de legalización y montaje». Además, «el excedente de energía se puede compensar con la comercializadora, lo que ayuda a recuperar parte de la inversión». Esta compensación permite vender la energía sobrante a la red, aunque los términos de este acuerdo deben negociarse con la empresa de electricidad para obtener el mejor precio. Este experto insiste en que en orden de magnitud la precio del kWh en consumo puede ser del orden de 0,12 €/kWh y del excedente lo pagan a 0,06 €/kWh.

Inversores y balanceadores de carga

El inversor es el componente que convierte la energía de corriente continua generada por los paneles solares en corriente alterna, adecuada para el consumo doméstico. Jesús resalta que, «aunque la calidad de los paneles suele ser similar, en el caso del inversor sí hay variaciones. Algunos modelos permiten un control más detallado, ofrecen gestión a través de aplicaciones móviles y pueden integrarse con una batería en el futuro», una opción interesante para almacenar la energía y utilizarla en horas de poca luz solar pero que económicamente por ahora no se justifica.

Si el coche está cargando y alguien enciende el horno, el balanceador ajusta automáticamente la energía

Otro componente a considerar es el balanceador de carga. Este dispositivo es especialmente útil para hogares con coche eléctrico, ya que regula la cantidad de electricidad que se compra de la red, evitando sobrecargas en el sistema que pudieran llevar a cortes del suministro por el control de potencia del contador. Por ejemplo, «si el coche está cargando y alguien enciende el horno, el balanceador ajusta automáticamente la energía del coche para no superar el límite de potencia contratada». Además, Jesús recuerda que se puede optar por una potencia variable (más baja en el día para ahorrar costes y más alta en la noche), «una opción ideal para quienes necesitan cargar el coche por las noches y así no requieren balanceadores».

Excedentes y autoconsumo colectivo

El experto menciona dos formas de manejar el excedente de energía:

- Sistema antivertido: es más fácil de tramitar porque asegura que el excedente no se inyecta en la red. Es la solución favorita de los instaladores porque no tienen que tramitar documentación con la distribuidora eléctrica.

- Con excedente: se vende el excedente a la red eléctrica. La compensación económica por cada kWh dependerá de la negociación con la comercializadora. La ley establece que para instalaciones de hasta 15 kW en suelo urbano no es necesario solicitar permisos de inyección a la red, simplificando el proceso.

Jesús también destaca una alternativa innovadora: el autoconsumo colectivo. Este modelo permite a un grupo de viviendas compartir la energía producida por una instalación común. En localidades pequeñas, por ejemplo, «los vecinos pueden montar una planta solar conjunta y distribuir la energía entre ellos. Esto permite una gestión colaborativa de los recursos y ahorra en costes administrativos». Aunque existen obstáculos burocráticos, este modelo tiene el potencial de hacer más accesible la energía solar a nivel comunitario diluyendo los costes de montaje y administrativos entre todos los vecinos implicados.

Energías no gestionables

Jesús explica que la energía solar es una «fuente de energía no gestionable», es decir, se produce solo cuando hay sol, y como no se puede almacenar si no hay baterías hay que intentar aprovecharla. Para solucionar esto, «a pequeña escala se utilizan baterías de litio que almacenan el exceso de energía para uso posterior. A gran escala, se emplean centrales hidroeléctricas reversibles, que almacenan energía en forma de agua elevada, la cual se turbinará para generar electricidad cuando sea necesaria esa energía».

La instalación de paneles solares es una inversión que ofrece grandes beneficios, pero que requiere un enfoque cuidadoso y bien planificado. Estudiar los hábitos de consumo, ajustar el tamaño de la instalación, elegir los componentes adecuados y aprovechar al máximo el excedente de energía son pasos que ayudan a maximizar el retorno de esta inversión. La posibilidad de compartir la energía generada o de negociar una compensación adecuada permite que esta tecnología no solo sea más accesible, sino también sostenible y colaborativa.