El cohete de Sánchez se desploma en inversión: ocupa el 16º puesto de la eurozona
En el fondo, y aunque nos cueste creerlo, estamos a punto de entrar en recesión, salvo porque todavía nos prestan para pagar
Con este artículo termino ya de complicarles la vida sobre cómo ha quedado el PIB español mostrando que la auténtica realidad es que, si bien es cierto que este está creciendo, lo está haciendo en falso.
Hemos visto en un artículo anterior que el 56 % del crecimiento del PIB viene del Consumo Público, que se está pagando con dinero prestado. Aunque los impuestos baten cifras nunca antes vistas –como ocurrió en octubre, cuando la Agencia Tributaria ingresó 50.000 millones–, aun así no nos alcanza para cubrir todo lo que gastamos y nos hemos tenido que endeudar en 60.000 millones hasta septiembre.
También hemos visto que, si el consumo público no hubiese crecido, el crecimiento real del PIB no habría sido el doble que la media de la Unión Europea, sino exactamente igual a esta. Además, hemos observado que, en esta partida, solo nos superan Chipre y Malta, siendo nuestro crecimiento en Consumo Público el tercero más importante de la Eurozona.
Esto indica que no está pasando lo mismo en Europa. Por ejemplo, Francia, que crece exactamente igual que la media de la UE en el tercer trimestre, lo hace 3,7 veces menos que España en consumo público, y Alemania lo hace 5,5 veces menos. Esto demuestra que los demás no están utilizando la deuda y el déficit para crecer, por lo que su crecimiento será más bajo, pero no tendrá pies de barro.
Hoy lo que quiero mostrarles es que, en la Inversión o Formación Bruta de Capital, una variable clave para el futuro crecimiento de un país, somos un desastre: decrecemos y ocupamos la posición número 16 de 20. Eso sí, le ganamos a Eslovaquia, Chipre, Letonia y Eslovenia.
No veo al equipo económico de «información sincronizada», como dice el gran Antonio Naranjo, hablando nada de esto. Calladitos como puertas (como dice Herrera). Por supuesto, tampoco veo a los economistas bien pagados por Moncloa contando que, en la Inversión real de nuestra economía, en el tercer trimestre hemos decrecido un 0,7 %; en el segundo trimestre, crecimos apenas un 0,3 %; y en el primer trimestre, decrecimos otro 0,1 %. Como muestro, esto no es coyuntural.
Si en lugar de ser la Inversión la que está así fuese el PIB, estaríamos diciendo que España está a punto de entrar en recesión, porque en los últimos seis trimestres hemos decrecido en cuatro y solo hemos crecido, y muy poco, en otros dos. En el fondo, y aunque nos cueste creerlo, estamos a nada de entrar en recesión, salvo porque todavía nos prestan para pagar.
Nuestra economía está completamente dopada por los préstamos de terceros, que nos permiten pagar deudas y comprar más Consumo Público. Veamos qué ha pasado en el tercer trimestre con la Formación Bruta de Capital:
Como podemos ver, la cuarta potencia industrial de la Unión Europea, Irlanda, ha tenido un trimestre excepcional y ha crecido un 186,7 %, aunque es cierto que venía de un año difícil, con dos trimestres decreciendo.
Pero ahí tenemos a Alemania, cuyo PIB solo crece un 0,1 %, pero su Inversión Real lo hace un 3,5 %, lo cual quiere decir que, antes o después, volverá a ser la que era. Esto sucederá tan pronto como se desprenda de las políticas verdes y de los verdes, que mandaban, y mucho, en la coalición con los socialdemócratas de Scholz.
Francia también tiene problemas, y muy grandes. Su panorama es nada agradable, con un déficit salvaje del 6,1 %. Afortunadamente, no ha disparado el Consumo Público, aunque este ha crecido más que el PIB. Además, demuestra una enorme debilidad en las inversiones, con un decrecimiento del 0,1 %.
Italia ha tenido un mal trimestre: se ha parado, pero su Consumo Público también ha bajado. La mala noticia es que también decrece un 0,5 % en inversión.
La Eurozona crece un 3,8 %, impulsada sobre todo por Alemania e Irlanda, con tres de los cuatro grandes enfrentando problemas de cara al futuro.
Y como vemos, España ocupa el puesto número 16, con el «cohete» de la inversión, que debería hacer crecer el PIB, cayendo en barrena.
Así que, cuando escuchen los mensajes de la Moncloa, de Sánchez o de su Gobierno, no se crean nada. Son todo verdades a medias o mentiras interesadas en confundirlos.