El déficit de caja en octubre crece un 67,4 % a pesar de los ingresos

La situación real de las finanzas de la Administración General del Estado (AGE) es catastrófica. Ya mostré en un artículo que la recaudación de Hacienda estaba batiendo cifras nunca imaginadas, con un ingreso total para el Estado de 49.861 millones, frente a los 45.328 millones que se ingresaron en 2023, un crecimiento mensual del 10 %.

A pesar de que, en el mes de octubre –de nuevo manipulando las cifras– el superávit oficial creció un 20,7 %, el acumulado en los diez primeros meses sigue teniendo una desviación absolutamente brutal de un 67,4 % más que en 2023. Hablamos de un déficit de caja de 29.373 millones. También el pasado día 9 de diciembre mostraba que Hacienda debe 20.664 millones de euros, cifra que ha crecido un 87 %.

Realmente, el déficit de caja debería de ser de 50.037 millones de euros si se hubiese pagado lo que debería, un crecimiento del 75 %. En noviembre, la caja se va a ver duramente tocada por el pago de la extra de las pensiones y de los empleados públicos y volveremos a dividirlo por el mismo PIB del año, cuando deberíamos de calcularlo sobre el PIB de los diez primeros meses y, en noviembre, de los once meses.

Pero veamos qué es exactamente lo que nos ha pasado:

De los ingresos de casi 50.000 millones, la AGE se ha anotado 42.480 a sus cuentas, con una subida del 5,5 % con respecto a 2023. Pero lo divertido viene en los gastos.

En gastos de personal pagamos un 11,8 % menos que en 2023, cuando llevamos acumulados un crecimiento del 5,5 % (cuando menos sorprendente).

En gastos corrientes, en el mes abonamos un 7,7 % y parece que empezamos a recuperar terreno, porque en el acumulado vamos todavía en pagos un 0,7 % menos que en el 2023, difícil de entender.

En gastos financieros, contabilizamos 9.131 millones de intereses, con un crecimiento de 7 %. Está claro que en octubre es cuando decidimos pagar todo lo que no hemos pagado de intereses en agosto y en septiembre y así colocamos la cifra a cierre de octubre en 30.300 millones, con un crecimiento del 14,8 %.

En Transferencia corrientes, Hacienda vuelve a hacer de las suyas y el pago cae un 21,4 % comparativamente con octubre de 2023, que ya veremos como tendrá que arreglarlo en los próximos meses. En el acumulado lleva precisamente un crecimiento solo del 3,9 %.

En las Inversiones Reales, aunque crecen un 13,4 %, la cifra pagada es de 831 millones, que sobre todo lo pagado en octubre apenas representa un 3,3 %. En el acumulado, llevamos un crecimiento de lo pagado en Inversiones un 16,3 %, pero en Inversión civil ha bajado un 2,2 % y donde crece es en inversión del Ministerio de Defensa. Vamos que en lo que realmente crea riqueza hemos pagado menos que lo pagado en 2023.

Por último en Transferencias de Capital, el pago crece un 86,7 %, para llevar un crecimiento acumulado del 13,2 %.

Así tenemos que los gastos pagados en octubre han sido, en total, un 3,2 % menos que en el año anterior, aunque en el acumulado vamos un 6,6 % y ya hemos llegado a 199.147 millones de euros.

Todo esto nos lleva a que el superávit oficial en el mes es de 17.591 millones, un 20,9 % «mejor» que en 2023, aunque en el acumulado nos vamos a un déficit enviado a Bruselas de 29.373 millones, que es un 67,4 % más que lo que teníamos en 2023.

Si lo miramos sobre el PIB, estábamos en 2023 en un déficit de caja del 1,2 % y en 2024 en un 1,9 %, pero si añadimos lo pendiente de pago y que debería estar pagado, realmente estaríamos en un déficit de caja de 50.037 millones y ese déficit sería del 3,2 %.

Pero el problema no está en que realmente esté en el 3,2 %, sino que en noviembre ha debido de haber una catarsis en la situación financiera de la AGE con las pagas extras de pensionistas y empleados públicos y la situación puede que esté completamente descontrolada. La única alternativa que le queda a un gobierno que ha hecho de la mentira su bandera es preparar la gran mentira financiera, porque es muy difícil explicar a Bruselas déficits cercanos o superiores al 4 % con crecimiento del 3 % del PIB, salvo que expliquen la verdad, que el PIB crece porque crece el Gasto Público, el déficit y la deuda.