Díaz desafía al PSOE tras la firma de la reducción de jornada: «Entrará en vigor en 2025»
La ministra suscribe el acuerdo con los sindicatos antes del trámite parlamentario
Yolanda Díaz ya tiene su acuerdo para la reducción de jornada a las 37,5 horas semanales. Se trata de un pacto descafeinado que no cuenta con el apoyo de la patronal y cuyo trámite parlamentario depende en gran medida de Junts, que de momento no está por la labor a pesar del cortejo de los sindicatos.
Tras el enfrentamiento de los últimos días con el Ministerio de Economía, la gallega ha mandado varios mensajes a sus socios de gobierno: «Cumplimos lo que prometemos»; «apoyar esta medida es apoyar a las personas trabajadoras»; y, quizá lo más importante, «la medida entrará en vigor en 2025».
En declaraciones a la prensa, Díaz, que ha estado acompañada por los secretarios generales de CCOO y UGT, ha asegurado que el acuerdo para la reducción de jornada laboral a 37,5 horas es «un avance civilizatorio que hace progresar a nuestro país». «Una vez más, escribimos una nueva página entre las grandes conquistas laborales de nuestro país, una conquista que se estudiará en todas las universidades del mundo», ha comentado.
Según ha explicado la ministra, la reforma gira en torno a cinco puntos fundamentales:
- La modificación del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores para establecer la jornada máxima en 37,5 horas sin reducción de sueldo.
- El refuerzo de la desconexión digital y el derecho a la intimidad frente al uso de dispositivos fuera de la jornada laboral.
- El establecimiento de un registro de jornada al que tendrá acceso Inspección de Trabajo, que conocerá en tiempo real el tiempo de trabajo de los empleados.
- Sanciones individualizadas por cada trabajador que no cumpla la jornada. Esto es, que la empresa será multada por el incumplimiento concreto de cada empleado y no de la plantilla en general
- La aplicación en 2025, «tal y como está suscrito en el acuerdo de Gobierno».
Este último asunto es el que más fricciones ha provocado con el PSOE. Desde el Ministerio de Economía prefieren retrasar la aplicación de la reducción hasta, al menos 2026, cuando el escenario político sea más propicio para su aprobación parlamentaria, una cuestión que Trabajo ni se plantea.
Díaz, de hecho, fue muy dura con su homólogo Carlos Cuerpo, al que acusó de reventar el acuerdo de gobierno: «Yo pensé que una vez que se había marchado Nadia Calviño las cosas iban a cambiar en el Gobierno de España. Y ya ven, tenemos personas diferentes en el Ministerio de Economía y los comportamientos son los mismos», afirmaba este jueves en declaraciones a La Sexta.
La pelota ahora queda en manos del Congreso, que tendrá que dar luz verde a una medida suscrita sin el apoyo de la patronal y que tiene en Junts al principal escollo para su aprobación. Los secesionistas ya se deben estar frotando las manos ante este inesperado enfrentamiento entre Sumar y PSOE.