Jesús María Ruiz de Arriaga con Íker Casillas, en la presentación de un anuncio de Arriaga Asociados
Casillas y los 500.000 euros contra Bankia que le pusieron en manos de Arriaga
El ex portero del Real Madrid contrató los servicios de este bufete para recuperar dos inversiones en preferentes en la entidad madrileña
Arriaga Asociados, uno de los despachos de abogados más destacados de España, fue conocido por defender los derechos de los consumidores, especialmente en litigios contra entidades bancarias. En 2015, la firma decidió fortalecer su presencia mediática al asociarse con Iker Casillas, ex guardameta del Real Madrid (entonces en el Porto) y de la selección española de fútbol. Esta colaboración no solo buscaba aprovechar la imagen pública de Casillas, también tenía una conexión personal importante.
En 2015, Iker Casillas presentó una demanda civil contra Bankia para recuperar una inversión de medio millón de euros en acciones de la entidad, adquiridas durante su salida a bolsa. La inversión fue de 240.000 euros de forma particular y otros 240.000 mediante una empresa a su nombre. Para llevar adelante esta acción legal, Casillas confió en Arriaga Asociados, despacho especializado en defender a afectados por inversiones como participaciones preferentes y acciones bancarias.
Casillas y Arriaga
La relación profesional entre Casillas y Arriaga Asociados se consolidó cuando el futbolista se convirtió en la imagen principal de una campaña publicitaria del bufete. Lanzada en octubre de 2015, esta campaña tenía como objetivo resaltar la accesibilidad de la justicia para todos los ciudadanos y aseguraba que cualquier persona podía defender sus derechos con el apoyo adecuado. En total, se sumaron 37.000 clientes a estas denuncias contra Bankia. Jesús María Ruiz de Arriaga, director del despacho, apareció junto a Casillas en los anuncios.
En febrero de 2016, Casillas rechazó la solución presentada por Bankia
Diez años después, Arriaga Asociados se enfrenta a serias dificultades financieras. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid declaró al despacho en concurso de acreedores tras no alcanzar un acuerdo con su principal acreedor, el fondo de inversión Pemberton, al que adeudaba cerca de 40 millones de euros. A pesar de los esfuerzos por reestructurar la deuda, incluyendo el cierre de oficinas en Sevilla, Bilbao y Alicante, y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó al 40 % de su plantilla, las negociaciones fracasaron.
Volviendo al juicio de Casillas, en febrero de 2016 Casillas rechazó la solución presentada por Bankia de devolver el dinero íntegro más un 1 % de interés, y bajo el consejo de Arriaga, continuó con las reclamaciones por la vía judicial para recuperar su dinero. Apenas un mes después, el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Móstoles dio la razón al futbolista y Bankia tuvo que devolverle los 240.000 euros que el portero invirtió en la entidad cuando esta salió a Bolsa más los intereses de 5 años y costas judiciales mientras que los otros 240.000 quedaron pendientes de resolución y no trascendió la sentencia.
Desafíos legales
Iker Casillas ha tenido que hacer frente a diversos desafíos legales y financieros a lo largo de su carrera. Uno de los episodios más destacados ocurrió en marzo de 2020, cuando su residencia en Oporto fue registrada por las autoridades portuguesas en el marco de una macrooperación contra el fraude fiscal en el fútbol profesional. Esta operación, denominada Fuera de Juego, investigaba actividades desde 2015 destinadas a evadir impuestos en Portugal. Casillas, quien militaba en el FC Porto desde 2015, expresó su tranquilidad y confianza en la justicia, afirmando que la transparencia es uno de sus principios.
Su residencia en Oporto fue registrada por las autoridades portuguesas en el marco de una macrooperación contra el fraude fiscal
Anteriormente, en enero de 2013, Casillas decidió revocar los poderes que sus padres, José Luis Casillas y María del Carmen Fernández, tenían en la sociedad Ikerca S.L., encargada de gestionar su patrimonio y contratos. Esta decisión se produjo tras diferencias en la gestión de sus activos, lo que generó tensiones familiares. Para resolver la situación, el futbolista acordó ceder el 40 % de los activos de la sociedad a sus progenitores, valorados en aproximadamente 13 millones de euros y varios inmuebles.
Además, en 2014, Casillas tuvo que abonar dos millones de euros a Hacienda debido a discrepancias sobre el tratamiento fiscal de ciertos ingresos. Una situación en la que se vieron involucrados otros jugadores como Messi, Piqué o Cristiano Ronaldo y que tuvo como bastión para la lucha de sus intereses el juicio que Xabi Alonso le ganó a Hacienda por este motivo.
