Fundado en 1910
Análisis económicoJosé Ramón Riera

Las exportaciones de bienes se estancaron en 2024, pero vamos viento en popa a toda vela

Lo peor de todo es que en el Gobierno sólo lo sabe uno –Carlos Cuerpo– y no tiene ninguna capacidad de hacer nada para poder resolverlo

El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que depende del flagelado Carlos Cuerpo, acaba de publicar los datos de exportaciones. Y por desgracia para el ministro, un auténtico especialista en Comercio –por eso se sacó una oposición de Técnico Comercial del Estado– los resultados en lo que corresponde a bienes muestran que las exportaciones están completamente paradas.

En términos nominales han crecido un 0,7 % con respecto a 2023 y todavía sigue por debajo de 2022, en donde, en total, estamos a casi 3.000 millones de euros y que, por lo tanto, en términos reales si le descontamos la inflación estaríamos a unos 38.000 millones de diferencia.

Cada vez que sube el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), los costes de fabricación de los productos que exportamos terminan subiendo. Esto nos hace menos competitivos y, por ello, exportamos menos en términos reales y casi lo mismo en términos de valor. Además, cada vez que se pretenden rebajar las horas trabajadas, que no son asumidas por las empresas en sus Convenios Colectivos, colocan al borde del abismo a todo el sector productivo.

El ministro Cuerpo lo sabe y, precisamente, por eso, trata de parar todas las locuras mentales y de protagonismo que necesita Yolanda Díaz, para evitar que desaparezca en las próximas elecciones, y que deje de ocupar titulares en todos los medios.

Para que vean que les cuento la realidad de lo que está pasando les he preparado, por meses, las exportaciones de productos de los dos últimos años teniendo en cuenta que el 2022 fue el mejor año de la historia en valor de nuestro sector exportador.

Cómo podemos ver, nuestro sector exportador llegó hasta los 389.211 millones en 2022, para caer un 1,4 % en 2023 y sólo recuperar un 0,7 % en 2024.

En el primer trimestre del 2024 hemos bajado un 7 % nuestras exportaciones, porque el primer trimestre del 2023 fue espectacular, estábamos en pleno proceso de recuperación de la economía española y mundial y la guerra de Ucrania estaba produciendo una inflación casi galopante que justificaba incrementos de precios que ayudó a subir nuestras exportaciones a nivel mundial.

En el segundo trimestre del 2023 llegó la cruda realidad: las medidas del BCE y de la Reserva Federal empezaron a notarse. Las subidas acumuladas de los tipos de interés y el excesivo incremento de los precios frenaron nuestras exportaciones y cayeron un 4,0 % respecto a 2022. Y en 2024 volvemos a recuperar un 4,5 % y nos ponemos con 371 millones más de exportaciones con respecto a 2022, aunque acumulábamos en esos momentos más de un 8 % de inflación acumulada.

En el tercer trimestre de 2023, nuestras exportaciones se dan otro batacazo y caen un 8,5 % y aunque en 2024 hemos recuperado un 4,9 %, nos hemos quedado a 4.045 millones de lo que exportamos en 2022 y eso que acumulábamos una inflación del 10 %.

En el cuarto trimestre de 2023, nuestro comercio volvió a sufrir la crisis internacional y las grandes subidas de precios, y volvieron a producir una bajada de las exportaciones de un 6,3 %. En 2024 recuperamos parte, con un incremento del 1,6 % que nos deja a 4.897 millones en las exportaciones generadas en 2022 y eso que el acumulado de precios llega a 11,7 %.

La situación, aunque parezca no ser tan mala, en términos corrientes, es realmente peor de lo que parece porque los incrementos de precios acumulados desde el 2022 llegan a casi el 12 %. Por lo tanto, sólo cogiendo el Índice General de Precios, nuestros exportadores están sufriendo problemas cada día más graves, nuestro comercio exterior en la exportación de productos está teniendo un deterioro tremendo en términos reales.

Pero lo peor de todo es que en el Gobierno sólo lo sabe uno y no tiene ninguna capacidad de hacer nada para poder resolverlo. Y, aunque él no lo diga y calle, está muy quemado, porque es absolutamente injusto que al único que sabe se le tape la boca y se le obligue a ser mudo.