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El presidente de Telefónica, Marc Murtra, junto a los pesos pesados del Gobierno en la compañía: Carlos Ocaña y Javier de Paz.

El presidente de Telefónica, Marc Murtra, junto a los pesos pesados del Gobierno en la compañía: Carlos Ocaña y Javier de Paz.Lu Tolstova

La semana económica

La nueva Telefónica será más ideológica, y habrá que ver si más rentable

El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra, desembarcó en la compañía hace poco más de un mes (el 18 de enero), pero en este periodo ha puesto en marcha una auténtica revolución.

El episodio más reciente, y que probablemente no será el último, ha tenido lugar esta semana con una batería de nombramientos en la que ha primado lo ideológico, aunque también se ha producido el de algún técnico.

Sin duda, el más sorprendente y polémico ha sido el de Javier de Paz como presidente de Movistar Plus. Amigo personal de José Luis Rodríguez Zapatero, no se le conocía gran sabiduría en el sector de las telecomunicaciones cuando el expresidente le colocó en el consejo de administración de Telefónica en el año 2006, y ahora tampoco se le conoce en el sector televisivo. No obstante, no hay problema: su función es ser el hombre del Gobierno en la compañía.

El nuevo consejero delegado de Movistar Plus tiene fama de independentista y da la impresión de no reunir el perfil adecuado

El técnico que llevará el día a día será el consejero delegado, Daniel Domenjó, que cuenta con más de veinte años de experiencia en el mundo televisivo, y que seguirá las directrices de De Paz. Domenjó tiene fama de independentista, y muchos dudan de que tenga el perfil adecuado para dirigir Movistar Plus. Es un productor que sabe de televisión, pero Movistar Plus no es una televisión: es una plataforma de contenido para fidelizar a los clientes que contratan la fibra y el móvil. Sobre todo habría que saber de telecomunicaciones. Los derechos del fútbol se pagan con los beneficios que da Fusión, no solo con la televisión, que es una ruina. Por otra parte, ha sorprendido el relevo de la hasta ahora consejera delegada, Cristina Burzako. Ex empleada de Prisa durante muchos años, la sensación es que estaba gestionando bien la plataforma.

La última noticia es que Telefónica pujará por la obtención de un canal en abierto, que será La Séptima, conocida también como TelePedro. La nueva televisión del Gobierno se incrustará en el número 7 del mando, y por allí es de esperar que vayan apareciendo los afines a Sánchez, empezando por José Miguel Contreras, ex consejero delegado de La Sexta, despedido como director de Contenidos del Grupo Prisa y considerado como el principal ideólogo del actual Ejecutivo en materia de comunicación, y otros profesionales de La Sexta. Fuentes conocedoras apuntan a que Contreras habría sido el intermediario que ha planteado ya a César González Antón, director de La Sexta Noticias, dirigir La Séptima, como contábamos ayer.

El Gobierno pensaba que la nueva televisión se la llevaría Prisa, pero tras la negativa de su presidente, Joseph Oughourlian, la jugada puede salirle mejor. Telefónica tiene más músculo financiero que la endeudada Prisa, y ese capital va a ser necesario para invertir en los contenidos de la nueva televisión, que son muy caros (cine, serie, deportes, etc.).

La estrategia recuerda mucho a la que puso en marcha José María Aznar en el año 1997 con Telefónica Media. Se creó un grupo en el que entraron Antena 3 y Onda Cero, con la idea de contar con un conjunto de medios de comunicación favorable al Gobierno. Aquello terminó muy mal, con Ernesto Sáenz de Buruaga pidiendo ser el consejero delegado y unos malos resultados económicos. Casi treinta años después, la historia se repite, y probablemente saldrá tan mal como entonces: los gobiernos no suelen ser mejores gestores que los profesionales de un negocio.

A Sánchez, sin duda, le dará mayor influencia controlar Movistar Plus y La Séptima, en donde podrá adoctrinar a su gusto a su público fiel con una cadena de noticias y tertulias al estilo Intereconomía. TVE y La Sexta parece no ser suficiente para ellos, y habrá que ver qué ocurre con la línea ideológica de El País y la SER tras el golpe de timón iniciado por Oughourlian.

La toma de control de Movistar Plus acentúa el dominio del Gobierno en Telefónica, que ya capitanea el propio presidente del grupo, Marc Murtra, cercano al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y al Partido de los Socialistas Catalanes (PSC), y co-capitanea Carlos Ocaña, el economista que escribió sobre la tesis de Sánchez y que recientemente ha sido nombrado vicepresidente del consejo de administración tras un año como miembro del consejo.

De los nombramientos de esta semana solo se salva el de Emilio Gayo, el nuevo consejero delegado

En el sector, al menos de momento, no se entienden demasiado bien la mayoría de nombramientos anunciados esta semana. El nuevo presidente de Telefónica España, Borja Ochoa, viene de gestionar las cuentas de grandes clientes en Indra. Es un vendedor más que un gestor, y además viene de un negocio totalmente distinto. Se piensa que el cargo le viene grande.

Lo mismo ocurre con Sofía Collado, la nueva responsable de Telefónica Tech, que viene de dirigir los recursos humanos en Indra y su experiencia es de veinticinco años en este terreno.

Menos aún entienden algunos que vuelva Sebas Muriel como chief digital officer en sustitución del hacker Chema Alonso cuando Muriel fue despedido tras ser consejero delegado de la red social Tuenti, comprada por Telefónica. Hay quien lo explica por su cercanía al PSOE: fue director general de Red.es en 2006, cuando gobernaba Zapatero.

El único nombramiento de esta semana que se ve con buenos ojos es el de Emilio Gayo como consejero delegado y número dos de la compañía. Gayo llegó a Telefónica en el año 2001 procedente de una consultora. Lo fichó el entonces presidente de Telefónica de España, Luis Miguel Gilpérez, para encargarse del negocio en Latinoamérica.

Gilpérez desempeñó una carrera muy brillante en Telefónica hasta que dejó la compañía en el año 2020. De hecho, muchos piensan que debería haber sido presidente o consejero delegado. Creó Fusión, el proyecto más exitoso de la compañía, Movistar Plus, la fibra, Latinoamérica, Brasil... Gayo aprendió durante veinte años bajo la sombra de Gilpérez, y hoy en día es un profesional de primer nivel.

Desde su puesto de número dos de la compañía, Gayo tendrá que mantener la cuenta de resultados, y vigilar que no la dañen los nombramientos dudosos que tendrá por debajo. El nivel directivo parece hoy mucho más bajo en Telefónica del que hubo con César Alierta. Entonces estaban en Telefónica los mejores del sector de las telecomunicaciones: Antonio Viana, Santiago Fernández Valbuena, Eva Castillo, Julio Linares, Luis Lada, el propio Luis Miguel Gilpérez... Se abre una nueva etapa en Telefónica, y Marc Murtra tendrá que ver qué es capaz de hacer.

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