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Willis C. Hawley (izquierda) y Reed Smoot en abril de 1929, poco antes de que la Ley Smoot–Hawley de aranceles pasara a la Cámara de Representantes

Willis C. Hawley (izquierda) y Reed Smoot en abril de 1929, poco antes de que la Ley Smoot–Hawley de aranceles pasara a la Cámara de RepresentantesWikimedia Commons

El precedente al que no mira Trump: las secuelas del último gran experimento arancelario de Estados Unidos

La ley Smoot-Hawley agravó las secuelas de la crisis de 1929 e impulsó el nacionalismo en todo el mundo

La historia se repite. El anuncio masivo de aranceles de Donald Trump, esta semana, retrotrae al mundo a los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. En concreto, a 1930, cuando entró en vigor la Tariff Act, también conocida como Ley Smoot-Hawley en honor a sus grandes impulsores, los republicanos Reed Smoot y Willis C. Hawley.

Esa ley aumentó los aranceles, desencadenó una guerra comercial y, algunos autores, consideran que agravó el impacto negativo de la Gran Depresión en muchos estadounidenses. Esto último ha sido defendido por algunos economistas y negado por otros como Milton Friedman, Jacques Sapir o William J. Bernstein.

Carey Stewart Cezar, bisnieta de Hawley, ha sido la primera en ver paralelismos entre la decisión de Trump y la que impulsara su antepasado. «Creo que es una idea terrible y potencialmente devastadora. Creo que la gente no recuerda todo el daño que han causado los aranceles en nuestra historia». Incluso su abuela se cambió el apellido cuando se casó, porque estaba avergonzada de apellidarse Hawley.

Doug Irwin, profesor de economía en Dartmouth College, considera que la ley de aranceles de Trump tendrá un impacto mayor que aquella, pues la importación de bienes y servicios representa el 14 % del PIB, tres veces más que en 1930.

Smoot y Hawley no fueron los primeros. En 1922 cuando se promulgó la Ley Fordney-McCumber, que vino a sustituir la Ley Arancelaria de emergencia de 1921. Eran una serie de aranceles proteccionistas que elevaron el impuesto de importación promedio a aproximadamente el 40 %.

Estos fueron el precedente para el senador Reed Smoot y el diputado Willis Chatman Hawley. Smoot (1862-1941), a parte de senador por Utah era apóstol de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días, o mormón. Hawley (1864-1941) era diputado republicano por Oregón, estaba licenciado en Derecho y en Ciencias, siendo profesor de historia y economía en la Universidad de Willamette.

A la Ley Smoot-Hawley se ha ha responsabilizado de agudizar la gran Depresión e 1929, que se prolongó a lo largo de una década. Thomas Lamont, asesor presidencial y accionista de JP Morgan, consideraba que «esa ley intensificó el nacionalismo en todo el mundo». Otros consideran que jugó un papel importante en el inicio de la II Guerra Mundial, al reforzar posturas como las de Hitler y Mussolini.

La American Economic Association dio a conocer, el 5 de mayo de 1930, una declaración firmada por 1.028 miembros de esa asociación, dividida en cinco puntos. Opinaba que el arancel elevaría el coste de la vida al «obligar al consumidor a subvencionar el despilfarro y la ineficacia de la industria nacional». El sector agrícola no se beneficiaría ya que «el algodón, la carne de cerdo, la manteca de cerdo y el trigo son cultivos de exportación que se venden en el mercado mundial» y el precio de la maquinaria agrícola subiría. Además «nuestro comercio de exportación en general se resentiría. Los países no pueden comprarnos a menos que se les permita vendernos». Aquel arancel «provocaría inevitablemente que otros países nos devolvieran en especie nuestras mercancías». Finalmente, los estadounidenses con inversiones en el extranjero se verían perjudicados, ya que el arancel haría «más difícil que sus deudores extranjeros les pagaran los intereses que les adeudan».

Hundimiento del sector agrícola

En su campaña presidencial de 1928, el candidato republicano Herbert Hoover prometió aumentar los aranceles sobre los productos agrícolas, pero tras asumir el cargo, grupos de presión de otros sectores económicos lo animaron a apoyar un aumento más amplio.

El día que Herbert Hoover, presidente de los Estados Unidos, firmó la ley, 16 de junio de 193, las acciones en Wall Street perdieron 1.000 millones de dólares de valor. Se redujeron las exportaciones de 7.000 millones de dólares en 1929 a 2.400 millones en 1932. Gran parte de las exportaciones en esa época eran agrícolas. Con lo cual la ley destruyó el sector agrícola estadounidense.

A esto debemos añadir que las exportaciones de hierro y acero se redujeron un 85,5 % en 1932. Las exportaciones se redujeron de 541 millones a 97 millones de dólares en 1933. Eso significa que, desde 1930 a 1933 el descenso acumulado de las exportaciones tuvo un caída de 1.570 millones de dólares. Esto supuso que muchos bancos, sobre todo los vinculados con le sector agrario, como la cadena de bancos Wingfield, quebraran.

En 1934 el presidente Franklin D. Roosevelt firmó la Ley de Acuerdos Comerciales Recíprocos, que redujo los aranceles y promovió la liberación comercial y la cooperación con gobiernos extranjeros. Con lo cual la economía norteamericana volvió a la normalidad antes de la II Guerra Mundial, convirtiéndose en una potencia económica. Todo esto se puede romper ahora con los aranceles Trump. Y más si tenemos en cuenta que Estados Unidos contribuyó a construir un sistema multilateral de comercio después de la II Guerra Mundial. En resumen, según los expertos, el sistema internacional de comercio se desmoronará, lo mismo que ocurrió en 1922 y 1930.

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