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Las personas con mayor nivel educativo sufren menos depresión que las que tienen estudios básicosLVC

Salud mental

La insólita relación entre el riesgo de depresión y el nivel de estudios

La depresión disminuye su prevalencia conforme aumenta el nivel educativo. Las personas con estudios primarios, las mujeres y los desempleados tienden a sufrirla más

la depresión se ha convertido en uno de los grandes males de nuestra época. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor del 5 % de la población adulta a nivel global padece este trastorno mental, que en el peor de los casos puede llevar al suicidio y que ya supone la principal causa de discapacidad en el mundo.

Aun así, esta enfermedad no afecta por igual a todos los grupos de población. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha demostrado que las personas con mayor nivel educativo sufren menos depresión, una máxima que se cumple en todos los países que integran este organismo y de los que existen datos.

El trabajo, que se basa en la Encuesta Europea de Salud de 2014 y en diversas encuestas nacionales, revela que la depresión tiene el doble de incidencia entre la población que solo ha cursado estudios primarios o inferiores (12,3 %) que entre la que cuenta con estudios terciarios (5,5 %). La brecha entre ambos grupos supera incluso los diez puntos en países como Irlanda, Islandia o Austria.

De hecho, Islandia registra la mayor proporción de adultos que declaran haber sufrido depresión en los 12 meses previos a la encuesta (14 %) y el mayor consumo de antidepresivos entre los países que integran la OCDE –el 11,8 % de sus habitantes los tomaba a diario en 2015–. Por el contrario, la depresión autodeclarada es baja en Grecia e Italia, una circunstancia que en el caso del país transalpino podría estar relacionada con el estigma social que aún rodea esta enfermedad.

España no escapa a esta tendencia, al presentar una brecha en la incidencia de esta enfermedad entre las personas con estudios básicos (9,8 %) y las que han alcanzado la educación superior (3,3 %) superior a los seis puntos. Las únicas excepciones son Canadá, Estonia, Letonia y Suecia, donde la OCDE señala que las diferencias entre niveles de estudios no son «estadísticamente significativas».

El informe explica que la depresión «puede ser en sí misma una razón para tener un menor nivel educativo», ya que «las personas con menores capacidades cognitivas tienden a abandonar la escuela antes», por lo que recuerda que «los sistemas educativos pueden ayudar a identificar a las personas susceptibles de desarrollar una enfermedad mental y prestarles el apoyo adecuado», ya que «la mayoría de las enfermedades mentales tienen su inicio en la infancia o la adolescencia».

Las mujeres sufren más depresión

Por otro lado, el estudio revela que las mujeres declaran sufrir depresión más que los hombres. La brecha media entre sexos es de cuatro puntos porcentuales, aunque en países como Turquía y Portugal, donde alrededor del 17 % de la población femenina asegura padecer este trastorno, alcanza los diez puntos.

El nivel educativo tiene una influencia importante en su incidencia, ya que la prevalencia de la depresión disminuye mucho entre las mujeres conforme adquieren más formación. Así, mientras que su impacto entre los hombres con un nivel educativo bajo es cinco puntos mayor que entre los que tienen estudios superiores; la diferencia es casi el doble entre las mujeres –de hasta nueve puntos porcentuales–.

Tener un empleo reduce su incidencia

Además, los datos de la OCDE demuestran que «tener un empleo se asocia a una menor prevalencia de depresión», y al mismo tiempo, mejora la situación de las personas con enfermedades mentales, puesto que «aumenta su autoestima y su sentido de valía en la sociedad».

Por ello, la organización considera «crucial» que los sistemas educativos garanticen «una transición fluida de la escuela al trabajo para todos, y especialmente para los que obtienen malos resultados en la escuela, ya que son los que tienen más probabilidades de sufrir trastornos mentales».