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El ministro de Universidades, Joan Subirats; la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar AlegríaEuropa Press

La aprobación de la LOSU o el desarrollo de la nueva EBAU marcarán 2023 en Educación

la Ley Orgánica del Sistema Universitario fue aprobada en la Cámara Baja con 176 votos a favor, justo el número de apoyos mínimo necesario para sacar adelante una ley orgánica

La aprobación definitiva de la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), el desarrollo de la nueva Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) o la aprobación de la Ley de Enseñanzas Artística, marcarán el año 2023 en materia educativa.

El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó al finalizar el año la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), por lo que en 2023 continuará su tramitación en el Senado para ser aprobada definitivamente. La norma fue aprobada en la Cámara Baja con 176 votos a favor, justo el número de apoyos mínimo necesario para sacar adelante una ley orgánica.

El texto contó con los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, ERC, PDeCAT, PNV y Teruel Existe; los votos en contra de PP, Vox, Ciudadanos, CUP, PRC, Foro y Navarra Suma; y las abstenciones de Junts, Bildu y Coalición Canaria.

La nueva Ley de Universidades plantea medidas para la reducción de la precariedad en la Universidad, derechos para los estudiantes como el paro académico o un compromiso de gasto del 1 por ciento del Producto Interior Bruto para 2030.

Cambios de la LOSU

Entre las modificaciones que se han incorporado al texto durante su tramitación en el Congreso, destaca que la ley impedirá a los colegios mayores adscritos a la universidad pública separar por sexo, tras admitirse una enmienda presentada por Más País-Equo.

Además, se ha incluido que la nueva ley asegurará la inclusión del catalán, euskera y gallego en el programa Erasmus, así como otros programas de movilidad que cuenten con financiación pública y se ha incluido que las comunidades autónomas y las universidades «promoverán la presencia de universidades, estudiantes y las distintas instancias del Sistema Universitario Español en los órganos y foros de representación internacional universitaria».

También se ha incorporado que una persona no funcionaria pueda ser rector de Universidad. Precisamente, la norma señala que los candidatos a rector «deberán ser personal docente e investigador permanente doctor a tiempo completo y reunir los méritos de investigación, docencia y experiencia de gestión universitaria que determinen los Estatutos».

Respecto al acceso a titulaciones de formación permanente y a lo largo de la vida, la LOSU ha incorporado que las personas que no posean ninguna titulación universitaria habilitante para acceder a las titulaciones de formación permanente y que puedan acreditar experiencia laboral o profesional con nivel competencial equivalente a la formación académica universitaria, podrán acceder a las enseñanzas universitarias de formación permanente mediante un procedimiento de reconocimiento de la experiencia profesional.

La nueva redacción del texto también abre la puerta a que las universidades privadas sin ánimo de lucro puedan participar en programas públicos de fomento de la investigación. Así, señala que los programas de fomento de proyectos para la investigación, creación y transferencia e intercambio del conocimiento impulsados por las Administraciones Públicas «facilitarán la participación de las universidades de carácter social y sin ánimo de lucro declaradas de interés público».

La nueva EBAU

En el verano de 2023 se conocerá, según aseguró el Ministerio de Educación y Formación Profesional, «hasta el más mínimo detalle» sobre cómo será la prueba de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) de 2024, que será cuando entre en vigor el primer año de transitoriedad de la nueva prueba que, tras aplazarse un año, está previsto que esté completamente implantada en junio de 2028.

La prueba de acceso a la Universidad de 2024 seguirá siendo por asignaturas y el Ministerio está estudiando mantener estos exámenes por asignaturas hasta 2028, que será cuando se implantará el modelo definitivo.

A partir del 2024, el primer año de transitoriedad a la nueva prueba, en cada materia se irá incluyendo progresivamente el carácter competencial que irán teniendo los exámenes del nuevo modelo. Por ello, en 2024 no habrá la prueba de madurez que inicialmente se había pensado, sino que se mantendrá el modelo de la actual fórmula materia-examen.

«En cada materia se irá incluyendo progresivamente el carácter competencial que deseamos que vayan teniendo las pruebas de la EBAU», explicaba el secretario de Estado, José Manuel Bar, quien achacó el retraso del nuevo modelo a «dar más tiempo a las negociaciones, más tiempo a la interlocución con todos los agentes y las comunidades autónomas».

Ley de Enseñanzas Artísticas

2023 también será el año en el que, previsiblemente, el Gobierno aprobará el proyecto de Ley de Enseñanzas Artísticas Superiores. El pasado mes de noviembre el Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Ministerio de Universidades presentaron un documento base «abierto y flexible» de la nueva norma que prevé aprobar en Consejo de Ministros «en marzo o abril».

Entre las ideas centrales que contiene el texto para la futura ley, destaca el objetivo de «alinearse con los estándares europeos» y que las enseñanzas artísticas superiores «se acerquen» a la Universidad y a la Formación Profesional. La norma afectaría a cerca de 30.000 alumnos y a un total de 22.370 profesores: a 14.763 de Música, 5.534 de Artes Plásticas y Diseños, 1.336 de Danza y 737 de Arte Dramático.

La futura Ley de Enseñanzas Artísticas Superiores ha estado sometida a consulta pública y el Ministerio de Educación ha recogido en el documento base presentado una cincuentena de aportaciones. Precisamente, el documento aborda 30 propuestas iniciales en seis ámbitos de actuación: Enseñanzas, Alumnado, Profesorados, Centros, Relación con la Universidad y el Tratamiento de las Enseñanzas profesionales.

El texto también ahonda en la necesidad de establecer sinergias en el ámbito de la cultura, estableciendo convenios con museos o teatros. En este sentido, el Ministerio no descarta que una parte de las prácticas de las enseñanzas artísticas superiores sean con museos o teatros, «que tienen una función que cumplir durante la formación».

El documento plantea garantizar la adecuación de los estudios a los objetivos establecidos dentro del Espacio Europeo de Educación Superior; incrementar la autonomía académica de los centros y dotarlos de competencias para diseñar planes de estudio; sentar bases para la revisión y actualización del actual catálogo de enseñanzas y especialidades; abrir la posibilidad a implantar estructuras curriculares específicas y de innovación docente; estudiar fórmulas para favorecer la internacionalización de las enseñanzas; crear un registro de enseñanzas artísticas superiores; o establecer las condiciones básicas para el acceso a estas enseñanzas.

En cuanto al alumnado, destaca el objetivo de otorgar la misma consideración que a los estudiantes universitarios a efectos de convocatorias y en el acceso a becas y ayudas; y favorecer la movilidad del alumnado, para incrementar sus oportunidades formativas, a través de programas de intercambios o estancias, así como la formación dual con prácticas en entornos laborales.