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El debate sobre el abuso de los dispositivos en las aulas está más vivo que nuncaEFE

Suecia suspende la digitalización de las aulas: los libros de texto y la escritura a mano vuelven a ser útiles

Lo no-digital vuelve a cobrar protagonismo tras haber sido desterrado una vez se aprobó un plan del que ahora la ministra de Educación reniega

Suecia ha decidido dejar en suspenso la estrategia de digitalización de las aulas que el pasado mes de diciembre había aprobado la Agencia Nacional de Educación.

El país, que en la actualidad ostenta la novena posición en comprensión lectora del informe PIRLS, ha optado por tirar de freno en lugar de acelerar tras un arduo debate en torno al tema.

La actual ministra de Educación, Lotta Edholm, era una de las que más dudas tenía respecto a seguir adelante con dicha estrategia. En un artículo publicado en el diario sueco ‘Expressen’, apuntaba sus reticencias a los beneficios de las pantallas en las aulas. «Los libros (de texto) tienen ventajas que ninguna ‘tablet’ puede sustituir», concluía.

Analfabetos funcionales

Fruto de esa reflexión, el pasado 15 de mayo Edholm anunciaba la suspensión del plan, que planteaba dos objetivos principales. Lograr que los estudiantes desarrollaran la competencia digital para participar activamente en los estudios, vida social y laboral" e «incrementar la calidad de la enseñanza y el cumplimiento de objetivos mediante el uso de posibilidades de digitalización».

La puesta en marcha de aquella estrategia permitió la introducción de dispositivos digitales en las aulas del país escandinavo y el abandono de los libros de texto y la escritura a mano.

Pero la ministra y sus asesores entienden que no se han constatado lo suficiente los posibles efectos que el proyecto puede tener en la infancia. En concreto, el Instituto Karolinksa, que se dedica al estudio del neurodesarrollo, aseguró que las investigaciones del cerebro en los niños «muestran que estos no se benefician de la enseñanza basada en pantallas».

A pesar de su privilegiada posición, la ministra de Educación concluyó que el abuso de la pantalla había provocado el descenso del nivel de comprensión lectora entre los niños suecos tras el último informe, alertando del riesgo de crear «una generación de analfabetos funcionales».