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Un grupo de estudiantes esperan para entrar en las aulas de la Universidad Pompeu Fabra para realizar la Selectividad

Las familias suelen respaldar las acusaciones de sus hijos si el examen sale malEFE

Selectividad 2023: el año en el que los padres de los alumnos criticaron la dificultad de los exámenes

La selectividad de 2023 ha terminado ya en la mayoría de las comunidades autónomas. Y otro año más, lo ha hecho envuelta en polémicas de todo tipo. La novedad es que se certifica que vivimos una época en la que ahora son los padres quienes secundan las quejas de sus hijos respecto al contenido y la dificultad de los exámenes.

Si bien el sempiterno lamento del estudiante ha existido desde siempre, ahora parece que la tendencia es que algunos progenitores hagan propias estas tribulaciones y pidan explicaciones tanto al centro educativo al que pertenecen como al equipo de profesores encargados de diseñar estas pruebas.

No son pocos los ejemplos que este año encontramos sobre este asunto. Por ejemplo, en Asturias, padres de estudiantes han lamentado «el silencio de institutos y profesores» ante lo que consideran un polémico examen de Química en la EBAU de Asturias.

Los progenitores de los jóvenes creen que el centro no preparó bien a los estudiantes para la prueba ya que una parte de la materia que fue objeto de pregunta no había sido preparada a lo largo del curso, según el testimonio de los alumnos.

«Nos parece que los profesores tienen algo que decir. Deberían aclarar si los alumnos estaban preparados para ese tipo de examen o no».

No eran lo que esperaban

En Baleares, descontento por el examen de Matemáticas Aplicadas y Biología. Según recoge el Diario de Mallorca, «familias y profesores» de distintos institutos de las islas se han quejado porque, según ellos, varias preguntas no se correspondían con los modelos de pruebas de años anteriores que en teoría iba a seguir la UIB (Universidad Islas Baleares) para confeccionar los exámenes y que han servido de referencia a los estudiantes para prepararse.

Según esta información, las familias de los estudiantes han recordado que «se juegan mucho» y que hay estudios con notas de corte muy elevadas «con lo que las décimas puedan convertirse en cruciales».

Los padres insisten en que «el estilo de muchas preguntas» no se correspondieron «a lo que los alumnos esperaban: Había preguntas con enunciados muy largos y confusos y planteadas con enfoque LOMLOE».

En la Comunidad Valenciana, el diario Levante también recoge la desazón de los muchachos, a los que no les gustó el examen de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales por la «dificultad» que tenían las preguntas de los ejercicios de probabilidad.

La prueba de Química también causó estupor: «Todo el mundo se quejó de los problemas».

Copiando con móvil y pinganillo

Donde no consta que hubiera quejas fue por parte de los alumnos –y sus familiares– a los que cogieron ‘in franganti’ copiando en el examen de la EBAU. Según recoge El Periódico de Extremadura, tres alumnas fueron sorprendidas en esta comunidad con chuletas, móvil y pinganillo.

Ocurrió en las sedes de Plasencia, Zafra y Badajoz durante los exámenes de Historia de España y Química.
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