Cataluña
Un colegio de educación especial impone el catalán obligatorio al 70 % de su alumnado castellanohablante
De la inmersión ya no se libran ni los estudiantes con necesidades especiales de la escuela Tramontana de San Feliú de Llobregat, a pesar de que la gran mayoría tienen en el español su lengua materna
De la inmersión no se libran ni los alumnos de educación especial. Así, el proyecto lingüístico de la escuela Tramontana de San Feliú de Llobregat, que es un centro de educación especial, impone el catalán «en la mayoría de actividades de aprendizaje y enseñanza». Y eso a pesar de ser conscientes de que el 70 % de los alumnos que acuden al centro tiene el español como idioma principal.
Dicho plan lingüístico ha sido denunciado por la Asamblea por la Escuela Bilingüe en su perfil de Twitter. Precisamente esta organización ha sido señalada por el nacionalismo tras criticar lo que sucedía en otra institución educativa de esta comunidad, en concreto, que la profesora de castellano de la escuela Joan Juncadella de San Vicente dels Horts solo pueda acceder al aula para dar su clase.
La inmersión, un rodillo
Lo puesto en conocimiento esta vez indica que la inmersión es un rodillo tan aplastante que ni siquiera los chavales con necesidades especiales van a poder tener facilidades, como el de estudiar en su lengua materna.
«El centro –reza el proyecto lingüistico de la escuela Tramuntana– tiene una clara concienciación sobre la necesidad del uso del catalán». Y explican que así, la imposición de su uso paliará «la falta de utilización de esta lengua en el entorno más cercano», que se entiende que es el familiar.
Tal y como añade el proyecto lingüístico, la escuela tiene matriculados 48 alumnos procedentes del Bajo Llobregat con «necesidades de apoyo intensivo» para poder seguir con su aprendizaje.
El centro lamenta que «en general, el alumnado utiliza códigos lingüísticos restringidos, pobres y pocos concisos».
Por ello se propone en este nuevo plan «que el catalán sea la vía de cohesión e integración entre todos los miembros de la comunidad educativa y el vehículo de expresión en las actividades académicas y docentes».
Barrera para los estudiantes con necesidades
Su caso recuerda al de Adrián, un alumno con trastorno del espectro autista, que se ha visto obligado a dejar Cataluña junto a su familia por la barrera del idioma, tal y como desveló este medio.
Este chico estudiaba en el IES Montserrat Roig de Tarrasa. «Allí no hay inmersión lingüística, sino que se trata de imposición lingüística», denunció su padre, Ahmed, a El Debate.
Esta familia cubana se ha mudado a las Islas Canarias ya que la imposición del catalán creó demasiados problemas a Adrián en su periplo en la secundaria. «He de decir que tuvo mucha ayuda... siempre que siguiera el modelo impuesto por el instituto, por el cual el catalán no podía desaparecer en su aprendizaje. El idioma para él siempre fue una barrera», criticó.