Educación
Un instituto de Cataluña llama 'comodones' a sus alumnos castellanoparlantes
El centro educativo, situado en la localidad barcelonesa de Collbató, lamenta que sus estudiantes que utilizan el español muestren más dificultades y poca mejora «por falta de interés y comodidad»
Más madera. El instituto Collbató, situado en esta localidad barcelonesa, etiqueta a los alumnos por su lengua materna. Así, este centro educativo ha asegurado en su ‘Proyecto Lingüístico de Centro’ que «todos nuestros alumnos» son capaces «de hacer una exposición en lengua catalana con más o menos corrección».
Sin embargo, dicha institución se ve obligada a reconocer «que también es cierto» que aquellos alumnos que son «castellanoparlantes» muestran «más dificultades y poca mejora por la falta de interés y por comodidad».
«¿Etiquetando a los alumnos por su lengua materna? No se puede ser más impresentable», ha expresado la organización que dirige Ana Losada.
Denuncias de la AEB
Estos excesos, que constituyen por sí mismos el decálogo educativo del nacionalismo catalán, no son una excepción, sino que se acumulan según pasan los días.
Así, la Asamblea por una Escuela Bilingüe lleva todo el verano destapando en sus redes sociales estos proyectos lingüísticos que las escuelas de Cataluña han redactado de cara al próximo curso.
Fruto de estas denuncias, hemos podido saber, por ejemplo que un centro ha prohibido la entrada al aula a una profesora de español cuando no tenga que dar clase, y que otro colegio, esta vez de educación especial, desea imponer el catalán pese a saber que el 70 % de su alumnado es de origen castellanoparlante, obviando las necesidades educativas y especiales de estos estudiantes.
Además, y entre otros casos, un instituto contemplaba que un monitor de clases extraescolares fuera despedido si no utilizaba el catalán.
Los planes de la Generalitat para la enseñanza
El Consejo Lingüístico Asesor presentó un informe en el año 2022 avanzando que sería la Administración la que «orientará, asesorará y acompañará» a las direcciones de los centros «en el proceso de elaboración de los proyectos lingüísticos a través de los asesores de lengua, interculturalidad y cohesión y de la Inspección de Educación». Es decir, es el propio departamento que controlará que se cumple a rajatabla con sus instrucciones.
Los colegios e institutos públicos y concertados, incluyendo los de educación especial, redactan sus proyectos, entre cuyas páginas se encuentran algunos de los llamativos y polémicos postulados que está sacando a la luz la AEB.