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Los colegios extremeños no impartirán una asignatura de educación afectivo-sexualEduardo Parra /Europa Press

Educación

PP y Vox cierran filas en Extremadura para bloquear la implantación de una materia afectivo-sexual

Aunque ambos partidos mantienen diferencias importantes respecto a la educación, como se ha visto en Baleares, la propuesta de Podemos y PSOE de crear una asignatura específica no saldrá adelante

Tras el desencuentro acaecido en las Islas Baleares, donde PP y Vox no llegaron a un acuerdo para sacar adelante el acuerdo de la libre elección de lengua en los centros educativos de las islas, ambos partidos han cerrado filas en otra comunidad autónoma, Extremadura, para rechazar una propuesta de la izquierda de implantar una asignatura de educación afectivo-sexual.

Unidas por Extremadura –la confluencia regional que agrupa a Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde–, propuso, con el apoyo del PSOE, la creación de una materia específica sobre educación afectivo-sexual. Los socialistas extremeños la secundaban.

«Si hay una asignatura pendiente es la educación afectivo-sexual. No podemos ignorar las necesidades de nuestros hijos», declaraba en el Parlamento la diputada del Grupo Socialista Piedad Álvarez, que insistía en que no se puede permitir que la educación sexual de los estudiantes extremeños proceda de la pornografía, los amigos o las redes sociales.

Asignatura específica

La propuesta no se debatió, pero llegó en un contexto en el que Vox ya había registrado una iniciativa anterior para instar al Ejecutivo de María Guardiola a que garantizara que los padres tuvieran conocimiento previo y el derecho a aceptar o no cualquier contenido de este tipo que pudieran recibir sus hijos en las aulas.

La consejera de Educación, Mercedes Vaquera, compareció a petición propia para informar sobre la política del Gobierno regional en materia de educación afectivo-sexual. Si bien PP y Vox han evidenciado sus diferencias también en el modo de afrontar esta cuestión, sus votos han sido suficientes para impedir cualquier iniciativa de este tipo.

Para el PP, que controla el Ejecutivo extremeño, «no existe ningún tipo de adoctrinamiento en la educación regional, ni la habrá». Para la portavoz Sandra Victoria Valencia Ramos, «es fundamental» impartir este tipo de educación en las aulas «como ya se hace en todas las etapas educativas» –lo recogen los currículos escolares–, pero sin ser necesaria una asignatura «específica». «Hay valores que deben venir en su mayor parte de casa», ha dicho.

La hoja de ruta de Vox

Como ya avanzó El Debate, Vox ha establecido una hoja de ruta con la que pretende, en diversas autonomías, garantizar que las familias tengan conocimiento previo por parte de los colegios e institutos sobre cualquier contenido de tipo afectivo-sexual que reciban los escolares en las aulas.

​Por ello, la formación de Santiago Abascal ha llevado a las cámaras regionales su objetivo de, según su propuesta, proteger a la infancia de un contenido que pueda dañar su inocencia, especialmente en la etapa educativa.

La iniciativa de su Grupo Parlamentario en Extremadura, que se adelantó a la de la izquierda de crear una materia específica, instaba a la Junta a «respetar el derecho de los padres a elegir libremente la educación de sus hijos y de garantizar de este modo el artículo 27 de la Constitución española».

Recientemente, sus diputados solicitaron que se revisaran los currículos educativos para adoptar las medidas necesarias para promover la inmediata retirada de libros de texto y material educativo que contenga cualquier tipo de adoctrinamiento o contenido dañino que afecte a los menores, debido al auge de contenido sexual o ideología transgénero que circula sin control en los colegios e institutos.

​Este partido ha registrado en al menos cuatro cámaras regionales mociones que recojan sus iniciativas para lograr situar a las familias por encima de las leyes educativas. Amén del caso extremeño, también ha sucedido en Aragón, País Vasco y Cantabria.