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El uso de teléfonos inteligentes se ha normalizado incluso a edades muy tempranasEFE

Educación

Miles de familias y profesores se unen para desterrar los móviles en las aulas hasta los 16 años

Un movimiento que surge en Barcelona, y agrupado en torno a un grupo de mensajería instantánea, quiere «frenar la normalización» de entregar un móvil inteligente a los niños de 12 años, coincidiendo con su entrada en el instituto

El movimiento ha surgido en Barcelona y amaga con extenderse a toda España. Un grupo de mensajería instantánea, que supera los mil miembros, aglutina la protesta de familias y profesores, organizadas para «frenar la normalización» de entregar un teléfono móvil a los niños a los 12 años, coincidiendo con su entrada en el instituto.

Son los propios padres los que entienden que el uso del teléfono inteligente a edades tan tempranas –es común que los alumnos de secundaria lo tengan–, afecta a sus problemas relacionales y de concentración y atención. En comunidades como Cataluña, donde nace esta iniciativa, la postura de la Consejería de la Educación es de permitir que cada centro educativo regule el uso del móvil en las aulas y otros espacios comunes. Así sucede también en la mayoría de comunidades autónomas.

Una madre de tres hijos, Elisabeth García Permanyer, actúa como promotora del grupo:

«La idea de este grupo de WhatsApp surgió tras escuchar la inquietud de otras madres que habían decidido dar el móvil a los hijos de 12 años para evitar que fueran los pringados de su clase. En cuestión de pocos días, el grupo ‘Poblenou adolescencia libre de móviles’ creció de manera espontánea. «Hemos visto que hay un problema oculto en el uso institucionalizado de móviles inteligentes a edades muy tempranas. Los especialistas nos están diciendo que su cerebro no está preparado para gestionar todo el acceso a internet», declara a EFE.

Para otra de las promotoras, Elvi Mármol, la Consejería autonómica debería prohibir «la entrada total de móviles en los colegios de primaria y secundaria», una acción que a su juicio «ayudaría a las familias que muchas veces compran un móvil por la influencia del grupo».

Así se convirtió un instituto en espacio libre de móviles

A la espera de que las autoridades se decidan a actuar, los padres y profesores que conforman este grupo de chat en Barcelona pueden mirar cerca de ellos, en concreto, hacia la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros.

Allí, dado que en Aragón tampoco existía regulación alguna sobre la presencia de dicho dispositivo en los centros educativos, el IES Reyes Católicos optó por convertirse en un espacio libre de móviles. Y además, siendo noticia (positiva) en la manera de decidirlo.

La comunidad educativa de este instituto decidió, de forma democrática, que todo aquel que lo pise no pueda hacer uso del móvil en horario lectivo.

«Decidimos someterlo a votación por los estragos que provoca el abuso del teléfono entre los más jóvenes», declaraba a El Debate su director, Patxi Abadía. «No podíamos permanecer más tiempo ajenos a esta problemática, de la que ya hay demasiadas evidencias», añadía en conversación telefónica con este periódico (eso sí, desde un fijo, ya que ni él como director puede hacer uso del móvil en los espacios comunes).

El máximo responsable del Reyes Católicos cree que pronto imitarán esta medida en otros lugares. «Se han puesto en contacto con nosotros otros colegios e institutos de Aragón y de otras partes de España para saber cómo la hemos implementado».

A debate

La presencia de la tecnología y los dispositivos móviles en la educación ha sido permanente objeto de debate en este medio a la hora de charlar con diferentes referentes educativos. Para José Moyano, presidente de Anele (Asociación de Editores de Libros y Material de Enseñanza), existe «preocupación» por el abuso de los adolescentes de las pantallas «con fines que no son educativos».

«Hay propuestas muy serias para integrar de la mejor manera las nuevas tecnologías, incluso a veces, directamente prohibiéndolas. No en vano, los gurús de las grandes plataformas son los primeros que no la desean para sus hijos en edades tan tempranas».

«Desde hace unos años, incluso en etapas educativas tempranas, y quizá con una idea equivocada, se han ido introduciendo las pantallas en las clases sin enseñarlos a manejarlos correctamente y sin tener en cuenta que ello les abre la posibilidad a utilizar cualquier aplicación que genere más dispersión mental», comentaba el profesor universitario Daniel Arias Aranda, autor del libro Querido alumno, te estamos engañando’.

«Es fundamental tanto formar a los estudiantes como abordar qué hay detrás de determinados dispositivos: hay empresas que gastan millones de dólares todos los años para elaborar algoritmos que capten nuestra atención y mantenernos enganchados».