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Yolanda Díaz, durante su discurso en el debate de investiduraEFE

Exención del IVA

Silencio y preocupación en la educación privada ante las recurrentes amenazas de Yolanda Díaz

El sector prefiere guardar un cauto mutismo ante las palabras de la vicepresidenta, que exigió en su paso por la tribuna del Congreso que se le retire el IVA al 0 %, pero recuerda las consecuencias que provocaría una decisión de este tipo

Yolanda Díaz volvió a aprovechar su paso por la tribuna del Congreso para amenazar a la educación y la sanidad privada con retirarles el IVA al 0 %. «Nosotros no compartimos este tipo de tributación», dijo la aún vicepresidenta en funciones al líder socialista, Pedro Sánchez.

No es la primera vez que la líder de Sumar recurre a las amenazas contra la educación. En 2020 ya lo hizo. Pero en esta ocasión ha aprovechado los discursos de investidura, que le han acabado dando este jueves el Gobierno a Sánchez, para marcar distancias con sus socios, precisamente eliminando la exención de este impuesto.

Entre el sector, se impone el silencio, que sin embargo se reviste de indisimulada preocupación, ya que Sumar y sus postulados más radicales serán claves en la actual legislatura.

Una portavoz de CECE (la Confederación Española de Centros de Enseñanza) ha recordado a El Debate las manifestaciones que ya se vieron obligados a efectuar hace tres años, cuando Yolanda Díaz comenzó con su guerra contra ellos, y que ahora vuelven a servir para este momento: «Mostramos nuestra preocupación ya que la educación tiene consideración, tanto en España como en toda la UE, de servicio público esencial, y este es el motivo por el cual está exenta del pago del IVA».

La patronal de la enseñanza privada entiende que la posible aplicación del IVA a su negocio «supondrá que las familias que libremente la han elegido un encarecimiento insoportable de este servicio, lo que en la práctica podría llegar a suponer la desaparición del sector».

Debido a que las palabras de Díaz durante la investidura ‘tan solo’ supusieron una manera de marcar las líneas maestras de su postura a lo largo de la legislatura pero no una concreción de la decisión en una ley o reforma de la misma, el sector prefiere guardar ahora un cauto silencio, pero no oculta a este medio su «estupor» por la «obsesión» de la ministra contra ellos.

Consecuencias desastrosas

El sector alerta de las consecuencias que el populismo de Díaz, en plena refriega por disputarle el relato al PSOE en lo que será un nuevo Gobierno de coalición, puede acarrear para el sistema educativo.

En primer lugar, consideran que de llevarse a cabo los planes de la dirigente de Sumar, se vulnerará el derecho de las familias a elegir el tipo de educación que consideran más adecuada para sus hijos y con arreglo a sus convicciones, consagrado en el artículo 27 de la Constitución Española.

De concretarse una medida de este tipo, auguran que se producirá «el desplazamiento inmediato» de un incalculable número de alumnos a la enseñanza pública, lo que incrementará irremediablemente el gasto público en una cuantía posiblemente superior de lo que el Ejecutivo espera recaudar a través de este impuesto.

Por otra parte, las organizaciones empresariales de la enseñanza temen que, si se llega a concretar la subida del IVA, se produzca un pérdida de innumerables puestos de trabajo, que llevarán aparejados escenarios de menor recaudación por IRPF de estos trabajadores y mayores costes en prestaciones por desempleo.

«Esta situación no afectaría únicamente a enseñanzas regladas no universitarias, sino también a las universidades privadas y al sector de enseñanzas no regladas, por lo que pondría en riesgo de desaparición a gran parte del sector de la educación y la formación privada en nuestro país, compuesto en su mayoría por pequeñas y medianas empresas», auguran.

Según la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido, una gran mayoría de actividades relacionadas con el ámbito privado de la educación o la sanidad están exentas de declarar este impuesto.

​La normativa subraya que estarán exentos de pagar el IVA «la educación de la infancia y de la juventud, la guarda y custodia de niños, incluida la atención a niños en los centros docentes en tiempo interlectivo durante el comedor escolar o en aulas en servicio de guardería fuera del horario escolar, la enseñanza escolar, universitaria y de postgraduados, la enseñanza de idiomas y la formación y reciclaje profesional, realizadas por Entidades de derecho público o entidades privadas autorizadas para el ejercicio de dichas actividades».