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La consejera de Educación catalana, Anna SimóEFE

Cataluña

El Govern celebra esta tarde una cumbre de partidos para abordar la educación en Cataluña, pero veta a Vox

Desde esta formación lamentan el «sectarismo» del ejecutivo catalán

La Generalitat quiere que la reunión que esta tarde mantengan los partidos políticos sea un «punto de partida» para poder construir «grandes acuerdos» en torno a la educación en Cataluña. Todo ello, después de conocerse los resultados del informe PISA, que han sido desastrosos, porque el rendimiento de los estudiantes catalanes bajan en todas las áreas que analiza: matemáticas, ciencias y comprensión lectora.

Se busca consenso, pero sin la participación de Vox, que no ha sido invitada a la reunión. El portavoz parlamentario de la formación, Joan Garriga, dice que es una muestra más del «sectarismo» del Govern, que menosprecia a la cuarta fuerza política del Parlament, además de a 240 mil votantes.

En cualquier caso, Garriga dice que al ejecutivo, en caso de ir a la reunión, le hubieran dicho «las verdades a la cara», como que el modelo de escuela laica, mixta y en catalán que tanto defienden no es ni mucho menos de éxito. Y es que el dirigente de Vox asegura que la Generalitat ha «destrozado» la educación al querer imponer una «visión progre» en detrimento de la libertad de elección. Y esa, de hecho, es una de las propuestas que la formación pone encima de la mesa, el cheque escolar; pero también apuesta porque haya una «reválida nacional».

Cambios estructurales

Desde el Govern, la consejera de Educación, Anna Simó, reconoce que hacen falta «cambios estructurales», pero insiste en que no hay que dar volantazos. Cree que puede haber resultados rápidos si se prioriza la lucha contra la segregación y la pobreza infantil. De hecho, ha destacado que ya hay «brotes verdes» en la mejora de la equidad del sistema.

Todo ello para hacer frente a los resultados del informe PISA que sitúan a Cataluña por debajo de la media de los países de la OCDE y a la cola de las comunidades autónomas en ciencias, matemáticas y comprensión lectora. Son los peores resultados de la historia para los alumnos catalanes desde que se empezó a hacer este estudio.