Un estudio concluye que vetar el móvil en las aulas mejora las notas y la salud mental de los alumnos

Castilla-La Mancha, Madrid, Galicia, Andalucía, Cataluña, Murcia y, ahora, la Comunidad Valenciana son las comunidades autónomas que ya apuestan por prohibir el uso de los teléfonos móviles en las aulas. Siete comunidades de 17 en toda España. El debate en el ámbito educativo y social sobre este tema es una cuestión candente no solo en el país, sino también en Europa entre padres, profesores y alumnos. Los hay a favor y en contra de su uso en los centros escolares y por el momento no existe una normativa unitaria al respecto. En 2023, la UNESCO pidió una prohibición global de los teléfonos inteligentes en las escuelas para abordar la interrupción de los teléfonos inteligentes en el aula y proteger a los niños del ciberacoso. Pero, al mismo tiempo, sus defensores argumentan que los móviles y las tabletas podrían utilizarse como herramientas didácticas en las aulas, ya que forman parte de sociedad moderna.

Sin embargo, un estudio reciente elaborado por el Instituto Noruego de Económicas ha concluido que eliminar el smartphone de las aulas mejora las notas y aleja a los chavales de problemas relacionados con la salud mental. «Vetar los smartphones reduce en un 60 % el número de consultas por síntomas psicológicos, pero también por otros problemas de salud». Un aspecto que sobre todo afecta a las niñas. Esto se debe a que se ha observado que las chicas que disponen de teléfono pasan más horas en él que los chicos. «El 70 % de las chicas afirma dedicar más de dos horas diarias a estos dispositivos, sobre todo en redes sociales, frente al 54 % del total de los chicos». Así, el estudio arroja datos como que «el rendimiento educativo de las niñas mejora después de la prohibición del móvil en las aulas y también tienen «más probabilidades de estudiar una carrera».

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han hecho una comparativa entre los alumnos que acuden a centros en los que se ha prohibido el uso de teléfonos en las clases y los que asisten a colegios en los que su empleo es libre.

Reducir el 'bullying'

Reducir el bullying en el entorno educativo, del que España es uno de los países europeos con más incidencia, también es un aspecto que se logra con la retirada de los teléfonos, según el estudio, sobre todo cuando se aplica en niños de entre 12 y 16 años. «Los teléfonos inteligentes reducen la incidencia del acoso entre los estudiantes de Secundaria», explican. La Organización Mundial de la Salud contabilizó entre enero de 2021 y febrero de 2022 11.229 casos graves de bullying en España, esto supone una media de 7 de cada 10 niños sufriendo algún tipo de acoso a diario.

«Prohibir los teléfonos inteligentes en las aulas es una herramienta con beneficios considerables en la salud mental y los resultados educativos de los estudiantes», concluye el estudio.