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Alumnos en un centro educativo

Estas son las comunidades donde las familias pagan cuotas más altas en los colegios concertados

Estas aportaciones son voluntarias, a las que hay que sumar aquellas que corresponden a las actividades extraescolares que realice cada alumno

Hace unas semanas, un estudio publicado por Esade sembró la polémica en el mundo de la educación: según ellos, el 90 % de los colegios concertados de mayor tamaño en España cobran cuotas «ilegales», mientras que esa proporción baja al 60 % de los de mediano y pequeño tamaño.

Ante esto, los concertados desmontaron punto por punto las inexactitudes del documento y explicaron la necesidad de este modelo educativo en nuestro sistema. Matizaron, asimismo, que como los centros concertados ofrecen diversos servicios más allá de los que ofrecen los centros públicos, necesitan financiar esas horas de enseñanza y esos servicios extraordinarios que exceden de lo que el dinero público puede pagar.

De ahí las cuotas más o menos elevadas, ya que depende del número de extraescolares a las que el alumno esté apuntado. La cuota media se encuentra entre los 680 y los 860 euros anuales por alumno. Constata, asimismo, que hay un 13 % del alumnado que no paga cuota en las etapas estudiadas, mientras que un 18 % lo hace con contribuciones muy bajas, de menos de 20 euros al mes por alumno. Por el contrario, el 10 % de alumnado con más cuotas asume el 45 % del gasto total.

Según el análisis, el total recaudado a través de las cuotas de la enseñanza concertada varía entre los 950 y los 1.200 millones de euros al año para las tres etapas educativas, dependiendo de cómo se definan las cuotas. En la segunda cifra se considera el impacto del coste del comedor.

El informe de Esade hace, asimismo, una clasificación por comunidades en las que se establece cuáles son las que las familias aportan más dinero a los colegios concertados. El ranking lo encabeza Cataluña, donde la cuota media por alumno alcanza los 1.696 euros al año.

Le sigue la Comunidad de Madrid, con 1.156 euros, y el País Vasco, con 959 euros. En el lado opuesto se sitúan como las regiones en las que los padres pagan menos por la educación de sus hijos la Comunidad Valenciana, con 597 euros por alumno y año, y Andalucía, con 453 euros.

Con esto, se ve cómo existe una diferencia abismal entre la comunidad más cara (Cataluña) y la más barata (Andalucía), y es que los padres de los alumnos catalanes pagan, de media, 1.243 euros más de cuotas en la concertada que los andaluces.

Las cuotas son legales y favorecen la igualdad de oportunidades

Es importante destacar la falsedad de que los concertados cobran cuotas ilegales. Alfonso Aguiló, presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanzas (CECE), expresaba a El Debate que la escuela concertada «facilita la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación». De hecho, son muchos los centros concertados que «dan un verdadero servicio al barrio, que generan comunidad, que ayudan a las familias a poder organizarse mejor con horarios ampliados y extraescolares, que favorecen la integración de alumnos con necesidades especiales», añade Enrique Escandón, director de relaciones institucionales del grupo de Colegios 3A. Prueba de ello es que existen centros concertados en barrios de muy diferente nivel socioeconómicos.

El modelo de la educación concertada en España está basado en que los centros de titularidad privada con el sistema de concierto público reciben una cuantía de dinero por alumno. Como los centros concertados ofrecen diversos servicios más allá de los que ofrecen los centros públicos, necesitan financiar esas horas de enseñanza y esos servicios extraordinarios que exceden de lo que el dinero público puede pagar.

En este sentido, Carlos Ortiz Sanchidrián, director del colegio concertado CEU Sanchinarro, en Madrid, explica que las cuotas que aplica la concertada pueden ser de dos tipos: cuotas voluntarias, que aquellos padres que desean pagar sufragan porque entienden que así mejora la educación que reciben sus hijos, y cuotas por la oferta ampliada del colegio (como las extraescolares y otras actividades no vinculadas a la enseñanza), que son, naturalmente, voluntarias porque pagan solo aquellos padres que quieren contar con esa oferta ampliada. Esas cuotas voluntarias por oferta ampliada, además de pagar la actividad, pueden contribuir al sostenimiento del colegio, como recoge la ley.