Los centros de FP necesitan más autonomía para consolidar una relación directa con las empresas

Para hacer viable la generalización de la Formación Profesional Dual, es esencial otorgar mayor autonomía a los centros educativos, lo que permitirá que consoliden relaciones directas con las empresas y ofrezcan los servicios formativos necesarios, configurando al mismo tiempo itinerarios educativos que cumplan con las expectativas de los jóvenes. Así lo refleja el informe presentado por la Fundación Bertelsmann titulado 'La Formación Profesional Dual en España. Retos para 2030', elaborado por el sociólogo e investigador Oriol Homs. Este informe evalúa la evolución de la Formación Profesional Dual en la última década e identifica los principales desafíos futuros.

En 2030, la Formación Profesional Dual alcanzará su madurez, y los próximos años serán cruciales para posicionar esta modalidad como un pilar fundamental del sistema de Formación Profesional.

El documento insiste en adoptar una visión holística de la Formación Profesional Dual, que vaya más allá de una mera aplicación normativa. Aboga por la creación de un plan de gestión del cambio consensuado con todos los actores involucrados: empresas, centros educativos, organismos intermedios, gobiernos y estudiantes.

Asimismo, destaca que la Formación Profesional Dual será fundamental para asegurar la competitividad de las empresas y las expectativas profesionales de las nuevas generaciones.

El estudio concluye que la generalización de la Formación Profesional Dual es un hito en el desarrollo de la Formación Profesional en España. Un cambio de esta magnitud requerirá una planificación consensuada entre todos los actores del sistema, para identificar dificultades y movilizar recursos.

También señala que articular las necesidades de las empresas con la oferta formativa supondrá un esfuerzo significativo de flexibilización en toda la cadena organizativa, desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional hasta las administraciones autonómicas y los centros de formación. Esto exigirá una actualización ágil de los contenidos, nuevas combinaciones modulares de los títulos y su planificación territorial.

Respecto a los tutores de los centros, el informe subraya que estos son clave para la organización práctica de la Formación Dual. Será necesario prestar especial atención a su consolidación profesional, apoyo formativo y reconocimiento en los equipos docentes.

En cuanto a la formación de los docentes, la actualización y potenciación de sus estancias en empresas para adquirir un mayor conocimiento de las condiciones profesionales constituye una oportunidad para fortalecer la relación con las empresas.

El informe también destaca la importancia de conectar los centros con redes de excelencia estatales y autonómicas para difundir buenas prácticas y fortalecer los aprendizajes entre iguales. La creación de centros de innovación a escala autonómica podría liderar el cambio.

Según el autor del estudio, la Formación Profesional Dual representa un cambio significativo al incorporar la formación en la estrategia de gestión de las personas en las empresas. Reducir las curvas de aprendizaje y mantener activas las competencias de toda la plantilla distinguirá a las empresas que afrontarán con éxito los cambios actuales.

La orientación profesional debe alinear las expectativas de los jóvenes con las dinámicas del mercado de trabajo y acompañarlos en su proceso de profesionalización. Una orientación efectiva que resalte las ventajas de la formación dual es crucial para su generalización exitosa.

Por último, el informe señala que la monitorización del proceso de generalización de la Formación Dual ayudaría enormemente a su seguimiento y evaluación, permitiendo tomar decisiones consensuadas para corregir posibles desviaciones. Para ello, se necesita un sistema de información compartido, transparente y accesible para todos los actores del sistema.