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El rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos

El rector de la Universidad de Cantabria, Ángel PazosEuropa Press

La Universidad de Cantabria gasta 72.000 euros en alquilar un coche híbrido por falta de etiqueta ECO del oficial

Alumnos del anterior Consejo de Estudiantes denuncian que el centro se gaste ese dinero cuando «los edificios del campus se caen a cachos»

La ley de cambio climático y transición energética que obliga a las poblaciones de más de 50.000 habitantes a definir zonas de bajas emisiones ha provocado que el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, se vea limitado en sus desplazamientos en coche. El vehículo oficial de la facultad, un Audi A6, que la universidad adquirió en 2007, no está capacitado para obtener la pegatina ECO o CERO como manda la normativa para acceder a dichas zonas, y por tanto, ya no le es del todo útil.

Por ello, el pasado mes de abril se vio en la «necesidad» de lanzar un contrato de arrendamiento sin opción a compra de un vehículo híbrido enchufable cuyo coste asciende a 72.019 euros. El uso del mismo va dirigido a «atender los desplazamientos y viajes oficiales que debe realizar el rector con motivo de la representación de cargo que ostenta», especifican desde la facultad. La Universidad justifica la «necesidad» del nuevo vehículo alegando que «se hace necesario proceder a sustituir el vehículo existente» y el cambio en que «se estima que es más ventajoso económicamente el arrendamiento sin opción de compra que la compra del vehículo».

El contrato, de cuatro años, incluye, además el mantenimiento y seguro del vehículo que ha sido destinado a servicio oficial de la Universidad de Cantabria.

«Mientras la universidad se cae a cachos»

Alumnos del anterior Consejo de Estudiantes han criticado que la Universidad se gaste la cantidad de 72.000 euros en un vehículo oficial existiendo ya uno propio mientras que los edificios del campus «se caen a cachos. Es una vergüenza», lamentan.

Los estudiantes hablan de goteras y daños estructurales. «Literalmente hay facultades que se caen a cachos. La de Derecho, por ejemplo, está empapelada de periódicos porque hay goteras», denuncian.

Consideran que ese dinero sería más ventajoso destinarlo a solucionar las averías de las facultades, sobre todo, porque se trata de «una universidad de una región uniprovincial, con el 90 % de la actividad de la misma en un mismo campus».

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