Alertan en Francia sobre la introducción de «una visión esotérica del mundo» en el ámbito escolar
Los alumnos se pueden distanciar de lo que se supone que el colegio debe transmitir, así como de sus valores
Aunque aun quedan algunos días para la vuelta al cole en España, los niños de Francia, tras dos meses de vacaciones, ya han acudido de nuevo a sus clases. Como es habitual en todos los centros, los maestros deben ceñirse al programa acordado. Sin embargo, esto no ocurre siempre. Por ello, la Unión Nacional de Asociaciones de Defensa de las Familias y de las Víctimas Individuales de las Sectas (Unadfi) ha alertado sobre «los riesgos asociados» a la introducción de «determinadas prácticas» en los establecimientos educativos.
Cada año se implementan en las clases nuevas herramientas de superación: introspección, técnicas de respiración (Pranayama, respiración), conocimiento de los sentimientos, yoga, reiki. Estos nuevos talleres, detalla la Asociación, se presentan como formas innovadoras para mejorar el bienestar de los alumnos –muy de moda ahora–. Sin embargo, no se centran en lo importante de la educación y solo buscan «satisfacer las diversas necesidades de los estudiantes».
A pesar de los intentos de los maestros por mejorar el estrés de los alumnos, facilitar su autoconciencia y regular su equilibrio emocional, la federación francesa ha aseverado mediante un comunicado que estas prácticas presentan «al menos cuatro peligros».
Así, han afirmado que estos métodos forman parte del arsenal de técnicas utilizadas «en los procesos de control y proselitismo» implementados por «varios movimientos sectarios». Normalizados en la escuela, pueden, mediante un adoctrinamiento sutil, inducir «una visión esotérica del mundo que se aleja de las realidades de la vida», han apuntado.
En segundo lugar, han recordado que esto no es la primera vez que pasa, por lo que saben que estas herramientas pueden socavar «el equilibrio de los niños y adolescentes vulnerables». Además, la introducción de conceptos esotéricos o pseudocientíficos en la escuela también puede confundir «los referentes racionales y científicos de los estudiantes», provocar confusión «entre creencias y conocimientos». Esto podría afectar a su capacidad de reflexión y juicio crítico.
Por último, han recordado que a través de su naturaleza introspectiva, los alumnos se pueden distanciar de lo que se supone que la escuela debe transmitir, así como de sus valores. Es decir, «el sentido de lo colectivo y, en consecuencia, de ciudadanía».
Para que esto no ocurra, Unadfi ha pedido a los padres que estén pendientes de las prácticas que realizan sus hijos. También ha recalcado la importancia de pedir información de los talleres y revisar bien que no estén vinculados a movimientos sectarios.