Educación
La imposición del bable en las aulas: «Empezaremos a ver a padres pasando por los juzgados»
El bable está cogiendo fuerza en los últimos años gracias a políticas lingüísticas de promoción del asturiano orquestadas, principalmente, por los gobiernos del PSOE, y con particular fuerza el del actual presidente Adrián Barbón
La imposición lingüística está a la orden del día. Comunidades autónomas como Cataluña o el País Vasco sufren a diario la persecución al castellano en favor de lenguas cooficiales como el euskera o el catalán, que se imponen en las escuelas desde temprana edad.
A este escenario podrían enfrentarse también los colegios asturianos, ya que el asturiano está cogiendo fuerza en los últimos años gracias a políticas lingüísticas de promoción del bable orquestadas, principalmente, por los gobiernos del PSOE, y con particular fuerza el del actual presidente Adrián Barbón.
Beatriz Zapico, abogada, socióloga y portavoz de la Plataforma contra la Cooficialidad, se ha mostrado contundente en declaraciones a El Debate y ha afirmado con rotundidad que «el bable va a llegar a las escuelas». «Actualmente, a través de cuentos, leyendas, adivinanzas en la red de guarderías ya lo están poniendo en marcha. Quieren escolarizar en asturiano para que los niños de 0 a 3 años sientan como propia una lengua creada artificialmente, que es el bable», ha explicado a este medio.
Asimismo, ha denunciado que «no les importa que los propios progenitores no hablen ni entiendan el bable. Ellos lo que quieren de manera sibilina es que los más pequeños asuman una identidad lingüística que no les corresponde porque no es la de sus padres».
Quieren que los más pequeños asuman una identidad lingüística
Beatriz Zapico ha evidenciado esta clara tendencia de imposición del bable en todos los niveles con un ejemplo concreto que afecta a la cotidianidad de los asturianos: «Actualmente, están modificando la toponimia y nos encontramos con auténticas sorpresas porque están cambiando la denominación de determinados pueblos. ¡Están cambiando hasta los nombres de los pueblos! Ni los propios residentes reconocen el nombre. Y todo esto quieren imponérselo a los más pequeños ya desde las 'escuelitas' para que se acerquen al bable».
200 millones para la cooficialidad
Al igual que ha ocurrido en Cataluña o el País Vasco, la promoción de las lenguas cooficiales en perjuicio del español fomenta el nacionalismo y el aislamiento del castellano como lengua materna: «La plataforma siempre ha defendido la cultura asturiana, pero la cooficialidad obligaría a todos los asturianos a saber escribir y hablar bable. Y las leyes están para cumplirlas. El Tribunal Constitucional ha sido contundente a la hora de señalar que una lengua cooficial sería vehicular en la educación y todos tendríamos obligación de conocerla», ha argumentado la portavoz de Plataforma contra la Cooficialidad a El Debate.
Además, el coste de la cooficialidad del bable se elevaría a más de 200 millones de las arcas públicas, hecho que la plataforma critica rotundamente: «Detrás de la imposición lingüística hay un interés ideológico y económico. El gobierno socialista en el año 2020 solicitó un informe que fue realizado por un catedrático de Derecho Constitucional. Se presionó para que valorara cuál sería el coste de la cooficialidad. Bueno, pues dicho informe lo ocultaron a todos los asturianos por lo que se deducía del mismo: que el coste de imponer la cooficialidad superaría los 200 millones de euros».
«Podemos empezar a ver a padres pasando por los juzgados para defender la libertad de sus hijos a estudiar en español. Porque otra cuestión significativa es que Asturias sería la única comunidad uniprovincial española donde se pretende imponer el bable, el llionés y después, evidentemente, el español. Es decir, tendríamos tres lenguas cooficiales. Es algo absolutamente ridículo», denuncia Zapico.
Por otro lado, la plataforma denuncia que la promoción del bable favorece económicamente a unos cuantos mientras perjudica a la mayoría de los asturianos: «Hay detrás unos intereses económicos de 'cuatro' que estudiaron el bable 'oficial'. Quieren ser profesores, otros quieren ser traductores, otros quieren entrar en la televisión... El nacionalismo es territorio y lengua, eso está claro. Entonces, intentan seguir los ejemplos de Cataluña, del País Vasco, de Valencia y quieren imponernos la lengua».