Suenan tambores de guerra en Andalucía que anuncian, a lo lejos, anticipos electorales. Por tanto, es bueno saber qué ha pasado en lo que va de siglo en la economía andaluza; más si, como parece, la coalición PP-Vox puede empezar a gobernar. Pero, si importante es gobernar, más lo es gestionar, más lo es definir qué quiere ser Andalucía en el año 2030. Para ello, hay que conocer muy bien cuáles son los puntos fuertes y débiles que tiene la economía andaluza y así poder fijar una estrategia clara a seguir.
Tener un cuadro de mando, con un análisis claro, y definir los objetivos a alcanzar es obligación de los políticos electos. Un análisis como el que voy a realizar a continuación, les puede servir de base para lo que tienen que ser sus planteamientos.
Veamos qué ha pasado en estos 20 años. Para ello utilizamos la Contabilidad Regional del INE, donde se encuentran todos los datos sobre la economía española y, por supuesto, la andaluza.
Partimos de un año 2000 en el que la economía andaluza alcanzó la cifra de 86.568 millones de euros, que representó el 13,4 % del total de España.
En esa época, el Comercio, con un 21,3 %, fue el sector de mayor importancia en la economía andaluza, seguido de la Administración Pública, que representó el 17,9 %, siendo la Industria la que ocupó el tercer lugar, con un 12,6 % del PIB andaluz.
Entre los sectores que menos importancia tuvieron en aquellos momentos estuvieron las Actividades financieras, que solo representaron un 3,3 %, el sector de la Información y comunicaciones, con un 3,5 %, y las Actividades artísticas y recreativas, que significaron un 3,8 % del PIB. Sorprende que la Agricultura, en valor absoluto, no llegase a los 6.000 millones de euros y representase menos del 7 % del total de la riqueza de Andalucía.
Si realizamos un salto en el tiempo y nos vamos al año 2010, vemos que la economía andaluza tuvo un crecimiento del 67,2 %, llegando a los 144.752 millones de euros de riqueza, que parece espectacular, pero realmente le supuso alcanzar un 13,5 % del PIB, ganando una décima en su peso total en España.
Este crecimiento se produjo gracias a los siguientes sectores que crecen por encima de la media: las Actividades Inmobiliarias, que crecen un 229,6 %, las Actividades artísticas y recreativas, que crecen un 92,5 %, y la Administración Pública, que crece un 90,9 %.
Entre las que menos crecen están el sector de la Información y las comunicaciones, que sólo crece un 8,5 %, la Agricultura, que lo hace un 25,4 %, y la industria, que crece un 45,2 %.
Con esta foto, la Administración Pública sube hasta colocarse como el sector más importante de Andalucía, con un peso del 20,5 %; el Comercio pasa a segundo lugar con un 19,6 %, pasando a ocupar las Actividades inmobiliarias el tercer lugar, con un 11,2 %.
Los tres sectores que quedan en los últimos lugares son la Información y comunicaciones, que sólo representa un 2,3 %; las Actividades financieras con un 3,4 %, y a pesar de su gran crecimiento, las Actividades artísticas y recreativas, que suponen un 4,4 %.
En esta primera foto, queda claro que Andalucía ha abandonado el campo y que la Agricultura, como sector, dejó de tener sentido para los gestores de la Junta. La Industria tampoco fue su objetivo. Lo que sí tuvieron muy claro es que el sector público da muchos votos y garantiza mucha fidelidad.
Hagamos una pequeña parada para comparar lo que pasó con las grandes autonomías de este país, y cómo se comportó Andalucía con respecto a ellas:
Vemos que en España, que crece en este período de 10 años un 73,2 %, ninguna de las cinco grandes ni Castilla y León crecen por encima de la media. Madrid es la que más crece, seguida de Galicia y, por debajo de Andalucía está Cataluña, que a pesar de que en esa fecha seguía siendo la mayor en riqueza en valor absoluto, crece menos que Andalucía y mucho menos que la media nacional.
País Vasco es, con diferencia, la peor, y Castilla y León se queda también muy atrás.
La foto de esta década, por tanto, no es buena. Andalucía ha crecido 6 puntos menos que la media nacional y ha perdido distancia con respecto a Madrid y Galicia le gana terreno, demostrando que fue mejor gestionada.
Veamos a continuación qué pasa en la segunda década del siglo y cómo ha respondido Andalucía a las crisis.
Los números son evidentes y no nos mienten. La economía y, por tanto, la riqueza de Andalucía, ha sufrido un tremendo parón. Solo consigue crecer en una década un 4 %, y su PIB pasa a representar en el conjunto nacional, de nuevo, un 13,4 %.
Dos décadas para seguir siendo lo mismo, representando lo mismo en la economía nacional, aunque haya cambios.
La Agricultura es el sector que más crece, un 43,9 %. Sube dos puntos en su participación de la riqueza de Andalucía. El segundo sector que más sube son las Actividades Inmobiliarias, que lo hace un 18,5 %. El tercero son la Actividades profesionales, que lo hacen un 16,6 %.
Por importancia, la Administración Pública continúa siendo el primer sector económico, que pasa a representar un 22 % del total del PIB de Andalucía. El Comercio, debido al decrecimiento de casi el 7 % en este período, representa el 17,5 % del PIB, y las Actividades Inmobiliarias crecen hasta significar un 12,8 %.
La Información y las comunicaciones quedan como el sector de menor importancia (1,9 %), seguido de las Actividades financieras (3,7 %) y las Actividades artísticas, que vuelve al 3,8%, el mismo porcentaje que tenía en el año 2000.
Después de este análisis, no queda nada claro que los gobernantes de la Junta tuviesen una estrategia de lo que querían para Andalucía. Primero abandonan la Agricultura, para luego volver a la misma. Está claro que la Industria no entraba en sus planes. En cambio, han favorecido el «pelotazo» inmobiliario, que ha pasado del 5,7 % al 12,8 % de peso en el PIB en este siglo. También han tenido muy claro que el voto cautivo está en la barriga llena de quien come de su amo y, por eso la Administración Pública ha pasado del 17,9 % al 22 %.
Por otro lado, y si comparamos a Andalucía con las otras comunidades importantes, veremos que también ha perdido terreno con alguna de ellas.
Andalucía vuelve a crecer por debajo de la media nacional, que en este período lo hace un 4,6 %. Lo vuelve a hacer peor que Madrid, que consigue crecer más del doble que Andalucía. Lo hace peor que Cataluña, que a pesar de su crisis política, es capaz de crecer más que Andalucía. Y lo hace peor que Galicia, que crece un décima más. Solo lo hace mejor que el País Vasco y Castilla y León.
Como vienen elecciones, los futuros gobernantes deberían explicar cuál es su modelo económico para hacer que Andalucía sea una estrella que brille tanto o más que Madrid. Tienen que fijar dónde van a poner foco y, desde aquí, y como sugerencia, les digo que piensen en la Agricultura y su potenciación, pero pensando a su vez en crear a su alrededor una industria alimentaria que permita desarrollar el sector industrial y, desde luego, adelgazar la Administración Pública.
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