La sequía es un problema y, en consecuencia, una preocupación en Andalucía, donde el campo y, en general, la ciudadanía pagan la falta de lluvias. La comunidad andaluza se encuentra en una situación de «sequía pertinaz» desde el pasado mes de noviembre, y ésta amenaza con arruinar el campo.
Así, aunque parece que algunos no son conscientes de esto último, los distintos partidos políticos han recogido sus propuestas respecto al agua en sus respectivos programas electorales camino del 19-J. En general, el centro-derecha apuesta por reforzar las infraestructuras hidráulicas, mientras que la izquierda aboga por «controlar» la demanda.
Por Andalucía –coalición en que se integran Izquierda Unida, Podemos y Más País– está dispuesto a «aprobar un plan para la gestión pública del agua, basado en el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua y desde el paradigma de la Nueva Cultura del Agua. Para ello, es preciso sustituir los sistemas de gestión del agua basados en el aumento de la oferta por otros basados en el control de la demanda, considerando que existen límites en el consumo de agua basados en los recursos naturales de las cuencas hidrográficas y en el respeto a los caudales ecológicos».
Por su parte, el PSOE quiere «realizar una nueva planificación de los usos urbanos del consumo del agua, cerrando el ciclo integral del agua con un nuevo impulso a la depuración de aguas residuales y su reutilización. En el resto de consumos de agua la prioridad es la recuperación de masas de agua contaminadas (en acuíferos o superficiales)». «Impulsaremos la digitalización del ciclo integral del agua en Andalucía, posibilitando un mejor control de los recursos y una mayor eficiencia en su utilización, tanto en el uso urbano como en el agrícola», afirman los socialistas.
Adelante Andalucía –candidatura de Teresa Rodríguez– subraya que «el agua es un derecho humano universal inviolable e inalienable y, como tal, debe ser gestionada de forma pública, sostenible y participativa». Aboga por «sustituir los sistemas de gestión del agua basados en el aumento de la oferta por otros basados en el control de la demanda, considerando que existen límites en el consumo de agua basados en los recursos naturales de las cuencas hidrográficas y en el respeto a los caudales ecológicos».
Por otro lado, el Partido Popular plantea una serie de medidas entre las cuales se encuentra «una Ley de Gestión Sostenible del Agua en Andalucía que conlleve la modernización de la legislación en materia de aguas en nuestra comunidad y la mejora de la gestión del ciclo urbano del agua y de los sistemas de explotación», y «el Segundo Plan Andaluz de Aguas Regeneradas de Andalucía para uso agrario, turístico e industrial mediante el desarrollo de nuevas infraestructuras hidráulicas que permitan alcanzar la generación de 100 hectómetros cúbicos de nuevos recursos hídricos para estas actividades económicas mediante esta fuente hídrica».
«Impulsaremos el refuerzo de inversiones en infraestructuras hídricas, incluidas instalaciones de depuración y reaprovechamiento de aguas urbanas para usos agrícolas. Apostaremos también por un mayor número de instalaciones de generación de energía renovable, tal y como la eólica o la fotovoltaica, para garantizar tanto el suministro de agua como la generación de energía en nuestra tierra frente a cualquier imprevisto a escala internacional», prometen desde Ciudadanos.
Desde Vox, que acusa al PP de unirse «a la criminalización del campo con medidas y leyes inspiradas en la Agenda 2030 y en el ecologismo radical», se opta por impulsar «de forma inmediata todas las infraestructuras necesarias para llevar agua en abundancia a nuestros productores».
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