Juanma Moreno: «Si no hay acuerdo, yo me presentaré a la investidura. Y que cada uno se retrate»
El presidente andaluz cree que el órdago que le lanzó Macarena Olona el lunes en el debate, y que está marcando el final de la campaña, fue un «error». Y advierte a Vox de que no le frenará
El presidente andaluz y virtual ganador de las elecciones del domingo, prefiere seguir siendo «muy prudente» en los últimos compases de una campaña en la que ha mejorado todavía más sus expectativas. Juanma Moreno avisa de que seguirá «arañando» votos hasta el final. Y hasta que el domingo no vea el resultado no se lo creerá.
–¿Cuál es su principal rival en estas elecciones, la abstención, el triunfalismo, la implantación del PSOE andaluz…?
–Adversarios los tengo, y fuertes. El PSOE es un adversario muy fuerte, que siempre mantiene un porcentaje de voto muy alto. También tengo otro adversario que es la abstención. El exceso de confianza puede provocar que una parte de nuestro electorado se relaje y el domingo no vaya a votar. Y eso también es un dolor de cabeza, porque unos cuantos miles de votos te pueden hacer perder dos o tres escaños. También hay adversarios nuevos como Vox, que es uno complicado.
–¿Se cree el órdago que le lanzó Macarena Olona en el debate del lunes, cuando le advirtió de que si le falta un solo escaño para ser investido no tendrá su abstención si no entran en su Gobierno?
–En campaña electoral cada partido tiene su propia estrategia, y yo me imagino que Vox está forzando la máquina. En un debate se dicen cosas para estimular a los votantes. Creo sinceramente que es un error hacer ese comentario. Nosotros estamos notando una subida de muchos votantes de Vox que no entienden esa posición, digamos extrema.
Estamos notando una subida de votantes de Vox que no entienden su posición extrema
Vox tiene su estrategia y su objetivo, y nosotros somos el PP y tenemos nuestra estrategia y nuestro objetivo: alcanzar la mayoría suficiente. Cuanto más cerca estemos de los 55 escaños más fuerte será Andalucía, más estabilidad tendrá Andalucía y, por lo tanto, mejor será para Andalucía. Y vamos a trabajar para intentar acercarnos al mejor resultado posible.
-–Alberto Núñez Feijóo fijó esa «mayoría suficiente» en sumar más que la izquierda junta, pero ahora usted habla de acercarse lo más posible a 55 escaños, que es la mayoría absoluta. ¿Está pensando en que después de una investidura viene una legislatura?
–Claro. Por eso no es tan difícil la investidura como la legislatura. Si hay un resultado contundente, los ciudadanos no van a entender que no se facilite la investidura, y al que la dificulte lo va a penalizar. Pero el problema es que hay que gobernar día a día. Por eso yo quiero intentar acercarnos lo máximo posible a ese resultado.
Es verdad que la mayoría absoluta es técnicamente muy difícil con el nivel de fraccionamiento que hay en la política, con tantos partidos, pero sí es posible acercarse a un resultado que nos permita tener estabilidad como gobierno y hacer pactos de mínimos, incluso con geometría variable. Pero todo eso va a depender del resultado. Nosotros ahora salimos a arañar hasta el último voto. En este momento toca el voto de concentración, de utilidad, el voto responsable, el voto de seguridad. El voto al PP.
–¿A quién llamará usted primero el lunes después de las elecciones?
–Yo quiero hablar con todos los grupos, tenga mayoría suficiente o no la tenga. Llamaré a todos los grupos e intentaré buscar fórmulas razonables para que el Gobierno salga adelante.
–¿Pero irá a la investidura con los apoyos ya cerrados o a «pecho descubierto»?
–Depende del resultado. Pero si yo tengo un resultado claro me voy a presentar a la investidura, y ya que cada uno se retrate.
–¿Sin negociar antes?
–Negociar y hablar con todos, eso siempre. Ahora, si no hay acuerdo, yo me presentaré. Si yo gano las elecciones y soy el preferido de los ciudadanos de Andalucía tengo la obligación de presentarme. Y lo haré.
–Me habla de gobernar con geometría variable. ¿Espera algo del PSOE?
–En el PSOE no confío porque el PSOE antiguo, el PSOE de Andalucía, el PSOE clásico era un PSOE muy autónomo. Pero el PSOE de ahora es una delegación de Sánchez, y Sánchez necesita a Vox. Quiere que pactemos con Vox de cara a las elecciones generales porque le da argumentos, le ayuda. De hecho, Juan Espadas ha repetido hasta la saciedad que bajo ningún concepto se abstendrá, independientemente del resultado. Lo cual demuestra la inutilidad del voto socialista.
Sánchez necesita a Vox. Quiere que pactemos con Vox
–¿Entonces? Eso le deja poco espacio para la «geometría variable».
–Una cosa la investidura y otra son las leyes y propuestas, donde hay ciudadanos detrás. Eso es muy complicado, porque cuando haya una ley o iniciativa que favorece a un sector, a ver quién es el guapo que no la apoya. Estas cosas son complicadas, en el día a día votar que no a algo que es positivo se vuelve muy en contra del que lo hace.
En clave nacional
–¿Se siente responsable de la suerte que corran tanto el PP nacional como el propio Sánchez?
–Yo no me siento responsable. Éstas son unas elecciones autonómicas en Andalucía y aquí lo que nos jugamos es el porvenir de los andaluces. Es evidente que Andalucía, por su tamaño, su población, sus circunstancias y su proyección condicionará también el tablero nacional, todo el mundo lo sabe. Pero ya vendrán, cuando lleguen, las elecciones generales, que es donde se decidirá el futuro de España. Ahora mismo nos jugamos Andalucía y es donde tenemos que centrarnos.
–¿Le ha arrebatado usted la bandera del del andalucismo al PSOE o se la encontró tirada en el suelo?
–Me la encontré, es verdad que estaba tirada en el suelo. El PSOE andaluz ha ido mutando. El PSOE dejó hace ya tiempo, desde la llegada de Sánchez, de practicar ese andalucismo. Además, nuestro partido es un partido muy enraizado ya. Desde que yo llegué a la Presidencia del PP andaluz, siempre he querido construir un proyecto inclusivo, un proyecto solvente y un proyecto pegado a la tierra. Y eso para nosotros ha sido clave.
–¿Ha cambiado ideológicamente Andalucía tanto en tres años y medio o esto va de otra cosa?
–Durante muchos años el PSOE hizo una pedagogía muy severa contra nosotros, sobre todo en lo referente a los servicios públicos esenciales. Y lo que ha cambiado es que los ciudadanos andaluces se han dado cuenta de que eso no era verdad; que nosotros gestionamos mejor la sanidad, la educación o los servicios sociales, que invertimos más dinero... y eso ha hecho que muchos ciudadanos que nunca habían votado al PP, que creían a pies juntillas al PSOE, hayan cambiado. Por eso ahora nuestro proyecto político tiene una base social mucho más ancha de la que tenía antes. Ahora llegamos a más sitios, tenemos más credibilidad, somos una referencia en Andalucía.
–Juan Espadas dice de usted que es un señor de derechas que hace políticas de derechas.
–No puede decir otra cosa, porque él siente que hemos entrado en la cocina. Pero aquí no se trata de izquierda y derecha. Esto va de gestionar bien o gestionar mal. El PSOE no gestionaba bien y nosotros gestionamos bien.
–No solo Espadas cree que esto va de izquierdas y derechas. También Macarena Olona.
–Vox es un partido que su esencia misma es ideológica. No es un partido de gobierno, no es un partido de gestión, es un partido ideológico. Es un partido para sacar votos, pero no para gobernar. Es un partido diseñado para sacar votos, pero no para asumir responsabilidad de gobierno.
Vox es un partido diseñado para sacar votos, pero no para gobernar
–¿Por qué no están utilizando la corrupción en esta campaña?, ¿es una herida cerrada, aunque no esté cicatrizada?
–Los ciudadanos saben ya perfectamente lo que ha pasado aquí, y de hecho por eso el PSOE está en la oposición. Y no se fían. El PSOE está atrapado en una maraña de imputaciones. Hasta que no rompan definitivamente con el pasado eso les va a lastrar muchísimo.
–¿Ha escuchado a Adriana Lastra decir que lo mejor es ir a votar el domingo para no tener que salir el lunes a la calle?
–Eso es no entender la democracia, igual que hicieron la otra vez rodeando el Parlamento. Si el resultado no le gusta montarán protestas y el show. Eso es no entender las reglas del juego. Es una actitud clarísimamente de perdedor.
–¿Mantiene la intención de aprobar unos Presupuestos para este año?
–Sí, da tiempo. Si se cumplen los plazos, a finales de julio debería haber Gobierno, en agosto está el Gobierno funcionando y en octubre o noviembre estamos presentando el Presupuesto en la Cámara.
–¿Querría seguir contando con el señor Marín o con algunos consejeros de Ciudadanos, aun cuando no obtengan escaño?
–Ahora mismo no me planteo el Gobierno, porque parece que estamos vendiendo la piel del oso antes de cazarlo. Esa etapa ha sido buena para Andalucía. La colaboración ha sido muy buena. Hay mucho talento también en los segundos niveles y hay personas con las que querríamos contar. Pero todavía es muy prematuro, todavía no han hablado los andaluces.
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