El PSOE ha justificado su derrota en Andalucía, entre otros muchos factores, en la baja participación. Sin embargo, a pesar de la letanía repetida varias veces a lo largo del día de hoy, la realidad es distinta: la abstención ayer fue dos puntos inferior a la del año 2018, cuando consiguieron ser primera fuerza.
El encargado de dar la cara tras la derrota en Ferraz ha sido Felipe Sicilia, portavoz de la Ejecutiva Federal del partido. Entre los argumentos para explicar el golpe ha utilizado el de la división de la izquierda y el de la baja participación. Pero ¿qué dicen los números?
El dato final de participación de las elecciones andaluzas fue de un 58,36 % frente al 56,56 % de hace cuatro años, cuando la comunidad votó un 2 de diciembre. En esta ocasión, a pesar de la ola de calor y la festividad del Corpus Christi, hubo más andaluces que se acercaron a votar, concretamente 10.647. Es decir, con una participación ligeramente superior a la de hace cuatro años el PSOE se ha dejado 127.182 votos. El problema no ha sido que la gente se haya quedado en casa, sino que los que fueron a votar lo han hecho a un partido al suyo.
Participación cambiante
A las 11.30 horas del domingo la Junta de Andalucía dio el primer dato de participación. En ese momento había ejercido su derecho al voto el 15,44 % del censo (985.024 andaluces), aunque no se pudo comparar con otros comicios porque era la primera vez que se daba dato a esa hora.
A las 14.00 horas la cifra de participación era del 34,25 % (2.184.517 andaluces) y mejoraba en cuatro puntos la de los últimos comicios. Sin embargo, y sorpresivamente, a las 18.00 horas el dato se colocó en el 44,52 %, casi dos puntos por debajo de la edición anterior. Al final, y en otro de los vuelcos de la noche, el dato definitivo mejoró al de las elecciones de 2018.
Finalmente, como decimos, la participación en las elecciones de Andalucía estuvo por encima del 58,36 % frente al 56,56 % de los comicios de 2018. Se puede decir que hubo bastante abstención si tenemos en cuenta que la participación más baja fue el 54,78 % de 1990 y la más alta el 75,85 % del año 2004, cuando coincidieron las andaluzas con las generales.
Por tanto, se ha cumplido en parte la tradición andaluza según la cual la participación cae mucho cuando los comicios se convocan en solitario (sin coincidir con otras elecciones). Andalucía ha registrado sus menores índices de participación en los años 1982, 1990, 2012, 2015 y 2018, cuando se situó en el 66,31 %, 54,78 %, 62,23 %, 63,94 % y 56,56 %, respectivamente.