La Generalitat pide «rebelarse» contra las sentencias que anulan la inmersión en catalán

El consejero de Educación de la Generalitat, Josep González-Cambray dice estar cansado de «la persecución judicial» que, a su juicio, hay contra la inmersión lingüística en catalán, hasta el punto, precisa, que «nos tendremos que rebelar». 

Lo ha dicho a cuenta de las últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que han anulado los proyectos lingüísticos de varios centros educativos por no incluir el castellano como lengua vehicular, entre ellos, el de una escuela de Llagostera (Girona). Para el consejero ya «basta» de que los tribunales «impongan políticas educativas» cuando es el Departamento de Educación «la autoridad educativa» en Cataluña.

Además, González-Cambray ha explicado que, desde 2005, 81 familias han acudido a los tribunales por cuestiones referidas a la inmersión lingüística y en todos los casos, menos en 7, el TSJC ha decidido aplicar al menos un 25% de las asignaturas en castellano en la clase en la que estudie el alumno afectado. En los casos restantes, el Tribunal ha anulado todo el proyecto lingüístico. Y como la sentencia no es todavía firme, el consejero asegura que los centros no tienen que acatarla y no tienen que cambiar, por lo tanto, el proyecto.

Más catalán en las escuelas

El consejero de Educación ha hecho esta valoración durante la presentación del nuevo plan que se va a implantar en las escuelas para incrementar el uso social del catalán. Desde la Generalitat dicen que no quieren ser «alarmistas» con la situación en los centros educativos, pero consideran que está sufriendo un importante retroceso como lengua de interacción. Así, por ejemplo, y según un estudio del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, el alumnado de 4º de ESO que usa el catalán siempre o casi siempre en las actividades de grupo ha caído 47 puntos, del 67,8% registrado en 2006 al 21,4% de 2021. 

También ha caído en estos últimos quince años el porcentaje de alumnos que mayoritariamente se dirige en catalán al profesorado o también fuera del aula propiamente, como en el patio, el comedor o en las actividades extraescolares.

El gobierno catalán dice que hay que reaccionar rápido ante esta situación, y por este motivo este mismo año ya se empezará a implantar el plan en 200 escuelas, que se están seleccionando. Se irán añadiendo mil cada año (hasta 2024), hasta llegar a todos los colegios, tanto públicos como concertados, porque la participación es obligatoria.

Y para llevarlo a cabo, no habrá problema de dinero. Y es que se incorporará una partida en los presupuestos de la Generalitat para el año que viene para sufragar este plan.