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La portavoz parlamentaria del PSOE-A, Ángeles Férriz, informa del XIV Congreso RegionalEuropa Press

El PSOE quiere borrar el rastro de Chaves, Griñán y Susana Díaz en Andalucía

El alcalde de Sevilla y secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, presenta en Torremolinos su proyecto para hacer olvidar casi 40 años de corrupción y clientelismo

Casi cuarenta años de corrupción y clientelismo es un losa que pesa mucho, y el PSOE de Andalucía es consciente de ello. Por eso, este fin de semana, los socialistas andaluces vuelven a Torremolinos (Málaga), donde, en 1977, celebraron su primer congreso regional, para retrotraerse a un tiempo inmaculado, nuevo, como el que quieren escenificar ahora para hacer olvidar lo que vino después.

«Somos socialistas, somos Andalucía» es el lema de la convención; toda una declaración de intenciones, ya que, al mismo tiempo que se busca borrar el pasado, se recuerda que la región fue patrimonio del partido. Por tanto, el lavado de cara tiene como fin recuperar lo que se considera propio, esto es, el control de Andalucía. Y Juan Espadas es el encargado de llevar a cabo el plan.

Espadas, candidato de Sánchez

El alcalde de Sevilla es el candidato de Pedro Sánchez. Así, el pasado 13 de junio, en las primarias del PSOE de la comunidad, donde se decidía quién sería el candidato socialista en las próximas elecciones autonómicas, el presidente del Gobierno se enfrentaba de nuevo a Susana Díaz, quien lo «echó» de la secretaría general del partido el 1 de octubre de 2016 y a quien derrotó, meses después, el 21 de mayo de 2017, en las primarias que lo encumbraron y legitimaron como líder de la militancia, para llegar a la Moncloa de la mano Podemos y los nacionalistas.

Díaz, fuera ya de San Telmo, optaba a la reelección el 13 de junio; pero Espadas, con Sánchez en la Moncloa, resultaba vencedor de las primarias. La expresidenta de la Junta de Andalucía confirmaba, en consecuencia, que no concurriría a las primarias para, en su caso, revalidar la secretaría general del PSOE andaluz. Así pues, el pasado 23 de julio, el alcalde de Sevilla, único candidato, ocupaba el cargo que ella había ostentado desde el 23 de noviembre de 2013.

Recuperar un feudo socialista

Juan Espadas afronta el reto de recuperar para el PSOE el feudo socialista por antonomasia, y lo hace con una ventaja respecto a su antecesora, quien lo perdió: tiene la confianza de Pedro Sánchez. El alcalde de Sevilla sabe de la importancia de este hecho y de Andalucía en unas elecciones generales. Es por ello por lo que el Gobierno central ejerce de oposición en la región; otro factor que tener en cuenta para los comicios autonómicos venideros.

La apuesta de Sánchez por Espadas es evidente: el PSOE de Andalucía es la federación con más representantes en la nueva dirección del partido. Hasta nueve miembros del PSOE-A –uno más que en la anterior Ejecutiva– fueron elegidos en el XL Congreso Federal, recientemente celebrado en Valencia, donde el diputado nacional por Jaén Felipe Sicilia fue designado portavoz, y el secretario general de la delegación andaluza, miembro nato como presidente del Consejo Político Federal. 

Además, otros cinco andaluces fueron nombrados secretarios de área, entre ellos el vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y María Márquez, portavoz adjunta en el Parlamento de Andalucía y persona de confianza de Juan Espadas; y dos más, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la diputada autonómica María Nieves Ramírez, vocales.

La remodelación del PSOE-A

Recobrado ya el peso ordinario del PSOE andaluz en Ferraz, tanto en número como en relevancia política, Juan Espadas ha ido formando el núcleo duro con el que tratará de recuperar el control de la comunidad y que propondrá en el congreso de Torremolinos.

Pedro Sánchez ha encomendado la difícil tarea de la remodelación de su partido en Andalucía al alcalde de Sevilla, y éste, aun consciente de la necesidad de alejar el estigma de la corrupción para llegar a San Telmo, y confiando en el paso del tiempo, acomete una transición para la que ha decidido contar en la Comisión Ejecutiva Regional, como gesto conciliador, con tres secretarios provinciales otrora afines a Susana Díaz –Verónica Pérez (Sevilla), Antonio Ruiz (Córdoba) y José Luis Ruiz Espejo (Málaga)–, e Irene García (Cádiz), que no aspirarán a revalidar sus cargos en los congresos provinciales que el PSOE celebrará el mes que viene.

Además, Espadas rehabilita la figura de la vicesecretaría general en la federación de los socialistas andaluces, después de que Susana Díaz la eliminara del organigrama del PSOE-A en noviembre de 2013, cuando se convirtió en su secretaria general. Para el puesto, el alcalde de Sevilla postula a la portavoz socialista en el Parlamento de Andalucía y coordinadora del congreso de Torremolinos, Ángeles Férriz.

Por otro lado, el alcalde de Maracena (Granada), Noel López, será el nuevo secretario de Organización regional, un cargo que en los últimos 27 años ha estado en manos de sevillanos o gaditanos. De Granada, aunque nacido en Nerja (Málaga), también es Manuel Pezzi, próximo presidente del PSOE andaluz, a propuesta de Juan Espadas, quien comenzó su carrera política a las órdenes del que fuera consejero de Medio Ambiente y de Educación de la Junta de Andalucía con Manuel Chaves, además de senador y diputado en las Cortes Generales. De esta forma, Juan Espadas reconoce el apoyo de la delegación provincial granadina a su candidatura en las primarias, así como trata de contentar a sus correligionarios de Andalucía Oriental.

Se da la circunstancia de que Pezzi presidió el congreso fundacional de la Federación Socialista de Andalucía, que se evoca este fin de semana donde tuvo lugar hace 44 años, en Torremolinos. Asimismo, el histórico dirigente socialista es símbolo de unidad en el partido y del andalucismo, no en vano es recordado por sacar la bandera de Andalucía en medio del Congreso de los Diputados durante un discurso de Mariano Rajoy.

Sin Chaves, Griñán ni Díaz

Las elecciones del 2 de diciembre de 2018 marcaron un antes y un después en la política andaluza. Caía el régimen socialista que había gobernado Andalucía durante los últimos 37 años, y con él, aunque de manera menos sorpresiva, Susana Díaz, heredera de José Antonio Griñán y Manuel Chaves, condenados en el caso de corrupción de los ERE, uno de tantos que el PSOE andaluz tiene pendientes.

Así las cosas, en su labor de desmemoria colectiva, el partido no quiere saber nada de Chaves, Griñán ni Díaz. A ninguno se le ha reservado «un papel relevante», como ya confirmó este martes Ángeles Férriz. Se busca, pues, iniciar una etapa reivindicando los orígenes del PSOE de Andalucía pero sin los referentes históricos que definen su pasado. Los tres expresidentes andaluces están invitados al congreso en que Espadas presenta su proyecto, en Torremolinos, lugar simbólico; pero no se les espera.