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Isabel Díaz AyusoPaula Andrade

Fiscalidad autonómica

Por qué resulta tan beneficioso tributar en Madrid

Las regiones acusan de «dumping fiscal» a la capital mientras esta sigue generando riqueza sin incrementar la carga impositiva de los madrileños

Trabajar, tener, donar o heredar. Cualquiera de estas acciones es mejor tener la suerte o la elección de hacerlas en Madrid. De todas las comunidades sobre las que se aplica el régimen fiscal común (recordemos que País Vasco, Navarra y Canarias van aparte por sus circunstancias históricas o insulares), el centro neurálgico de España se lleva la medalla de oro. Y eso que a la capital no se lo pone fácil ni el Gobierno ni los presidentes autonómicos, recelosos de su capacidad recaudatoria. ¿Por qué la Comunidad de Madrid continúa encabezando el destino fiscalmente más deseado por los españoles residentes en otras regiones y los extranjeros que desean invertir en España?

Isabel Díaz Ayuso anunciando la rebaja del IRPF y la supresión de impuestos propiosEFE

Menos IRPF

Isabel Díaz Ayuso ha permitido la mayor rebaja de IRPF de la historia de la comunidad madrileña. La disminución de medio punto en todos los tramos beneficiará el próximo año a los más ricos sí, pero también a los más pobres. Así lo ha asegurado el Gobierno regional, pues él mismo afirmó que la mejora la notarán sobre todo las rentas más bajas, cuyo tipo impositivo pasará del 9 % vigente al 8,5 % en 2022. Un año más, Madrid seguirá siendo la comunidad con el tramo autonómico de IRPF más bajo de toda España.

Los contribuyentes con sueldos más bajos residentes en la región madrileña continuarán siendo los que menos IRPF paguen en todo el territorio nacional de régimen común. Esta reforma se notará en los bolsillos mes a mes, pero también en 2023 cuando los ciudadanos presenten sus declaraciones si su pagador les hubiese retenido de más.

La tenencia de patrimonio se bonifica

Si un ciudadano posee una o varias viviendas o coches, incluye bienes en la empresa con la que desarrolla su actividad, abre una cuenta bancaria para guardar sus ahorros o, entre otros ejemplos, rescata un seguro de vida; en Madrid no tiene que tributar por ello. Una bonificación del 100 % en el Impuesto sobre el Patrimonio que ha llevado a muchos conciudadanos de regiones colindantes a trasladar su residencia a la comunidad.

Las donaciones y herencias, también

Con un 99 % en el caso de los hijos, cónyuges, padres o abuelos del fallecido; un 15 % si los herederos son hermanos, o un 10 % si son tíos o sobrinos. En cuanto a las donaciones, es decir; cuando un ciudadano residente en la Comunidad de Madrid cede gratuitamente bienes o derechos a otra persona, se bonifica con el 99 % para hijos, nietos, cónyuge, padre o abuelo. El receptor sólo tributa un 1 % de la cuota tributaria. Unos impuestos que, fruto de los decesos de 2020 o por el temor ante una armonización fiscal tantas veces anunciada desde el Ejecutivo, vieron disparada su recaudación en los primeros meses del presente 2021.

Se suprimen varios impuestos para 2022

Con el año nuevo, la Comunidad de Madrid se convertirá en la única de todo el mapa autonómico sin impuestos propios. Desaparece el Impuesto sobre la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería –era la única región con un tributo de estas características– y el Impuesto sobre depósitos de residuos. Además, pone fin al recargo del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que, de hecho, era del 0 % desde 2009, por lo que en la práctica no se estaba aplicando. Una supresión que no obstante conllevará la pérdida de los 3,4 millones de euros recaudados en 2020 y que fruto de la atracción de riqueza, la capital espera ingresar por otras vías diferentes a la recaudación sobre la actividad o sobre las personas físicas.

Freno de mano a la armonización

Como ya explicó el director del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo, a este periódico, con la imposición de «figuras tributarias obligatorias como Patrimonio o Sucesiones», o con una subida impositiva, se podría provocar la deslocalización de contribuyentes y patrimonio y «reducir el PIB» nacional e incluso «la recaudación total en términos netos consolidados», como ya se estimó en Alemania cuando se planteó la imposición del Impuesto sobre el Patrimonio.

Una historia de bajada de impuestos que se inició a nivel consistorial con Álvarez de Manzano, quien luchó contra la subida de impuestos a la vivienda, o con Esperanza Aguirre a nivel autonómico, cuyo máximo exponente lo ha alcanzado la actual presidenta de la comunidad. 

La maquinaria estatal es la que reparte lo recaudado por cada región y Madrid es la que más aporta, tal y como confirmó el director del IEE a este medio: «un 63,6 % más». Por mucho que pese ahora que se debate la reforma del sistema de financiación autonómica. La región madrileña nunca fue un paraíso fiscal, sino el refugio de los que probaron suerte en una región económicamente liberal.